a Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1 de San Vicente implementa plantas aromáticas para el control biológico de plagas. Desde la huerta del establecimiento escolar bonaerense se promueve el intercambio y aprendizaje para nuevas prácticas de horticultura familiar.
El proyecto cuenta con la colaboración de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y es impulsado por la Agencia San Vicente del INTA, con el apoyo del Programa Prohuerta del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
El objetivo de la experiencia es lograr la implantación de diferentes aromáticas como repelentes de plagas, así como de plantas florales como atrayentes de polinizadores. Por otro lado, se incorpora la técnica de entremezclado de diferentes hortalizas que, debido a sus características alelopáticas, se potencian entre sí.
A través de capacitaciones, los alumnos acceden a herramientas que les permiten alcanzar un óptimo manejo de la producción agroecológica tanto en la cosecha como en el control de plagas. La propuesta se enmarca dentro de la idea de soberanía alimentaria y como
continuación del proyecto Jardines Comestibles. “Nuestro objetivo es incentivar a que se destine una parte del jardín de las viviendas para realizar una huerta. En suma, es muy importante que podamos alimentarnos con verduras cosechadas en casa. Las prácticas de horticultura combinadas con un buen consumo de comidas diarias ayudan a promocionar una mejor nutrición”, expresa Ricardo Alberro, profesor agrónomo del establecimiento.
Con el eje puesto en un aprendizaje continuo, el plan de estudio incluye:
- Principios de la agroecología.
- Elaboración de preparados orgánicos.
- El rol de las plantas aromáticas y medicinales dentro de la huerta como trampas o repelentes.