En China se está realizando la feria CIIE que organiza el gobierno de ese país y donde están participando el IPCVA junto a otras 19 empresas exportadoras. Pero también pasó por la muestra el vicepresidente del Senasa, Rodolfo Acerbi, quien este año encabezó la gestión por la apertura de ese mercado a las menudencias vacunas, y que ahora está negociando la firma de un protocolo para que también se puedan exportar las porcinas.
En el sector productivo hay mucha expectativa por la rúbrica de ese acuerdo ya que, al igual que en el sector vacuno, ese ingreso de dinero les permitiría integrar económicamente mejor la res faenada.
Según reveló un importante empresario del rubro a Bichos de Campo, “lo que estamos negociando son corazón, riñón, hígado, tripas, tráquea, esófago, cabeza, patitas, manitos y estómago. De valores todavía no podemos decir nada porque son muchos productos, pero si te puedo decir que son sustancialmente superiores a lo se pueden vender acá, en especial las patitas, manitos y cabeza. El resto aquí directamente no se vende”.
Otro empresario indicó que “hoy esos subproductos de la faena se venden principalmente a países africanos. El valor promedio ronda los 400 a 500 dólares por tonelada y creemos que con la apertura de China se podría duplicar el precio por unidad, y claramente vender mucho más por lo que el beneficio sería muy importante”.
Para el sector esto ayudaría además a mejorar su pobre actuación en los mercados internacionales y la colocación de parte de su producción nada menos que en el gran comprador mundial de carne y mayor productor de carne porcina, con más de 50 millones de toneladas al año.
Con respecto a las exportaciones del sector porcino, el analista Juan Uccelli dijo a este medio: “En octubre las exportaciones arrojaron un valor de 508 toneladas, que es un 40% inferior al mes anterior y un 74.5% superior al mismo mes del año anterior. De lo exportado tan solo 61 toneladas son de carne y el resto de menudencias”.
La posibilidad de vender menudencias a China también compensaría, al menos en parte, el mal momento económico que atraviesa el sector y que está sacando a los pequeños productores del circuito.
El costo de producción supera los 700 pesos por kilo y empata al valor de venta del kilo de capón. Este año los sucesivos dólares soja y agro impactaron de lleno en las cuentas del sector ya que encarecieron sus principales costos: soja y maíz.
Para colmo, mientras el precio de la carne aumentó -y mucho- en la góndola, el productor la vio pasar. El último mes, el precio de la carne saltó un 35% mientras que el valor que se le paga al productor aumentó menos que la inflación –solo un 10%-, según contó el consultor Juan Uccelli.
Bichos de campo