En un establecimiento de Plottier, que en la actualidad se dedica a la producción de almendras, se realizará un ensayo de media hectárea con pistachos.
En la región hubo experiencias que no tuvieron buenos resultados, pero la aparición de un nuevo portainjerto y la experiencia incorporada hasta el momento en el manejo de frutos secos en la provincia puede generar nuevos y mejores resultados.
La iniciativa está a cargo del Centro PyME-ADENEU, organismo dependiente del Ministerio de Producción e Industria, y tiene como objetivo sumar una alternativa rentable para ampliar la matriz económica y productiva de Neuquén.
Alejandro García, referente de frutos secos de la Agencia comentó que “a lo largo de los años, varios productores han consultado para cultivar pistacho en el Alto Valle. Hubo una pequeña experiencia en una chacra de Añelo, pero año a año las plantas se helaban”.
El especialista señaló que “ahora surgió la posibilidad de trabajar con otro portainjerto que en teoría tiene cierta resistencia a las heladas y esa virtud se la transfiere a la planta. A partir de esto, y con la experiencia que ya tenemos en el manejo de frutos secos, de atenuar el efecto del frío, tenemos confianza en que este nuevo cultivo se pueda desarrollar con éxito”.
Desde el Centro PyME-ADENEU se financió la adquisición de las plantas y del sistema de riego, en tanto que el productor va a hacer la plantación y el mantenimiento. Luego, desde la Agencia se va a hacer un seguimiento para ver la evolución del cultivo.
García explicó que “el ensayo nos va a permitir ver el comportamiento del cultivo acá en el valle. En cuanto a los requerimientos de suelo, el pistacho no es exigente, el gran desafío que tenemos por delante es que las plantas no se hielen en el período otoño-invierno, en su etapa juvenil”.
“Una vez que la planta está en producción, la floración de la misma ocurre alrededor de la tercera semana de octubre, por lo cual hay una baja incidencia de heladas tardías” aclaró García.
A través de políticas de desarrollo productivo, el gobierno de Neuquén ha promovido el cultivo de frutos secos con créditos y asistencia técnica. Entre 2008 y 2011 se implantaron alrededor de 250 hectáreas de nogales, emprendimientos que una década más tarde lograron concretar la primera exportación.
En la actualidad, Neuquén cuenta con 454 hectáreas de almendros y nogales, y el sector está integrado por 56 productores.
Senillosa es la ciudad con mayor superficie destinada a los almendros, con 37 hectáreas, mientras que Picún Leufú lidera a nivel provincial con la presencia de 187 hectáreas de nogales.
El Centro PyME-ADENEU brinda asistencia técnica de forma personalizada y continua, las cuales alcanzaron las 170 en 2022. También ofrece capacitaciones y líneas de financiamiento propias, así como también acompañamiento para la gestión de fondos externos.
Las almendras y las nueces presentan una serie de ventajas, como larga conservación a un bajo costo, consumo sostenido en aumento a nivel local y mundial, y una baja demanda de mano de obra al poder mecanizar labores culturales, como la cosecha. Diversos puntos que posicionan a los frutos secos como una alternativa viable y rentable de reconversión productiva.