Ambiente Sustentable / Agro Ecosistemas

Agroforestación, a fondo: cuánto cuesta plantar, qué ventajas trae a productores y al ambiente y cuánto se tarda en ver un retorno

Un especialista cuenta los beneficios medioambientales y la ganancia que los productores pueden obtener al trabajar el campo a partir de técnicas de forestación, conservación y restauración de suelos

Agroforestación, a fondo: cuánto cuesta plantar, qué ventajas trae a productores y al ambiente y cuánto se tarda en ver un retorno
lunes 06 de noviembre de 2023

En agosto del 2017 se sancionó en Córdoba la ley N° 10.467 “Plan Provincial Agroforestal”. La normativa establece que las unidades de manejo agropecuario de Córdoba deberán poseer un mínimo del 2 al 5% (dependiendo de indicadores y características de suelo, clima y región) de existencias arbóreas sobre el total de superficie. Se trató de una normativa que contó con amplio quórum, con el 98% de la Legislatura de Córdoba a favor en conjunto con las cuatro Universidad de la provincia. También participó el INTA, la Secretaría de Ambiente, la Secretaría Agricultura, entidades rurales y algunas ONG, entre otros actores.

 

Cómo es forestar: la experiencia desde Córdoba

A partir de esta ley, existe una gran oportunidad de transformar esta exigencia en una alternativa productiva y rentable, según señalan especialistas en trabajar este segmento. Una de las posibilidades para llevarlo a cabo era aprovechar el apoyo económico no reintegrable de la Ley de Promoción Forestal y su beneficio vinculado al retorno de inversión, sin embargo, desde el sector indicaron que hace tres años que el gobierno nacional no destina dinero al mismo. Lo que hoy en día funcionan son beneficios fiscales como el revalúo de ganancias y la exención del Impuesto Inmobiliario Rural en Córdoba. 

“La agroforestación se puede adaptar a una variedad de sistemas agrícolas y condiciones ambientales. Esto la hace una práctica a ser implementada por productores de todos los tamaños y en una variedad de regiones”, señaló Eduardo Castro, socio junto a Luis Argüello Pitt de la empresa Optimizar Forestal, que gestiona proyectos forestales y fue una gran impulsora de sancionar la Ley a nivel provincial.

 

 

Justamente, el hecho de tener un marco regulatorio que establece exigencias a trabajadores del sector agropecuario y esquemas de acción es una buena oportunidad para que no se esperen esfuerzos puntuales de un pequeño puñado de productores interesados en la agroforestación. El objetivo del mismo es poner en agenda, de una vez por todas, cuestiones vinculadas al medio ambiente como la conservación de la cuenca hídrica, mitigación de la erosión, tratamiento de efluentes, ordenación urbana, protección de escuelas rurales, entre otros.

“Acá lo que hay que remarcar es que el productor siempre está atravesando alguna crisis o momento de coyuntura. Este tipo de proyectos son de plazo, entonces en este punto es donde hay que empatizar con los mismos, en cómo pueden pensar en el largo plazo si viven en el día a día. Ahí es donde el marco regulatorio cobra importancia para ordenar y gestionar el proceso”, aseguró Castro.

 

Aunar fuerzas: Optimizar Forestal

Optimizar Forestal nació formalmente como una sociedad de acción simplificada cinco años atrás. Los socios comenzaron a trabajar juntos en el 2018 y unieron dos viveros para arrancar en el sector, donde actualmente producen 1.150.000 plantas por año. El objetivo, en palabras de Castro, era viabilizar los requerimientos de la Ley que establecía que, de cada 100 hectáreas de campo, debían existir 2,5 hectáreas de bosque, lo que se materializa en lograr 100 mil hectáreas de forestación en un período de diez años.

“Los primeros dos años fueron de mucha resistencia por el esfuerzo que implica instalar árboles en el medio rural, en espacios en donde el 70% de los campos son alquilados. El desafío nuestro estuvo allí, el foco de los primeros años era saber que íbamos a plantar en los lugares con menor costo de oportunidad, en los solares más marginales. Tuvimos que encontrar especies que toleren esas áreas marginales o generar propuestas atractivas que justifiquen la intervención en lugares con mayor costo de oportunidad”, señaló Castro.

 

Durante tres años los socios estuvieron plantando no menos de 700 hectáreas respectivamente, generando trabajos en campos de distintas zonas de la provincia y con la especie algarrobo como su “caballito de batalla”, ya que representa un servicio ecosistémico directo, facilitando el reciclado de nutrientes y la biodiversidad de especies alrededor de los árboles. Entre sus ventajas, también figura el hecho de adaptarse a ambientes pobres y degradados con suelos arenosos, permitiendo la fijación del nitrógeno y con buena tolerancia a derivas de agroquímicos.

Según destacaron desde la firma, especialmente en los últimos años se abre toda una perspectiva por parte de los productores sobre la sostenibilidad de la producción, no solamente por todo lo relacionado al cambio climático, sino por un giro de conciencia genuino que va aparejado con las nuevas generaciones. “Hoy tenemos otra vinculación con ellos y contamos con más de 3000 hectáreas plantadas, estamos enfocados en generar proyectos de mitigación de erosión hídrica, eólica y tratamiento de efluentes”, indicó el especialista agroforestal.

La empresa trabaja vinculada a Nativas, quienes se enfocan en desarrollar proyectos que tienen como eje principal la captura de carbono, incorporando árboles nativos en los bosques y emitiendo activos verdes para compensar la huella de las empresas. “Nosotros somos implementadores de Nativas, vamos y ejecutamos los proyectos que ellos llevan como proponentes. Trabajan en un marco de desarrollo de certificaciones locales, aparte de las internacionales”.

A su vez, Nativas tiene una alianza formal con Agrofy y son los impulsores del programa Aurora, en donde a través de un fideicomiso conectan a productores y empresas del agro, con la meta de incorporar 5 millones de árboles nativos a nuestros agroecosistemas en los próximos cinco años.

Costos y rentabilidad para plantar árboles

Según pudo averiguar Agrofy News, en la actualidad el costo de plantación por hectárea, partiendo de una base de 300 a 330 plantas por cada una, ronda entre los u$s 1350 y los u$s 1.600 oficiales más IVA. También se pueden sumar otros servicios como un sistema de protección con polainas para prevenir el ataque de roedores. Respecto al retorno de la inversión va a depender muchísimo el proyecto, la especie, el lugar que se utilice, el destino y los centros de procesado que el productor tenga y que son clave al momento de calcular la retribución.

“Dependiendo el lugar y la calidad del sitio, hablamos de una rentabilidad de entre un 5% y un 12% para proyecto con un fin 'foresto industrial'. A esto hay que sumarle el potencial ingreso por la captura de carbono y la formalización de los créditos y todos los beneficios ambientales, ecosistémicos y sociales para quienes habitan el campo o sus proximidades”, señaló el especialista forestal y agregó que este tipo de proyectos tienen un horizonte de quince a veinte años como mínimo para su desarrollo.

 

Beneficios y puntos a superar

Entre los principales beneficios de la agroforestación figuran: la conservación del suelo, ya que, los árboles ayudan a mantener el suelo en su lugar, lo que reduce la erosión. Ayudan a proteger el agua de la contaminación y la deposición de sedimentos, mejorando su calidad al filtrar contaminantes y proporcionar sombra. También permite capturar carbono porque lo absorbe de la atmósfera, ayudando a mitigar el cambio climático.

“En el 2017 hubo 480 mil hectáreas en Córdoba declaradas en emergencia agropecuaria por anegamiento e inundaciones y aunque el árbol por sí solo no hace nada, en conjunto con un manejo integrado de cuencas permite controlar el flujo de agua y retenerla. Se recomienda acompañarlo con un plan de retención de agua en las cabeceras de estas cuencas y con sistematización, donde las pendientes superen el 2% ayudando a generar ‘microdepresiones’ en la parte baja y un entorno favorable para la instalación de especies herbáceas”, explicó Castro.

Otra ventaja es el aumento de la biodiversidad, ya que, los árboles proporcionan hábitat para una variedad de plantas y animales. Una posibilidad que corre por un carril paralelo es la creación de sistemas silvopastoriles, una combinación perfecta entre la producción ganadera y la forestación, buscando la estabilidad ambiental, social y económica. A su vez, proporcionan forraje, por ejemplo la chaucha del algarrobo cumple un papel fuerte como forrajera

Entre los desafíos que todavía debe enfrentar la agroforestación se encuentran, por un lado, la competitividad con la agricultura convencional, dado que corre el riesgo de ser menos rentable, lo que dificulta su implementación a gran escala. Otro reto es el cambio climático, el cual podría afectar la salud y la productividad de los árboles, reduciendo los beneficios de forestar.

“Igualmente, no es bueno comparar la forestación con sistemas tradicionales sino pensarse como complementos. Hay muchos puntos favorables a la hora de potenciar a la agricultura y respecto a los problemas ambientales, hay que ser muy cuidadoso en la elección de las variedades y las especies debido a que uno quizás elige algunas que no son aptas para el ambiente, generando problemas. Otra de las preocupaciones en plantación extensivas, con aquellas que tienen gran susceptibilidad a incendios forestales”, advirtió Castro.

 

Agrofy News

 

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