Por Agroempresario.com
Con una tradición arraigada y un clima favorable, se ha convertido en un líder mundial en la producción y exportación de flores, un sector que ha demostrado ser un motor económico significativo para el país.
Desde hace siglos, la producción de flores ha sido parte integral de la cultura neerlandesa. Sin embargo, fue en el siglo XVII cuando los tulipanes ganaron un estatus icónico en la región, desencadenando una fiebre conocida como la "Tulipomanía". Desde entonces, los Países Bajos han diversificado su producción de flores, y hoy en día, cultivan una amplia variedad que incluye rosas, lirios, claveles, narcisos y muchas otras especies.
Una de las razones clave detrás del éxito de la industria de flores en los Países Bajos es su innovadora utilización de invernaderos. Estas estructuras, que cubren vastas extensiones de tierra, permiten a los productores controlar meticulosamente el ambiente en el que crecen las flores. El clima cambiante de los Países Bajos no es un obstáculo, ya que los invernaderos brindan condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas durante todo el año.
La industria de flores de los Países Bajos ha adoptado prácticas sostenibles y tecnologías de vanguardia para garantizar que sus procesos de producción sean lo más respetuosos posible con el medio ambiente. El reciclaje del agua, el uso eficiente de energía y la reducción del uso de pesticidas son solo algunas de las iniciativas que han implementado para minimizar su impacto ambiental.
Con una producción anual que supera los miles de millones, los Países Bajos son el mayor exportador de flores en el mundo. Sus hermosas flores llegan a cada rincón del planeta, adornando jardines, embelleciendo eventos y llevando alegría a millones de personas. La calidad y diversidad de sus flores son altamente valoradas en el mercado global.
La producción de flores es un pilar económico fundamental en los Países Bajos, proporcionando empleo a una gran cantidad de personas. Desde agricultores y técnicos de invernaderos hasta distribuidores y exportadores, la industria emplea a miles de personas, creando una red sólida de trabajo y oportunidades laborales.
En resumen, los Países Bajos se han convertido en el referente mundial en la producción de flores gracias a su tradición, innovación, sostenibilidad y compromiso con la calidad. Estos campos florales pintorescos son mucho más que una atracción turística; son la expresión de una industria vibrante y próspera que florece en el corazón de Europa.