Las cortinas rompe vientos en fruticultura se realizan principalmente para disminuir la velocidad del viento y así evitar los daños en frutos, ya sea disminuyendo la caída o el rameado de los mismos. Para ello se utilizan, según el país y tipo de suelo, distintas especies como Casuarinas, Alamos y Alnus sp, entre otras y también se usan barreras físicas con una malla plástica especial.
Las cortinas o barreras rompe vientos deben tener una determinada porosidad ya que si son impermeables provocan que el viento produzca aún más daños en los primeros metros a barlovento (es la parte de donde viene el viento con respecto a un punto o lugar determinado, es decir, la parte de cara al viento). Su distanciamiento depende de la orientación en que se encuentre cada cuadro. En las zonas de los Valles los vientos predominantes son del Oeste Sudoeste por lo que se colocan cada 100 a 150 metros para proteger este sentido del viento mientras que en el norte y este se pueden distanciar más llegando en algunas plantaciones a 500 metros.
Un aspecto muy importante del álamo chino es que su foliación coincide con la del sauce, alrededor de los primeros días de septiembre, pero al ser sus hojas de más tamaño protegen el ingreso de aire frio cuando se tiene sistemas activos de protección contra heladas.
Los álamos comunes desarrollan sus hojas más tarde por lo que para especies de floración temprana como ciruelas y frutas de carozo en general, la plantación de álamo chino asegura que al tener esas especies frutales su plena floración y cuaje temprano, las barreras de este álamo disminuirán la penetración de aire frio hacia las zonas protegidas.
Como las corrientes de aire frio se desplazan de zonas más altas a lugares más bajos se usa barreras con álamo chino para redirigir las corrientes de aire frio hacia lugares sin plantación o hacia desagües canalizando así esa corriente hacia otras áreas.
Barrera física con plantación de un ciprés de Leyland ( Cupressus x leylandii) que la reemplazará en el futuro. Podría haber sido plantada también con álamo chino.
Barrera física con plantación de un ciprés de Leyland ( Cupressus x leylandii) que la reemplazará en el futuro. Podría haber sido plantada también con álamo chino.
Las barreras con materiales tienen la ventaja de su inmediatez, pero tienen el inconveniente de su reposición y mantenimiento por lo que se aconseja colocarlas de manera temporal mientras las plantas de álamo chino se desarrollan y alcanzan la altura de la barrera física.
El álamo chino no se adapta bien a suelos salinos y es susceptible a fitóftora por lo que se aconseja plantarlo de tal manera que el agua no toque el tronco.
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