Por Agroempresario
Catamarca, una provincia situada en el noroeste de Argentina, alberga una riqueza de belleza natural y cultura que a menudo pasa desapercibida. En medio de esta riqueza, las localidades de El Alto y Tapso emergen como auténticos tesoros escondidos, cada una con su propia historia y encanto.
El Alto, ubicado a unos 130 kilómetros al noroeste de la capital provincial, San Fernando del Valle de Catamarca, es un pueblo de montaña que deslumbra a los visitantes con sus vistas panorámicas de las sierras, donde los picos cubiertos de vegetación crean un espectáculo visual impresionante. Este entorno es ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza, ya que ofrece numerosas rutas para explorar. Los turistas pueden recorrer los senderos que serpentean por los cerros, descubriendo cascadas escondidas y bosques frondosos a lo largo del camino.
En El Alto, también se puede explorar su legado cultural. Su iglesia colonial, construida en el siglo XVIII, es un testimonio de la historia de la región. Los visitantes pueden pasear por sus calles adoquinadas y sumergirse en la vida cotidiana de este pueblo pintoresco.
Muy cerca de El Alto se encuentra Tapso, un pequeño pueblo que a menudo pasa desapercibido, pero que es un auténtico rincón de tranquilidad. El corazón de Tapso es su iglesia, un hermoso edificio de principios del siglo XIX que es un símbolo de la fe y la tradición que se vive en esta región. Además, los manantiales termales de Tapso son una verdadera joya. Las aguas termales son conocidas por sus propiedades curativas y relajantes, lo que las convierte en un destino perfecto para aquellos que buscan escapar del estrés de la vida cotidiana.
Ambas localidades ofrecen la oportunidad de disfrutar de la autenticidad y la hospitalidad de la gente local. La gastronomía catamarqueña es una delicia para los sentidos, y en estos pueblos se pueden probar platos tradicionales como las empanadas y las comidas regionales a base de productos locales.
En resumen, El Alto y Tapso son dos joyas escondidas en la provincia de Catamarca que merecen una visita. Ya sea para disfrutar de la belleza natural, explorar la historia y la cultura, o relajarse en las aguas termales, estas localidades ofrecen una experiencia auténtica y enriquecedora para los viajeros que buscan algo más que los destinos turísticos convencionales.