De la cochera al campo: combinó su amor por la mecánica y la biotecnología para montar una empresa de productos inéditos para el agro

No viene de familia de campo y no tenía experiencia en el sector, pero la profesión lo fue llevando por ese camino y hoy dirige una empresa especializada

De la cochera al campo: combinó su amor por la mecánica y la biotecnología para montar una empresa de productos inéditos para el agro

La demanda de productos biológicos en el sector agropecuario es cada vez mayor. Si bien en Argentina todavía es incipiente respecto a otras regiones, las empresas grandes de agro están mostrando interés en sumar a su cartera productos más amigables con el ambiente para complementar con otras tecnologías.

A su vez, surgen empresas más chicas, como Microvidas, que desde el 2016 optaron por un camino que busca ofrecer alternativas para el productor y están expandiéndose desde Santa Fe hacia todo el país y la región.

 

De la cochera al campo

Rodrigo Monella encontró en la biotecnología la posibilidad de tomar cosas de la naturaleza y transformarlas para crear productos innovadores para el agro. Comenzó como técnico electromecánico, el rubro de su padre, y luego se encontró con una ciencia que le permitió poder aplicar lo que sabía: “Cuando me inscribí en la UNL, la carrera de Biotecnología tenía apenas dos años y era tan novedosa como hoy es la inteligencia artificial”.

 

 

Nació en Santa Fe, pero hace 17 años que vive en Buenos Aires. No viene de familia de campo y no tenía experiencia en el sector, pero la profesión lo fue llevando por ese camino y hoy dirige una empresa que se especializa en la producción de productos biológicos: desde tratamiento de semillas, bioestimulantes y hasta probióticos para animales.  

Cuando se recibió de biotecnólogo realizó una pasantía en la Facultad en la cátedra de Microbiología, luego viajó a Brasil a realizar su tesis sobre conservación de microrganismos y encontró en eso un potencial único para el agro: “Soñaba con tener una fábrica de bioinsumos. Siempre me llamó la atención la posibilidad de que una bacteria se una a la raíz de una leguminosa, absorba nitrógeno y sea un fertilizante biológico. La mayoría de mis compañeros se dedicaron a la parte de investigación, a mí me gustaba la idea de crear un producto a base de nuevas tecnologías”.

Cuando volvió al país, comenzó a buscar trabajo en una empresa relacionada a la producción de bioinsumos, pero no encontró. En ese momento le llegó la oportunidad de una beca de Doctorado en el INTA Castelar para producir un larvicida para mosquitos: “Con el dengue en 2009 había explotado el tema. Diseñamos una planta propia para producir el producto y ahí aprendí mucho sobre el rubro de reactores y equipamiento. A su vez esa tecnología se transfirió a varias empresas”. 

Esa experiencia lo hizo relacionarse con el rubro industrial y le llegó una oferta de gerente de desarrollo y producción en la industria láctea, para producir bionsumos en fermentos, quesos y yogures donde estuvo tres años porque en 2014 decidió tirarse de lleno a lo que venía trabajando en paralelo junto a su padre: una planta para hacer inoculantes.

“Arranqué en una pequeña cochera armando reactores. Luego me animé y salí a vender con mi camioneta, nunca había vendido nada ni había pisado un campo. En ese momento vivía en la Plata y fui a recorrer el cordón hortícola para aprender sobre el manejo y vi que muchos utilizaban bioestimulantes a base de aminoácidos y en la parte extensiva no se usaba nada. Ahí fue que se me ocurrió hacer este producto: un bio estimulante para producción intensiva. Empezó siendo muy casero pero terminó dando muy buenos resultados”, contó el biotecnólogo. 

 

Microvidas: buenos resultados y expansión comercial

Rodrigo empezó a relacionarse con técnicos y agrónomos de CREA, como Diego Pérez y José “Peco” Alonso, referentes en la zona de Esperanza, Santa Fe, con quienes realizó ensayos y vieron que el producto funcionaba. Luego se asoció con "Pecó" Alonso, Federico Vionnet y Horacio Monella para crear Microvidas.

 

Su diferencial saltó a la vista enseguida cuando consiguieron muy buenos resultados en Entre Ríos: “En esa zona había problemas y nuestro producto fue superador. En CREA Litoral Sur hace cuatro años que estamos primeros respecto a otras empresas en respuesta en rindes en cuatro zonas. Hacemos un muy buen trabajo de laboratorio que luego va al campo y se demuestra en los resultados”, contó el biotecnólogo. 

La empresa creció rápidamente y hoy son más de 26 personas: “Todo lo que se factura se reinvierte. Compramos un predio en el parque Industrial Los Polígonos, Santa Fe, donde armamos una planta 10 veces más grande que la que teníamos. Ahora estamos en etapa de inaugurar un nuevo laboratorio de desarrollo de 300 metros cuadrados. Queremos hacer productos de mayor calidad y que hoy no están aún en el país”, adelantó Rodrigo.

 

Actualmente hay cinco biotecnólogos trabajando en Microvidas en la parte de calidad, desarrollo e investigación y su objetivo es reforzar la parte comercial: “Hoy estamos en Santa Fe, Entre Ríos, en Santiago del Estero y empezando en Córdoba y sudeste de Buenos Aires. Estamos trabajando con Bunch Agro para armar la estructura comercial. Estamos con una alianza estratégica con empresas de Paraguay y estamos empezando a exportar”, contó el empresario.

 

El futuro, ¿está en lo biológico?

Microvidas apunta a ser una empresa sustentable y se enfocan en productos con menor impacto ambiental: “Hace dos años vimos que los cultivos de cobertura iban muy bien para disminuir el uso de agroquímicos. Tenemos vicia y centeno que lo usamos para suplantar el barbecho químico. Este año fue complicado por la sequía pero vendimos el pack de semilla junto con el pack de tratamiento de semilla biológico. Hacemos convenio con productores que nos producen la semilla y nosotros la rotulamos con Microvidas”, explicó Rodrigo. 

El biotecnólogo resaltó que en el tratamiento de semillas su “producto estrella” son los packs biológicos: “No dejamos de usar químicos si no que apuntamos a complementarse, unir tecnologías para potenciarse entre ellas. No creemos que tenga que ser todo biológico o todo químico, hay que ir mezclando para maximizar producciones”.

Y dio un ejemplo: “A pesar de que un cultivo de cobertura te ahorra 3 o 4 aplicaciones, hay un momento en que hay que frenarlo porque se empieza a consumir agua, ahí hay que aplicar químicos para quemarlo. Al combinarlo disminuimos el uso de productos químicos y mejoramos el carbono del suelo”. 

 

Si bien cada vez hay más demanda de productos biológicos, Argentina está atrasada respecto a otras regiones como Brasil y Paraguay que hace tiempo que están implementando esta tecnología: “Todos queremos hacer una agricultura cada vez más sustentable. Creo que el tema del uso es cultural. Los más jóvenes tienen más incorporado el cuidado del ambiente. El productor está acostumbrado a lo mismo y no quiere arriesgar. Por más que uno le muestre los resultados, aún le cuesta. Esto es mucho boca en boca e ir contagiando y que las empresas grandes empiecen a promoverlo. Este año se hizo el segundo Congreso de Producción con Biológicos y cada vez hay más interés”, concluyó. 

 

Agrofy

Invertí en periodismo de calidad

En Agroempresario trabajamos para acercarte contenidos que agregan valor.
Quiero suscribirme

Todas las Categorías

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!











¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!