Los cambios producidos en la vida cotidiana en relación a la implementación de nuevos valores como el disfrute de la naturaleza y la vida al aire libre, el aprendizaje de las tradiciones culturales y la simplicidad en el estilo de vida están generando un cambio en la concepción del ámbito y las actividades rurales.
En este sentido, la recepción de turistas en establecimientos agrícola/ganaderos constituye una gran oportunidad para la diversificación de las actividades económicas del espacio rural.
La incorporación de los servicios turísticos en los establecimientos de producción agrícola brinda la posibilidad, no solo de generar mayores ingresos, sino también de ofrecer posibilidades de empleo a un gran universo de personas que lo convierte en más inclusivo en cuanto a género y edad. La posibilidad de recibir huéspedes y agasajarlos compartiendo las tradiciones gastronómicas, el estilo de vida y los conocimientos en relación a las actividades rurales se transforma en un elemento de gratificación tanto para los visitantes como para los anfitriones.
La actividad turística no solo es valorada en función de su utilidad para mejorar la calidad de vida, sino que se transforma en una herramienta que permite mantener vigentes las tradiciones relacionadas con los sistemas de producción y la organización social, transformándose en un elemento motivador sobre todo para las generaciones más jóvenes ya que les permite descubrir nuevas posibilidades de desarrollo profesional sin tener que abandonar su lugar de origen.
Por su parte, el turismo evidencia mayor interés en experiencias activas en las que el visitante asuma un rol más protagónico. Los turistas, y principalmente aquellos que buscan distenderse de la vida sedentaria y rutinaria de las grandes ciudades, están ávidos de protagonizar experiencias, que, si bien para los habitantes del ámbito rural son habituales, para ellos resultan inimaginadas y emocionantes.
La globalización y los avances tecnológicos acercan los más diversos estilos de vida y transforman a las actividades rurales en un recurso en sí mismo. Es así como los agroturistas no solo disfrutan la posibilidad ser protagonistas de la producción, sino que se transforman en excelentes promotores de los productos obtenidos, motivando a los pobladores locales a fortalecer la identidad cultural y la organización tradicional. La incorporación de la actividad turística ha resignificado el medio rural no solo conectándolo con el mundo sino también modernizando y diversificando su actividad económica, brindando la posibilidad, incluso de generar nuevos productos como la gastronomía y las artesanías típicas del lugar.
La visión comunitaria del turismo como una herramienta para mejorar la calidad de vida de las localidades receptoras constituye, más allá de los beneficios económicos, un foco impulsor de los ideales de sustentabilidad incluyendo también la valoración social, cultural y de los recursos naturales. Es de fundamental importancia, para que los resultados sean exitosos, el trabajo constante en el desarrollo de las capacidades y habilidades necesarias para brindar un producto de calidad. La capacitación no solo es una necesidad en este sentido, sino que también ofrece una importante oportunidad de desarrollo para la población y para las comunidades.
El nivel de desarrollo alcanzado por la actividad agroturística y la exigencia de una demanda cada vez más experimentada, evidencian la necesidad de generar propuestas educativas acordes. Es por ello que la Diplomatura en Agroturismo de la Universidad del Salvador ofrece una valiosa oportunidad en la que se brindan herramientas para la integración regional y la visibilización de realidades locales, proporcionando una experiencia única y auténtica de la realidad agropecuaria. Tanto la formación de los pobladores rurales en temáticas relacionadas con la prestación de servicios turísticos como la especialización de los profesionales en turismo en las cuestiones de la vida rural resultan cada vez más importantes para el óptimo desarrollo de ésta actividad.
Perfil