Producimos en un lugar en el que pueden haber vientos de más de 150 kilómetros por hora. Y es como lo tambos: todos los días hay que salir a abastecer a nuestros clientes”.
La palabra de Mirta López, directora de Marketing y Estrategia Comercial de Tecnomyl, graficó los desafíos de una compañía bien austral.
Infocampo fue parte de la cita que se dio en el Hotel Alvear Art, en pleno centro porteño. No fue casual la elección del lugar: allí se aprovechó para hacer “causa común” con la extensa red de distribuidores de distintas partes del país y vinculados de lleno al mundo agropecuario y la vida cotidiana del productor. Los mismos son el vínculo de Tecnomyl con los productores.
“Estoy muy contenta por la convocatoria a nuestros distribuidores Red Austral. Es el único momento del año en el que tenemos la posibilidad de estar todos juntos. Aquí también aprovechamos para analizar las ventajas competitivas y la diferenciación de mercados fitosanitarios”, explicó la especialista.
Tecnomyl es una compañía que tiene 25 años. Los hermanos Pablo y Aníbal Mocchi fueron los creadores en tiempos en los que inicialmente buscaron socios comerciales en Paraguay, Bolivia y Brasil.
Los primeros pasos en los países vecinos marcaron luego, en el año 2001, la posibilidad de regresar a la Argentina y establecer la planta en el punto austral del país.
“De algún modo hay que ser muy valiente para producir allí, con vientos de hasta 150 kilómetros por hora, pero nuestra planta está preparada para soportarlo. Y no es tan raro tener vientos de más de 100 km en Río Grande. Es muy desafiante. Las condiciones son muy difíciles”, repasó López.
A la ciudad fueguina la separan más de 3.000 kilómetros de distancia de donde se sitúan la gran mayoría de los productores agropecuarios que buscan los productos de Tecnomyl. Una de las problemáticas a sortear por estos días se dio a raíz del desmoronamiento de una parte de la ruta 3, en Comodoro Rivadavia.
El desvío de los camiones obliga a un rodeo de no menos de 4 horas. ¿Cuánto demora un chofer en unir Tierra del Fuego con la zona núcleo? No menos de 3 días.
La firma argentina mira hacia el futuro y por eso decidió lanzarse a una sociedad con la española Kimitec, empresa de punta en la investigación y desarrollo de bioinsumos agrícolas para el Viejo Continente.
Allí, según explica López, los productores no podrán usar nada que esté relacionado con la síntesis química a partir de 2030.
“Eso no va a ser así en el mercado local en cultivos extensivos, pero vemos al biológico no como una competencia sino como un complemento. Hay un mundo que no se tiene en cuenta y los biológicos tienen un rol fundamental”, precisó.
Estados Unidos, según remarcó, también tiene una agenda robusta de cara al futuro en ese sentido. Y en Europa la gran demanda de producciones sustentables tiene que ver con que lo que se produce guarda una vinculación mucho más cercana con la alimentación directa que la que existe en estas regiones.
En esa dinámica internacional desde Tecnomyl señalan la inconveniencia de las trabas para la importación.
“Desde la puesta en marcha del sistema de SIRAS fueron muy notorias las complicaciones para importar. Pero nos hemos anticipado de manera tal de asegurar el producto terminado para su uso. Pero no todas las empresas lo han podido hacer”, remarcó López.
“Con lo cual, para maíz y soja en algún momento es posible que al momento de la siembra haya faltantes de algunos insumos”, señaló.
InfoCampo