Agro Alimentos / Seguridad Alimentaria y Ética

Carlos Van Gelderen: “Argentina tiene todas las posibilidades”

Agroempresario.com mantuvo una charla con Carlos Van Gelderen, presidente de la fundación PROSAIA


Por Agroempresario.com

En una entrevista exclusiva con Agroempresario.com Carlos Van Gelderen, presidente de la fundación PROSAIA (Fundación de Promoción, Investigación y Educación para la Seguridad Alimentaria) y médico veterinario, habló sobre los objetivos de la institución, sus proyectos con mayor impacto, los desafíos a los que se enfrenta y los logros obtenidos, entre otras cuestiones. 

¿Cuál es el propósito principal de la Fundación Prosaia y cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

A la Fundación Prosaia la creamos junto con el doctor Alejandro Schudel, durante la década de los noventa. Por ese entonces nosotros habíamos trabajado mucho en el proyecto de prevención de las encefalopatías espongiforme bovina también llamada BSE, o enfermedad de la vaca loca. Yo en esa época trabajaba en el sector privado y fuimos los que trajimos esta inquietud, e hicimos todo el desarrollo junto con otros organismos públicos y privados para demostrar que la Argentina estaba en ese momento libre o que el riesgo era muy bajo. 

Como consecuencia de la crisis de la vaca loca, sobre todo en Europa, que sufrieron mucho, surgió la idea de la seguridad alimentaria y de una salud. Hubo dos reuniones muy importantes. La inicial fue la primera vez que se reunieron veterinarios y médicos en la Organización Mundial de la Salud, cuando se determinó que esta enfermedad era una zoonosis, o sea que pasaba de los animales al hombre, y había ocasionado lo que es la nueva variante de Creutzfeldt-Jakob que es una enfermedad de la misma encefalopatía transmisible de los animales y el hombre, pero esto se había demostrado que traspasó la frontera de la especie y enfermo sobre todo un montón de chicos en Inglaterra. 

Y la segunda, como consecuencia de eso, fue otra reunión muy importante que se realizó en el Parlamento Europeo y ahí lo que yo empecé a ver es que había un nuevo enfoque sobre lo que es la producción animal, sobre todo, en la producción de alimentos referida a la seguridad alimentaria y a resucitar un viejo concepto, que ahora todos se hablan como nuevo, que es el de una salud.

El concepto de una salud, que dice que la salud humana, animal y el cuidado del ecosistema es parte de lo mismo. Esto en la Unión Europea trajo como consecuencia que redactaran lo que es el Libro Blanco, donde hablan justamente de la seguridad alimentaria. Nosotros entendemos por seguridad alimentaria que a la gente le lleguen los alimentos en condiciones de inocuidad en la cantidad y en la calidad de lo que ellos requieren. 

Así nació, PROSAIA. Tuvimos un grupo de gente que nos apoyó del sector privado y arrancamos haciendo alguna serie de trabajos relacionados con todo este tema.

¿Cuáles son los programas o proyectos que han tenido un mayor impacto en la comunidad hasta el momento?

Hicimos un montón de trabajos,  uno de los primeros fue conseguir introducir en los servicios veterinarios de la región, a través del CAMEVED (Cámara de Medicamentos de Venta Directa) que lo proponía la OIE (Organización internacional de referencia para la salud animal), todos los aspectos relacionados con la aprobación y el uso de productos veterinarios bajo condiciones que no interfieran con la salud pública humana, que es lo más importante. 

Trabajamos mucho también con gente relacionada a la farmacología, sobre todo en la lucha contra el uso de antimicrobianos, que es un tema bastante importante en la producción agropecuaria, el no usar antibióticos sin un fundamento, lo cual en algunos casos impacta en la salud humana. 

Después hemos hecho trabajos en el proyecto de prevención de la encefalopatía de espongiformes, esto lo empezamos en el sector privado, después pasó a la Secretaría, estoy hablando de la época de 1997 a cerca de 2000, y más tarde presentamos un proyecto al Banco Mundial donde nos aprobaron y eso lo coordinamos desde PROSAIA con distintas instituciones, el INTA, SENASA, algunos investigadores privados y gente del sector privado.

Esos fueron proyectos de los más importantes y después hemos estado trabajando, por ejemplo, últimamente el mayor impacto es sobre fiebre aftosa. Empezamos a raíz de una solicitud de unos frigoríficos porque ellos preguntaban si podíamos exportar carne con hueso o menudencias, sobre todo a Europa. Se creía que no porque debía ser carne deshuesada, pero cuando me puse a revisar la normativa, no decía nada de eso, decía que son libres con o sin vacunación. Lo que pasa es que nuestros compradores optaron por aplicar una prohibición basada en conceptos científicos totalmente superados.

Hoy con la calidad de las vacunas, etcétera, se puede perfectamente diferenciar anticuerpos vacunales de anticuerpos de enfermedad y nosotros somos un país libre, con vacunación, que no tiene nada que ver, las vacunas son inocuas, etcétera.

Eso dio origen a que presentáramos un trabajo que ahora se ha expandido por el mundo junto con una empresa suiza que se llama TAFS sobre el libre, es libre, con o sin vacunas, entonces deberían aceptar todos nuestros productos.

Y nuestro sistema de producción, por la importancia que tiene, inclusive por la concentración de los animales susceptibles de esta enfermedad en las fronteras, creemos que el mejor remedio sería mantener la vacunación. Porque para evitar las enfermedades existen tres maneras, una es la bioseguridad, otra es vacunar y la otra es que no la tengas.

Pero la verdad de la historia es que la bioseguridad tiene su falla, para tener bioseguridad tendríamos que tener sobre todo alguna característica geográfica que nos divida, tanto la Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay, Colombia, etcétera, es una enorme región que no hay ninguna prácticamente barrera que impida el pasaje de los virus. 

Distinto es lo que pasa con la zona del Pacífico, como Chile, cordillera de por medio, y por su baja cantidad de animales susceptibles.

IPCBA nos financió la primera parte del trabajo, el cual consto de una evaluación cuantitativa de riesgo, donde nos pusimos a ver con las actuales condiciones con vacunación, cuál sería el riesgo de que en la Argentina volviéramos a tener que nuestros productos como la carne con hueso y pudieran llevar y transmitir la enfermedad a otros importadores. La verdad que nos dio muy, muy bajo, inclusive eso se mide en años, ha sido un gran logro, además ese trabajo hace unos meses, ya nos lo aprobó Veterinaria Epidemiology, que es una revista muy importante en el mundo con arbitraje, y va a ser publicado.  Nunca antes, se había publicado algo tratando a la aftosa como de riesgo, que es lo que se debe hacer con las enfermedades

No importa si va a vacunarse o no, el problema es que las enfermedades tienes que hacer lo que se llama un análisis de riesgo. El análisis de riesgo involucra tres componentes básicos, uno es la evaluación que está basado en ciencia, entonces medís todos los parámetros, la otra es la gestión, en este caso la gestión serían los organismos sanitarios, que en base a la información que le da la ciencia, dice bueno yo, SENASA o digamos los productores, estamos dispuesto a aceptar tanto riesgo,, eso ya es político, no es ciencia, y la comunicación que es avisar a toda la gente, a todos los interesados, sea consumidor, etcétera, qué es lo que estamos haciendo. 

Ese es lo último que estamos realizando, y que verdaderamente ha sido un logro importante, según me decía Alejandro Schudel, que es uno de los creadores, es virólogo, hace muchos años, es la primera vez que se acepta un trabajo basado en esta teoría, y la verdad que estamos muy contentos, después habrá que ir a negociar, pero bueno, ha sido un avance grande.

¿Cuál cree que ha sido el mayor de los desafíos a los que se han enfrentado y cómo hicieron para abordarlo?

El mayor desafío fue arrancar en un país que no está muy acostumbrado, tuvimos muchos proyectos y financiaciones tanto del Estado, como de las empresas, además hemos trabajado para SENASA. 

Ahora junto con la Red de Seguridad Alimentaria estamos trabajando en la influenza aviar y la aftosa lo cual es muy importante para poder abrir los mercados. Esto ha sido una iniciativa nuestra, a raíz de pedidos del sector privado. Y además tenemos una newsletter sobre todos los temas sanitarios que se publica todos los meses.

Para vivir en este mundo hay que pasar a un sistema de prevención, no de reacción, acá estábamos acostumbrados a tener sistemas de reacción y lo que hay que hacer es prevenir.

Ahora la vida se ha complicado mucho, podes viajar demasiado en muy poco tiempo y estar incubando la peste que se te ocurra tanto vos como tu equipaje, lo que sea. El gran ejemplo es el COVID, que en definitiva terminó siendo una zoonosis, porque salió de animales y se pasó al hombre, entonces por eso,  yo creo que hay que adecuar todo el sistema de control y pasarlos a sistema de prevención, que no es fácil. 

Por ejemplo, en el caso de la influencia aviar, el problema más grave son las migraciones de las aves, desde que empezamos a trabajar, nos hemos dado cuenta que tenemos bastante información de todas las migraciones que vienen por el Pacífico, pero del Atlántico no, de estas últimas no sabemos si hay las mismas o no, y también de los genotipos que tenemos que utilizar, que están actuando, porque no todos los virus son exactamente iguales para poder planificar las vacunas. En consecuencia estamos trabajando junto con SENASA, y con un grupo de investigadores, si es que hay que vacunar, cuál es el sistema de vacunación más apropiado, hay tres tipos diferentes de acuerdo a la situación que tengamos,  la Argentina es muy larga y muy grande, puede ser que en algún lado haya que aplicar un sistema de vacunación de emergencia, otra de prevención, etc.

Por otro lado es impresionante la cantidad de gente que se acerca, acá hay un sistema científico que es extraordinario, yo estuve adentro y no soy investigador, pero hay grupos de gente muy preparada y que se ha dedicado a trabajar, por muy bajos salarios, y mucha gente te dice, yo vengo a colaborar porque quiero devolver al país lo que invirtió en mí, capacitándome, y la verdad que es extraordinario.

¿Cuál es la colaboración más significativa que han tenido con el gobierno o con otras entidades?

El proyecto de prevención de la B.S.E fue muy importante, nosotros empezamos en un momento antes de cuando esto estalló. Primero quisiera resaltar que hay un problema muy serio, el hemisferio norte tiene un sistema de producción agropecuaria que difiere muchísimo de la nuestra, y muchos no lo conocen.  Hace muchos años cuando tuvimos que hacer una presentación de un formulario epidemiológico muy completo que hizo la Unión Europea y lo completamos en Argentina. Por ese entonces ya estaban haciendo PROSAIA, y a mí me pidieron que fuera a defenderlo ante un grupo de auditores de la Unión Europea que había contratado especialistas, no solo del mismo gobierno de los países miembros, sino también extranjeros, y lo que nos enteramos es que ellos pensaban que nosotros hacíamos lo mismo que ellos, y no era así, ni por bueno ni por malo, no lo habíamos creado. Este suceso fue muy importante, y a partir de ahí empezamos con el tema. 

Hace poco por Prosaia, por la red, hicimos un trabajo que fue carne argentina, carne sustentable para el IPCVA (Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina), una de las cosas que vimos ahí, para que se entienda a dónde queremos enfocar, hasta hace un tiempo, los del hemisferio norte decían, las vacas contaminan todo. Acá se descubrió y se demostró científicamente que las vacas pastoreando, sobre todo pastura natural, es que el anillo carbónico que entierran es lo que producen, o sea al contrario, están beneficiando el medio ambiente.

Ahora además estamos trabajando en el tema de deforestación, que también es un desafío importante para la Argentina, porque la Unión Europea por una serie de productos está pidiendo que provengan de establecimientos que no hayan deforestado a partir del 2020, y tiene una serie de requisitos, algunos son discutibles, pero digamos que son temas muy importantes, y acá hay bastante conocimiento.

El problema de Argentina es que la mayoría de la gente trabaja en compartimentos estancos, es mi experiencia con la red. Cuando creamos la red y con PROSAIA, nos encontramos con que había gente que estaba trabajando en lo mismo, dentro de un mismo organismo, y no sabía de lo que estaba haciendo el otro, uno estaba avanzado y otro no. 

Y el otro tema que es muy importante, para solucionar los problemas de la seguridad alimentaria, se necesita tener un abordaje multidisciplinario, no podés ser veterinario, agrólogo, necesitás de todo, informáticos, necesitas hasta que te ayude algún abogado para poder modificar las normas si es que hace falta, etc. Eso es el desafío y nosotros en eso hemos tenido bastante experiencia con todos estos programas, y realmente la gente está.

¿Cuáles creen que son los principales logros que la Fundación espera alcanzar para el futuro en los próximos 5 años, por ejemplo?

Poder terminar de implementar en la Argentina un concepto primero de prevención de todas las enfermedades, lo cual ya se está defendiendo, nosotros hemos construido nuestro granito de arena, y estamos tratando de contribuir a que eso interaccione en los distintos estamentos de la producción, que es muy importante, porque vuelvo a repetir, hay veces que uno está trabajando por un lado, otro por el otro, así que yo creo que la palabra es articular, contribuir a articular a todos para que trabajen.

Hoy en día, eso al menos en nuestro caso, ha funcionado, tenemos pedidos de algunos temas, asesoramientos, ya sea de SENASA, ya sea de INTA, tenemos convenios con ellos, estamos dando muchos cursos de capacitación, estamos administrando la solicitud del consorcio de exportadores de carne, sobre el manejo y todos los temas que hacen a la industria frigorífica,  y como dije, el de la aftosa. 

Queremos empujar todo esto y contribuir a que la Argentina despierte en que realmente tenemos enormes posibilidades, cosas que algunos no sabíamos. Yo creo que la Argentina es uno de los pocos países, si no el único que tiene producción de agua azul, o sea, la ganadería no usa el agua que necesita la gente, sino esa agua que si no la tomaban las vacas, no se tomaba, y eso se puede probar y todo eso contribuye a la sustentabilidad de nuestro sistema de producción. 

Cuando empezamos, éramos dos locos, o tres, y se fue juntando un montón de gente, creo que la Argentina tiene todas las posibilidades, y el problema que tiene es su capacidad de organizarse y administrar los temas, el resto está, la gente está, el país está y tiene todas las posibilidades. Cuando vos vas afuera, al menos en las áreas que me toca a mí, que es la veterinaria, no somos menos que nadie, no digo que seamos más, pero menos no.



 



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