“A pesar de que los precios son muy interesantes, todo en nuestro país es incertidumbre y ya vamos para la segunda semana de negocios paralizados. El problema es que cualquier venta se cobrará en pesos luego de la elección, las alternativas de dolarización están desapareciendo, ya que ni siquiera se acepan pagos de insumos, y el tipo de cambio libre se dispara”, indica.
Es por ello que el profesor de la sede Rosario de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral recomienda aprovechar la volatilidad para la cosecha nueva, “especialmente en maíz que tiene fundamentos más complicados, y está llegando a niveles rentables”.
Con respecto al ritmo de comercialización, Romano detalla: “En maíz se lleva vendido con precio el 57% de los cultivos contra 59 histórico y del año pasado, a pesar del dólar agro y las oportunidades de cerrar precios diferidos en pesos con un tipo de cambio mucho más alto. En soja estamos en un 60% igual que el año pasado y similar al promedio. En trigo se lleva vendido a precio el 85% de la producción contra 88% del promedio, pero en un año se sólo 12 mill.tt de producción”.
“Todos estos números vienen detenidos en las últimas semanas a medida que los instrumentos para dolarizarse sin recurrir a deuda del Estado se agotan, o se encarecen significativamente. También resultan complejos los remanentes para el ciclo que viene pensando en el empalme. Quedan sólo 14 mill.tt de maíz contra 22 del año anterior, y en soja 8,4 vs 16 mill.tt del ciclo que viene”, agrega.
Para Romano, esta situación “muestra el desfinanciamiento del productor argentino en este ciclo. Y también el hecho de que sean reacios a comprometer ventas del nuevo ciclo”.
A nivel global, lo central pasa por descubrir cuál será el impacto del conflicto entre Israel y Hamas en las economías mundiales: qué países terminarán involucrados, o si lo que estamos viviendo es un punto particularmente preocupante en un conflicto que viene de hace tiempo y continuará. “Los mercados de commodities subieron como reacción espasmódica, pero ahora hay que ver si esto se confirma”, agrega.
Ante la amenaza de disrupciones en el mercado de energía relacionadas con los conflictos bélicos, EEUU relajó las sanciones a Venezuela permitiendo importaciones desde este país. Esto descomprimió precios.
“En cuanto a fundamentos propios, la cosecha de EEUU supera la mitad de avance, con lo cual la tendencia de rindes ya es firme, y atravesamos el peor momento de la presión de la misma. Los fondos se vendieron mucho en maíz y levemente en soja. Cualquier elemento podría detonar compras especulativas, y el clima sudamericano podría ser el catalizador. En soja, con falta de lluvias en el centro de Brasil y a pesar de que los analistas mantienen altos niveles de producción esperada, y en Argentina con clima seco en el centro, norte y oeste, aunque pronósticos dando vueltas”, concluye.
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