El primer mandatario provincial estuvo acompañado por el vicegobernador Eber Solís, el presidente provisional de la Legislatura, Armando Felipe Cabrera; el presidente subrogante del Superior Tribunal de Justicia, Guillermo Alucín, el intendente Mario Brignole, el jefe de Gabinete de Ministros, Antonio Ferreira, legisladores nacionales y provinciales, demás funcionarios, alumnos, docentes y vecinos coloradenses.
En primera instancia, se realizó la ceremonia de izamiento de los pabellones nacional y provincial en el mástil municipal de la localidad, a los sones del Himno Nacional Argentino acompañados por la Banda de Música de la Policía provincial.
Posteriormente, se trasladaron a la plaza central en donde entonaron el Himno Marcha a Formosa. Allí se realizaron los respectivos discursos finalizando con un gran desfile cívico-militar y el tradicional baile del Pericón Nacional.
Según datos recabados por AGENFOR, el intendente Brignole, empezó recordando que “hace 207 años atrás un grupo de representantes de las provincias de nuestro país se reunía en Tucumán para declarar la Independencia de nuestra Nación y enfrentaron a una de las mayores potencia del planeta, la España Imperial y lucharon en condiciones desiguales contra uno de los ejércitos más poderosos de la tierra”.
“Los padres de la guerra de la Independencia, San Martín, Martín Miguel de Güemes y Manuel Belgrano exigían esta declaración tras seis largos años de enfrentamientos y guerras”, indicó y amplió: “Después de 207 años de esa gesta, la independencia se sigue luchando cada día en múltiples frentes”, añadió.
Continuó su discurso expresando: “Tras batallas y miles de argentinos muertos nos liberamos de España para empezar a iniciar un proceso de organización y desarrollo que lleva siglos. Hubo guerras civiles para definir qué modelo de país construir, que enfrentaron al centralismo porteño y de la pampa húmeda con el interior profundo”.
Asimismo, aseveró que “en este tiempo en donde el mundo es cada vez más complejo, las cadenas que limitan la independencia de las naciones son cada vez más útiles” y advirtió que “no siempre los enemigos que invaden los países son con ejércitos y armas, ahora quienes atacan la independencia de los países visten de trajes, son amables, carismáticos, ofrecen servicio financiero , prometen crecimiento económico y reclaman reglas jurídicas claras, exigen flexibilización laboral, abrirse al mudo, elimina el déficit fiscal y hace explotar el Banco Central”.
Y sostuvo que estos “son los mismos que proponen ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes, son los que creen que la noticia es más importante que la historia, son los que creen que la realidad se construye y se trasforma desde los medios de comunicación y desde las redes sociales, son los que golpean las puertas de embajadas y cuarteles con quejas y rencores, son los que piensan y sueñan un país para pocos, un Gobierno unitario con sede central en el Puerto de Buenos Aires, pero siempre detrás de todo tienen el mismo objetivo, saquear las riquezas naturales de los países en desarrollo”.
Seguidamente, afirmó que “ya no vienen a hacerse la América en busca del oro, ahora quieren el oro, la plata, el petróleo, el gas de Vaca Muerta, el litio, los minerales, la materia prima y el agua del Acuífero Guaraní y para ello condicionan a los Gobiernos con créditos usurarios y obligan a aplicar programas de ajustes salvajes que empobrecen al pueblo, luego de haber avalado y aprobado programas económicos en donde la fuga de divisas desangra al país productivo”.
“Pero un líder cambió los paradigmas del país en el siglo XX que decía que además de la independencia formal se necesita soberanía política, independencia económica y justicia social para construir una Nación realmente libre y soberana”, añadió y señaló que “esta es la lucha cotidiana que debemos encarar como Nación, la de construir la soberanía política, sostener la justicia social como bandera y defender la independencia económica”.
Y en contexto estimó que “tras 50 años de postergación, tuvo que venir un presidente patagónico para que el Estado nacional empiece a corregir las asimetrías de desarrollo en la Nación, porque de políticas de integración y de desarrollo equitativo de las regiones interiores debe sustentarse un país para ser soberano”.
Finalmente, expresó: “Es por ello que debemos tener claro que nuestra función como ciudadanos debe orientarse a construir esa Patria libre, justa y soberana en el lugar que nos toca, que es en nuestra Patria chica, en nuestro pueblo, en nuestra provincia donde debemos dar esa batalla día tras día para gestionar con pasión y orgullo estando al lado del que más necesita”.
“Ese debe ser nuestro aporte para que la grandeza de una Patria soberana que necesita de bandera, himnos y símbolos patrios, pero sobre todo necesita de ciudadanos esclarecidos, solidarios, empoderados, críticos y plenamente consciente de que cada uno de nosotros somos los verdaderos hacedores de la independencia de neutra Nación”, cerró.
Finalmente, el subsecretario de Producción Sustentable y diputado provincial electo (PJ), Lucas Rodríguez, tuvo a su cargo las palabras alusivas en representación del Gobierno provincial.
En ese contexto, subrayó que la Declaración de la Independencia es “un proceso y no un punto inmóvil o una foto en la historia de nuestro pueblo para alcanzar su liberación” y agregó que con el resultado de “las batallas de Caseros y de Pavón, Mitre, Sarmiento, Avellaneda y la Generación del ´80 recolonizan al país y lo someten a una realidad de vacas gordas y peones flacos”.
Recordó a Hipólito Irigoyen como “expresión de un Radicalismo verdaderamente popular que contrasta con el ropaje de las actuales dirigencias del centenario partido que vende sus banderas al liberalismo más rancio, abre el proceso nuevamente de reconquista de la soberanía política mediante la participación de los argentinos en los mecanismos de toma de decisión”.
Destacó que el 9 de julio de 1947 se declara, en la misma Casa de Tucumán, la independencia económica para “reafirmar la voluntad de ser económicamente libres y políticamente soberanos”, que tuvo como actores fundamentales al general Juan Domingo Perón, al pueblo trabajador y a una doctrina nacional nacida en el seno del pueblo, el Justicialismo.
Sostuvo que ese movimiento “a mediados del siglo anterior hizo realidad la independencia y la liberación de la Patria de los argentinos”, con una política soberana que incluyó el pago total de la deuda a los ingleses y norteamericanos, la nacionalización de los resortes estratégicos de la economía nacional, la recuperación del patrimonio nacional, la industrialización de una Argentina, etcétera.
Dijo que son todos antecedentes de la actualidad porque el gobernador Insfrán y el Modelo Formoseño “no han sido frutos que han caído lejos de ese árbol”.
Consideró que se trata de un conductor político de “aquellos que no nacen en todos los tiempos y todos los lugares” que “ha sabido resolver las ataduras económicas heredadas en el inicio de su gestión”.
En este punto recordó que el primer mandatario provincial partió con una coparticipación federal afectada por encima del 98% en el año 1995 y recuperó la independencia económica provincial “acumulando a hoy 21 años de superávit fiscal, cancelando estratégicamente las deudas con el Estado nacional para ejercer así una política soberana y construir justicia social en cada uno de los rincones de Formosa”.
Enumeró que esta política de desendeudamiento, el PAIPPA, la defensa de los recursos naturales y su industrialización, la salud, la política educativa hacen de esta provincia “un faro para las horas aciagas que vive la Argentina”.
Dijo que frente al condicionamiento del FMI y las propuestas de un liberalismo que “pretende dolarizar la economía, ponerla al servicio de los grandes centros financieros de especulación ubicados en Londres o en Wall Street, al sometimiento del trabajador argentino y su esfuerzo y a las alternativas del ‘sálvese quien pueda’ y del hombre, lobo del hombre, y de la libertad de morirse de hambre” los formoseños “somos leales a nuestro pueblo y al legado de San Martín, Rosas y Perón”.
Por eso, llamó a cada uno de los argentinos a “ponerse la Patria al hombro” y “a atender al hermano herido, construir una comunidad solidaria, evitando la indiferencia e identificando a aquellos que quieren robarnos la dignidad”.
Consideró que el país atraviesa grandes desafíos, pero confió en la grandeza del pueblo argentino y “apelando a la grandeza de los dirigentes que ponen en primer lugar a la Patria”, sostuvo los argentinos “tenemos mojones que tantos patriotas dejaron como guía, para hacer de la Nación una justa, libre y soberana”.