El turismo enológico tiene su anclaje en la provincia de Tucumán donde, desde Tafí del Valle hasta el Corredor de la Ruta 40 en los Valles Calchaquíes, se celebra la historia y la cultura del trabajo en terruños que revelan la Ruta del Vino Tucumano y brinda los colores, aromas y paisajes en comunión con la experiencia y la sabiduría de la gente.
Este recorrido trepa desde los 1.750 msnm hasta los 3.000 de altura y una amplitud térmica que imprime la concentración de aromas, azúcares y colores; vientos que aseguran la sanidad de las uvas y una diversidad de cepas que sintetizan el mundo vitivinícola. El malbec y el torrontés están presentes en estos valles que se aseguran 350 días soleados al año.
La diversidad en la elaboración de vinos es una constante. Los hay artesanales, boutique e industriales y muestra también la historia de los pueblos originarios, lo ancestral, lo español y lo jesuita. Así el visitante descubrirá que, en los Valles Calchaquíes, existen viñedos desde fines del siglo XVI y, desde el XIX se elabora la bebida nacional..
Vanguardia y tendencia
La bodega Luna de Cuarzo (RN 40, km 4305, Colalao del Valle) fue creada por la primera mujer tucumana que desarrolló su emprendimiento vitivinícola. Para Silvia Gramajo hablar de su finca es hablar de su pasión en la vida. Nacida en San Miguel de Tucumán, un día decidió cambiar todo y en 2011 se instaló en estos suelos cubiertos de cuarzo "y dado que la luna, cuando sale, es blanca como el cuarzo. Por eso elegimos este nombre para la bodega”, cuenta.
Los expertos definen a los suelos calchaquíes como sanos, buenos, con mucho sol y buen clima, razón por la cual “los vinos son perfumados, intensos, aromáticos que casi no necesitan barrica”, explica Gramajo y se refiere al paso por barrica de roble que se acostumbra para darle intensidad a los vinos de calidad y reflexiona: “Por algo los pueblos originarios florecieron en este valle”, dice.
En 2010 la familia de Giacomo Spaini hizo la Ruta del Vino y se enamoró de este terruño. Diseñaron su proyecto vitivinícola en unas 13 hectáreas con cepas malbec y cabernet franc, al que sumaron un torrontés ligero. Hoy llegan a unas 120 hectáreas al pie del cerro de La Mina (4.762 msnm) donde se construyó la Finca Albarossa con su hotel boutique, y piscina, y donde pusieron “olivos alrededor del hotel porque está relacionado con este cultivo en Italia”, dice el dueño que desde el establecimiento, en el Km 4.282 de la RN 40, cerca de Colalao del Valle, de Amaicha del Valle y de la Ciudad Sagrada de Los Quilmes. Allí producen sus vinos y las botellas se lucen con las etiquetas creadas por el artista tucumano Enrique Salvatierra.
Además de los vinos, las fincas y los viñedos, en este recorrido se conocen los artesanos ceramistas, los textiles, las travesías en 4x4, cabalgatas, senderismo y podemos decir que las propuestas llegan literalmente hasta el cielo, porque a tan sólo 24 Km. de la Ruta Nacional 40 sobre la RP 307, está Ampimpa con su Observatorio, uno de los mejores para conocer los astros.
En la bodega Comunitaria Los Amaicha (Ruta Provincial 307 km 115, Amaicha del Valle) se conoce sobre el apego al terruño y es donde se expresa la riqueza ancestral del suelo. Gabriela Balderrama y Micaela Lera reciben a los visitantes. Y cuentan que este emprendimiento es único en la Argentina y el tercero en el mundo por ser una bodega administrada y dirigida por una comunidad de un pueblo originario que se rige con una organización integrada por un consejo de ancianos y un cacique Miguel Flores.
Son 40 productores de uva de distintos pueblos de los valles como Amaicha del Valle, Los Zazos, Ampimpa, Encalilla, El Paso, Colalao del Valle, hasta Ciudad Sagrada de Los Quilmes quienes participan en esta bodega donde se procesan entre 16 mil y 18 mil kilos por vendimia para elaborar “un vino muy natural”, dice Balderrama y aclara que es casi orgánico. En cuanto al riego, hay entusiasmo para el verano porque hubo “mucha helada este invierno y esperamos que el deshielo traiga agua”, comenta.
Desde San Miguel de Tucumán, por Ruta Provincial 307 hacia Tafí del Valle, por la Cuesta del Infiernillo hasta Amaicha del Valle, y acceso a Ruta Nacional 40 rumbo Norte hasta Colalao del Valle.
Bodega Cerro El Pelao (Tafí del Valle).
Bodega y viñedos Fortaleza (Tafí del Valle).
Bodega Cooperativa Los Zazos (Amaicha del Valle).
Estancia Rural Río de Arena (Ruta 40, km 4305 – El Bañado).
Finca La Churita (Ruta 40, km 4306 – Colalao del Valle).
Finca La Orilla (Ruta 40, km 4307 – Colalao del Valle).
Altos La Ciénaga (Ruta 40, km 4307 – Colalao del Valle).
Chico Zossi (Ruta 40, km 4308 – Colalao del Valle).
Bodega Las Arcas de Tolombón (Ruta 40, km 4313 – Colalao del Valle).
Bodega Valle de Choromoro (Ruta 311, km 3 – Trancas). Es la única bodega geográficamente ubicada en otra zona, ya que Trancas, tal como lo indica el nombre de la bodega, está en el Valle de Choromoro.
Bodega Vertientes Tintas (Av. Cesareo Segura s/n – camino principal al dique Los Zazos - Amaicha del Valle).
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