Facundo López es un joven de 24 años de Nogoyá, Entre Ríos, que desde que terminó el secundario estaba decidido a hacer algo para reutilizar el plástico. Estudió con información de internet y videos y ahora venden varillas plásticas a todo el país.
La historia de VariYa Plástica
Desde sus inicios, enfocó el proyecto en dar soluciones al sector agropecuario: "Lo veía más funcional para la transformación del desperdicio". Se inició bajo el nombre de Plastic Evolution, con varillas, postes y tablas, en un proceso de prueba y error. Finalmente, decidió enfocarse solo en las varillas y creó Variya Plástica.
Se inició con una máquina usada, pero la demanda creció y decidió buscar inversores. Comenzó a darle visibilidad al proyecto y así fue que aparecieron sus socios, oriundos de Lujan.
"No podía cubrir la demanda. Por ejemplo, me llamaban de Córdoba y querían 5000 varillas, que era lo que hacía en dos meses", recuerda en diálogo con Agrofy News. Con los inversores del proyecto, decidieron avanzar en máquinas inyectoras que contratan a terceros. Eso les permitió pasar de una producción de 50 varillas por día a 50 por hora. Un cambio que llegó hace apenas dos meses.
Facundo cuenta que ahora, con la situación del país, está todo un poco más parado y no venden como esperaban, pero que el proyecto sigue creciendo.
También destaca que es un proceso hasta que el sector agropecuario comprenda los beneficios de las varillas de plástico. "Es un proceso para instalar el producto, que es algo nuevo para el campo. Pero hay de todo, a algunos les encanta y hay otros que no los sacas de la madera hasta que llegue la nueva generación".
Junto a una universidad de la zona realizaron un estudio del material de las varillas, que es 100% de plástico reciclado. El resultado arrojó que la composición molecular se mantiene óptima entre 45 o 50 años. "Es flexible y resistente, es superior a la madera", destaca Facundo, aunque remarca que es algo nuevo y que se va instalando en el mercado.
"Me sorprendió para bien la responsabilidad de los productores por el medio ambiente", agrega.
El plástico lo compran pelletizado y proviene de diferentes artículos usados. "Al principio nos decían que no se podía, y lo hicimos", resalta.
Las varillas plásticas son de 2x2,5 cm y tienen 1,20 metros de alto. El precio estimado es de 800 más IVA. Es algo más caro que la madera, pero vienen con 10 años de garantía y tienen una durabilidad aproximada superior a los 40 años.
Emprender en Argentina
"Estuve un año luchando para acceder a algún crédito, era golpearse la cabeza contra la pared. Uno se frustra", comenta sobre sus inicios, antes de buscar inversores. Pero se motivó dado que encontró un producto que es sustentable, innovador y, sobre todo, comprobó que tiene salida. "Las personas que me tocó conocer son buenísimas", destaca sobre sus socios.
“Apunto a vivir de esto, que es lo que estoy haciendo hoy en día, y poder expandirnos con todo lo que tenemos proyectado para continuar revalorizando los recursos plásticos. Estamos viendo cómo llegar a Uruguay y Brasil, quizá este contexto de Argentina regalada nos permita hacerlo, en toda crisis hay oportunidad", concluye y destaca que también sueña con destinar una parte del proyecto para concientizar sobre la reutilización del plástico.
Mientras termina la nota con Agrofy News, Facundo se prepara para ir a despachar un pedido de VariYa Plástica a Córdoba.
Agrofy
