El importante aporte hídrico ocurrido en las últimas horas con lluvias de gran magnitud que alcanzaron a todo el centro del país es, según la Bolsa de Comercio de Rosario, el punto de inflexión y “un rayo de esperanza” que faltaba para que El Niño se activara de manera definitiva.
Sin embargo, todavía no es para celebrar: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió que los vientos polares continúan “perturbando” la acción del fenómeno climático provocado por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial.
“Los vientos polares perturban la activación de El Niño, concentrando las lluvias sobre el Litoral Atlántico y Fluvial, y dejando a gran parte del interior con aportes insuficientes”, resume el reporte elaborado por el agroclimatólogo Eduardo Sierra
Según la perspectiva agroclimática estacional de la entidad porteña, con la llegada de la primavera, El Niño comenzó su etapa de activación, lo que permite además “romper la larga racha de sequía provocada por la secuencia de tres episodios consecutivos de La Niña, cuya acción negativa se extendió hasta fines del invierno”.
En este marco, la Bolsa aclara que, aunque el presente episodio de El Niño es sumamente vigoroso, y ya ha hecho sentir sus efectos sobre varias Regiones del Mundo, “es muy probable que sus efectos sobre el Cono Sur resulten perturbados por una fuerte actividad de los vientos polares”.
¿Qué es lo producen? Impulsan las corrientes frías de Humboldt y Malvinas a lo largo de las costas de Sudamérica, obstaculizando la entrada de humedad hacia el interior del continente.
El resultado es que, como suele suceder cada vez que viene El Niño, durante la primavera gran parte del área agrícola del Cono Sur recibirá precipitaciones normales (tonos de verde) a superiores a lo normal (tonos de azul).
“No obstante, al mismo tiempo se observarán varias áreas de mediana a gran extensión situadas hacia el interior del Continente, donde la llegada de humedad es obstaculizada por los vientos polares, que registrarán precipitaciones inferiores a lo normal (tonos de amarillo a rojo)”, sostiene el documento.
Ya para el verano, “los contrastes descriptos se acentuarán”, completa la Bolsa:
Una amplia franja seca y con fuertes calores se extenderá sobre gran parte del Paraguay y gran parte del Cerrado del Brasil.
Una franja húmeda, con riesgo de anegamientos y desbordes de ríos, abarcará el este del NOA, la Región del Chaco, el sur de la Región Oriental del Paraguay, el norte de la Región Pampeana, la mayor parte de la Mesopotamia, el sur del Brasil y el Uruguay.
El sur de Santa Fe, el sur de Entre Ríos, el centro y el este de Buenos Aires y el sur del Uruguay recibirán precipitaciones normales a moderadamente bajo lo normal.
Gran parte Cuyo, gran parte de Córdoba, gran parte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires observará precipitaciones bajo lo normal y fuertes calores.
Luego, recién hacia el otoño El Niño lograría extender su acción a la mayor parte del Cono Sur, activando en forma plena las precipitaciones, aunque subsistirán algunos focos secos, afectando a algunas zonas como el oeste y sudoeste de la Región Pampeana
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