Cierran subáreas a la pesca por presencia de merluza y tallas menores de langostino
Se especula con una prospección en aguas de jurisdicción de la provincia de Chubut para fines de octubre
Cierre para la pesca comercial de Langostino en las subáreas 8 y 15. Lo comunicó en las primeras horas del miércoles la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera.
La determinación quedó expuesta en la trigésima Acta emitida por el Consejo Federal Pesquero, el cual celebró una nueva sesión durante los días martes y miércoles en su sede de la calle Humberto 1º de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La medida aplica para el Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza y como es habitual le fue informada al Prefecto Principal del Departamento Policía Auxiliar Pesquera prefecto principal Ángel Oscar Alvarenga, a través de la firma del Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera Dr. Julián Suárez.
El motivo que justifica la determinación son los datos aportados por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero sobre la captura incidental de merluza en las subáreas 8 y 15, la que supera en ambos casos el porcentaje límite del 20%.
En la sesión plenaria, y a través del Acta 30/2023, el órgano colegiado decidió por unanimidad –con nueve miembros presentes del Consejo Federal Pesquero- disponer el cierre a la pesca del Pleoticus muelleri en las dos subáreas mencionadas.
Dicho cierre comenzará a operar a partir de las 19 de este jueves 28 de septiembre, por lo cual se le solicitó a la Autoridad Marítima tenga a bien emitir una comunicación a través de frecuencia radial a los Buques Pesqueros que se encuentren afectados por la medida, a los fines de ponerlos en conocimiento de la decisión adoptada.
Es sabido que en los últimos días la cercanía de merluza con intenciones de reproducción se hace notar dentro de la pesquería de langostino, y a decir verdad, es una de las causas para el cierre de la zafra de langostino 2023 en aguas nacionales dentro de la ZVPJM. Está claro, es motivo de todos los años este detalle no menor.
También es consistente que la flota tangonera, según registros de observadores del INIDEP a bordo de tales buques, elaboraron sendos informes detectando la presencia de langostino de tallas menores a las comerciales, digamos L4, L5 y juveniles en estado de desarrollo.
Por ende, con estos antecedentes entre bycatch y presencia de langostino de talla no comercial, la lógica y la Ley, dice que es necesario proteger al recurso, y así debe ser.
A decir verdad, no fue una zafra siquiera por arriba de las peores estimaciones de los armadores. Ninguna buque tangonero en aguas nacionales desde el inicio de zafra dentro de la ZVPJM capturó más de 1200 toneladas de langostino, la mitad de lo que muchos costeros de Rawson pudieron pescar en sus aguas jurisdiccionales, merecido tienen sus frutos si están dentro del marco legal que ciertas dudas genera incluso al flamante Gobernador electo Ignacio Torres.
Ahora bien, hay algunos aspectos que es bueno destacar. En principio como consecuencia de los mercados internacionales varias fueron las empresas, principalmente las de origen español, y otras nacionales pesadas patagónicas excluyendo a Conarpesa, que decididamente hicieron fuerza para pescar menos (o para que pesquen menos otros).
De hecho, se ingresó muy tarde al caladero al norte del paralelo 42 o fuera de la ZVPJM e incluso empujaron a la autoridad de aplicación a iniciar lo más tarde posible la zafra dentro de la ZVPJM en aguas jurisdiccionales de nación.
Es claro, en sus cámaras persiste el langostino fresco de Rawson como «entero congelado en continente» con idea de vender por encima de u$s 8/Kg. (año 2022), deteriorando al mercado del «entero congelado a bordo«, cuya calidad suprema PREMIUM pasó a relativizarse, además con el Vannamei.
Hoy, aún en cámaras de España hay ese mismo langostino entero continental procesado a principio del 2022 (más de 18 meses en cámara de frío) sin vender pero intentando evitar las pérdidas de valor en sus registros contables.
Así, finaliza una zafra pobre, donde esa pésima especulación de pescar menos para impulsar precios, quedó demostrado no es real y es parte de la imaginación de quienes aún creen que Argentina es formador de precios internacionales.
El tema no termina allí. Peor aún, las propias empresas hoy impulsan la prospección de aguas bajo jurisdicción de la provincia de Chubut para mediados del mes próximo, como si el langostino -con gps en su inexistente cerebro- determina que las tallas no comerciales queden por el Este de la milla 12, y que la merluza emprenda un recorrido inexplicable hacia aguas profundas, para evitar un bycatch que solo Dios sabe cual es el verdadero, ya que el INIDEP desde hace más de 3 años, por esa idea paupérrima de utilizar y garantizar el federalismo desde la propia autoridad de aplicación nacional, en un recurso nacional y transzonal, no puede hacer ninguna estimación perdiendo una base de datos de más de 20 años de información.
Las empresas que hoy están abocadas a la compra de ese mismo langostino que va a desovar a las costas de Chubut donde se especula que las descargas son más del 65% de hembras impregnadas en plena zafra de Rawson, obviando el impacto en el futuro del recurso, son las mismas que no deseaban iniciar prontamente la pesca en abril cuando desde el propio INIDEP avalaron, que las condiciones estaban para la pesca comercial del recurso desde mediados de marzo.
Es evidente que el perjuicio, –por no hablar del daño-, hacia las empresas pesqueras de Mar del Plata, es imposible de dimensionar, ante la vista omisa de quienes deben impartir el equilibrio justo entre los participantes del sector en el mismo caladero y sobre la misma especie.
Así, como el cierre justo y biológico de la pesquería en aguas nacionales dentro de la ZVPJM con el cierre de la subárea 8 y 15 protege ambas especies (langostino y merluza); es así de escandalosa una apertura de aguas bajo jurisdicción provincial a escasos 15 días del cierre de la nacional. ¿será que el langostino y la merluza tienen gps y no se acercan a la milla 12? o a nadie le importe el caladero, el futuro del recurso y la situación delicada de las empresas pesqueras de Mar del Plata; ¿y los precios internacionales, ahora no se los defiende?. Siga, siga, decía Lamolina…
Entendamos a esta columna, la libertad de trabajo no puede ser coartada, el langostino cuando está biológicamente apto para pescar, se lo debe pescar..! y cuanto más, mejor; porque despues se muere. Tanto sean los precios internacionales, la demanda del mercado o el propio Estado debiesen quedar al margen, el riesgo es de las empresas, lo que no es posible, es el juego de los últimos dos años que practican algunos participantes de la actividad, donde creen que el beneficio de unos, es con la destrucción de otros. El verdadero rival es el Vannamei y como mejorar la calidad de lo que se pesca, generando trabajo, innovación y valor agregado, no el vecino. Ahora, si en la milla 13 hay merluza y langostino chico, no es lógico que para otros a tan solo 2 millas no. Algo no está funcionando bien, parece. Vaya paradoja.
Pescare