A la hora de proyectar los resultados para el ciclo productivo 2023/24 de siembras, en campos propios y arrendados, habrá que tomar nota que tanto en lo relativo a costos, precios y situación financiera del productor y empresas agropecuarias, el panorama es muy complejo. Así, conocer el rendimiento de indiferencia (RI) de cada cultivo permitirá proyectar resultados económicos.
El RI es el rendimiento con el cual el margen bruto es igual a cero (0). Es decir, cualquier rendimiento que obtenga por encima del RI es margen positivo. Con el valor de RI el productor cubrirá los costos de insumos (fertilizantes y agroquímicos), labores, cosecha, comercialización, seguro y alquiler en campos alquilados. No está incluido aquí los gastos de estructura.
¿Cuál es el rinde de indiferencia en los cultivos?
Martín Principiano*, ingeniero agrónomo y Máster en Ciencias, es responsable técnico de Lares SRL, una consultora general de cultivos dedicada la asesoría profesional e investigación radicada en Pergamino, Buenos Aires. Bajo este marco, analiza los rindes de indiferencia para los principales cultivos en la región Norte de Bs. As. y Sur de Santa Fe.
Finalizada la siembra de ciclos largos e intermedios largos en la región, muchos productores vuelven a apostar nuevamente a un cultivo que conocen muy bien. El RI para hacer un cultivo de trigo con tecnología media en la región hoy es de 25 a 28 qq de trigo/ha en campo propio y 35 a 38 qq de trigo/ha en campo alquilado. En soja de segunda, el rendimiento de indiferencia es de 11 quintales de soja en campo propio y 17 quintales en campo alquilado.
Las primeras proyecciones indican que aumentaría la superficie destinada al cultivo de soja de primera. Para manejos promedios de la región y con los actuales valores de soja disponible, el costo de implantación y protección es de 10 qq/ha. Claro que a esto hay que sumarle el costo de cosecha, comercialización, seguro (en caso que se tome) y arrendamiento. Así el RI en campo propio para soja de primera va desde 15 a 17 qq de soja/ha en campo propio y en campo alquilado puede variar de 30 a más de 35 qq de soja/ha según el valor del alquiler.
Maiz
El costo de implantación y protección que históricamente se ubicó entre 500 a 600 USD/ha, este año varía de 600 a 750 USD/ha, superando incluso valores de 800 USD/ha en planteos de alto nivel de tecnología (híbridos de punta, elevados niveles de fertilización, etc.). Cuando se analizan los costos en quintales, el RI en campo propio es de 45 a 50 qq de maíz/ha y se incrementa a valores de 75 a 80 qq de maíz/ha en campo alquilado.
El cultivo de sorgo continúa siendo una opción para analizar en aquellas zonas donde por características edafoclimáticas, la siembra de maíz o trigo/soja puede ser riesgosa. El costo de implantación y protección en sorgo varía de 400 a 500 USD/ha (contemplando en este costo, dos aplicaciones para control de pulgón amarillo). El rendimiento de indiferencia en campo propio es 35 qq/ha y 55 a 60 qq/ha en campo alquilado.
Principiano señala que la tónica del mercado de arrendamientos depende de una suma de factores, entre los cuales los costos de producción, los precios disponibles y los precios futuros son parte de la ecuación. También tiene gravitación el rinde logrado en el ciclo 2022/23 y el contexto macroeconómico y político previsible para 2023 y 2024.
La demanda de campo en arriendo mantiene su firmeza, pese a lo caótica campaña finalizada. En una primera aproximación se observa una tendencia a que los alquileres se mantendrán en valores.
"Con más del 60% de la superficie bajo sistema de producción en campo alquilado y en un año de gran incertidumbre política, económica y productiva, el costo total en quintales es un dato clave a la hora de planificar la rotación", concluye Principiano.
*MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105. |
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