La nueva actualización del maiz y la soja a un dólar más competitivo y la complicación de la importación de productos que no fabricamos aumentó en demasía el costo de producción del cerdo bajando el margen bruto en dólares”, resaltó JLU Consultores en el Informe del Sector Porcino Argentino correspondiente a octubre.
Estos dos hechos no permitieron al productor capitalizar la situación de “un dólar estancado nuevamente y una inflación en alza” que provocó que “el precio del capón trepó de una forma importante, teniendo la cotización más alta en dólares de todo el 2023”.
En porcentajes, el valor del capón fue 10.6% mayor que en septiembre pero 4.4% menor que el mismo mes del año pasado. Y en dólares, con un nuevo dólar agro la cotización del cerdo en pie dio un importe de 1,26 dólar (oficial), un valor “muy competitivo no solo en la región, sino en el mundo”, lo que llevó a Juan Luis Uccelli, titular de la consultora a consluir que “el dólar oficial no es real” (en rigor, este jueves mantenía una brecha de 165% respecto del dólar que puede conseguirse en el mercado informal).
Por otra parte, al porcinocultor también lo afectó el hecho de que la carne de cerdo, que se había mantenido con un aumento inferior a la inflación de agosto y septiembre, se tomó revancha en octubre pegando un gran salto que, sumado a la queda de la cotización del dólar, encareció fuertemente el valor dolarizado al público.
Así con el dólar agro, los problemas para la importación que subieron costos y el aumento del valor de la carne que repercutió en las ventas al público:
La situación es complicadísima para los productores de baja escala.
De acuerdo al trabajo de JLU Consultora, el Índice de Carne de Cerdo en pesos tuvo una importante alza del 34.9% durante octubre y un valor acumulado del 175.7% en los últimos doce meses, muy por encima de la inflación.
“Así, a pesar de la suba del cerdo en pie, el fuerte salto del valor al público desmadró la relación llegando a valores superiores al promedio y que no se observaban desde hace 6/7 años”
En una amplia comparación de precios, JLU detalló que en 12 meses el corte del jamón tuvo un aumento “muy grosero”, superando el 200%, seguido del pechito, luego el maiz, el vacuno, la soja, el capón y el dólar que no mostró cambios.
“Tuvimos dos meses de mayor aumento del cerdo en pie que los precios al público, pero en octubre estos últimos subieron mucho y marcaron una gran diferencia. En tres meses la diferencia se aumentó 16.5% que es demasiado para nuestra realidad de país”.
La diferencia del vacuno y el cerdo en pie bajó a un valor cercano entre ambos a principio de mes, pero luego se marcó una nueva diferencia por la suba del vacuno, estando por encima del promedio de los últimos tiempos.
El aumento de la carne vacuna al público “fue el punto de arrastre de los cortes de cerdo”, manteniendo una diferencia prudente, pero en una situación delicada de poco poder adquisitivo. La diferencia es mucho mayor, a favor de la media res porcina, respecto de un año atrás.
Sumando a la comparación a la carne aviar, “se mantiene una diferencia interesante y lógica entre los tres productos”. JLU mostró que la evolución de la media res vacuna, la porcina y el pollo eviscerado marca una simetría casi perfecta entre la media res vacuna y el pollo eviscerado, mientras que “la media res porcina maneja su propio camino”.
El ingeniero zootecnista, Juan Luis uccelli, elaboró el siguiente comentario para cerrar el informe:
Es difícil analizar la situación del país y del sector, quizás porque Argentina no sea lógica o aún, mejor dicho, que los argentinos no somos lógicos. Somos viajeros constantes en una montaña rusa, mezclada con el tren fantasma y las aventuras de Indiana Jones.
Lo increíble que seguimos y nadie nos entiende, personalmente creo que ya ni Dios nos entiende. Estar produciendo sin saber si mañana los cerdos podrán tener alimento balanceado, si la aplicación del inmunocastrador la podremos hacer, después de tener un cachorro sin castrar y muchas otras cosas, en la lógica es imposible.
Pero los productores porcinos de Argentina siguen produciendo e increíblemente, siguen invirtiendo y para algunos sigue siendo rentable.
Se debe pensar que el nuevo Gobierno, no importa cual, no tiene en agenda al sector porcino, ni siquiera al sector agropecuario y que el desarrollo del sector se debe volver a negociar con las nuevas autoridades, mostrando las virtudes de generar ruralidad, dar valor a los cereales, reemplazar la carne vacuna que faltará y hasta divisas mediante la exportación de carnes porcina, subproductos y productos elaborados.
El Sector Porcino de Argentina crecerá de todas formas, si se logra que den una mano, será más rápido.
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