El último informe elaborado por el Departamento de Estado de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) destaca que la producción mundial de cerezas -corregida a septiembre de este año- se estima en poco más de 4,8 millones de toneladas.
La cifra representa un crecimiento cercano al 3% en relación a la temporada anterior, del 53% en los últimos diez años y un salto del poco más del 170% en las dos últimas décadas. En términos nominales se espera para este 2023/2024 poco más de 114.000 toneladas adicionales de fruta respecto del período anterior.
Los números son impresionantes. No hay especie frutícola que haya trepado de tal manera en estos últimos años en volumen y que el mercado siga convalidando altos precios y, de esta manera, mantener la oferta sostenida.
El informe del USDA remarca que Turquía lidera la producción de cerezas para esta temporada 2023/2024, con estimaciones en torno a las 900.000 toneladas, seguido por China con una cosecha de 760.000 toneladas. En tercer lugar de importancia está la Unión Europea (UE) 657.000 toneladas, Chile con una cosecha de 502.000 toneladas y Estados Unidos con 421.000 toneladas.
Las pérdidas registradas en la presente temporada en la UE, dadas fundamentalmente por el clima, contrarrestó en gran medida las mayores cosechas proyectadas en Chile, China, Turquía y Estados Unidos. Sobre este punto, se pronostica que la producción de la UE caerá más del 20%, con mermas del orden de las 174.000 toneladas llegando a una cosecha final de 657.000 toneladas. Este contexto se dio debido a las heladas y las fuertes lluvias durante la floración y el cuaje, que redujeron la producción en la mayoría de los Estados miembros. Se espera que sus exportaciones se mantengan sin cambios en torno a las 15.000 toneladas.
Por otra parte, las proyecciones reflejan que Turquía podría impulsar -junto con Estados Unidos y Chile- las exportaciones en más de 100.000 toneladas para este año hasta llegar a un récord de 773.000 toneladas, creciendo en términos interanuales alrededor del 17%.
Analizando en gráfico adjunto se observa que las exportaciones de cerezas en la última década crecieron en 120%, con valores que se mantuvieron al alza en todo este último tiempo. Chile sin dudas, fue el gran impulsor de esta oferta. Hoy el vecino país es el principal exportador de esta especie a nivel global, concentrando su oferta el 57% del total del comercio internacional de cerezas, con una proyección exportable de 440.000 toneladas para esta temporada. Hace dos décadas esta participación del país trasandino era tan solo del 9%.
En esta misma línea, el estudio remarca que la producción de Chile aumentará alrededor de 31.000 toneladas a 502.000 toneladas, mientras que nuevas explotaciones continúan entrando en producción. Sin embargo, existen recientes informes los que señalan que las explotaciones de cerezas de Chile habrían sido afectada por las lluvias primaverales, por lo que existen nuevas estimaciones de producción con tendencias a la baja.
El trabajo del USDA detalla que con mayores suministros y una demanda fuerte y continua de China, las proyecciones reflejan que las exportaciones chilenas aumentarán, aunque a un ritmo más modesto que en los últimos años, en torno a las 25.000 toneladas a para llegar a las 440.000 toneladas. Este volumen representa en promedio el 90% de las exportaciones totales de Chile; sin embargo, los envíos también se han incrementado a otros mercados, incluido Estados Unidos, buscando de esta manera diversificar destinos.
Las estadísticas presentadas por el USDA dan cuenta de que las importaciones de cerezas en el mercado global continúan con su tendencia creciente. Últimas proyecciones señalan que alcanzarán las 730.000 toneladas. Este volumen refleja un crecimiento interanual del orden del 16% y del 134% cuando se lo relaciona con la temporada 2014/2015.
En términos absolutos, las importaciones crecerán en poco más de 102.000 toneladas en la presente campaña.
El relación a los países importadores, los más importantes prevén incrementar sus compras. China se destaca como el principal a nivel mundial, con importaciones proyectadas para esta temporada del orden de las 410.000 toneladas, unas 32.000 toneladas adicionales respecto de la pasada temporada. Todo esto pese a que se estima que la producción de China aumentará 80.000 toneladas en esta campaña para alcanzar las 760.000 toneladas, gracias a las buenas condiciones de crecimiento en el provincias de Shandong, Sichuan y Liaoning.
Se espera también que la producción se recupere en el mayor provincia productora de Shandong, mientras que la superficie cultivada continúa ampliándose, especialmente en las provincias del noroeste y suroeste, con fuertes inversiones para mejorar la calidad de las cerezas, incluidas coberturas de árboles para la lluvia.
La mayores importaciones proyectadas se sustentan en los envíos que se proyectan desde Chile y la recuperación de suministros en Estados Unidos. Estados.
El otro gran jugador del mercado de de cerezas en Rusia. Para esta temporada proyecta importaciones por unas 100.000 toneladas, un 20% más que las compras consolidadas en la campaña anterior.
En definitiva, el análisis comercial global, realizado con la estadística del USDA, da cuenta de que -por ahora- no existe un techo para la mayor oferta exportable proyectada de cerezas. Sin embargo, hay que seguir de cerca a China, el mayor importador del mundo, ya que sus últimos índices económicos muestran que no hay que descartar una posible recesión en el corto plazo, lo que podría romper el equilibrio que hoy presenta el comercio internacional para esta fruta.
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