Karlos Arguiñano es uno de los cocineros españoles más conocidos del mundo. Desde principios de los años 90, el chef vasco es un referente gracias a sus programas de televisión, donde enseña a cocinar platos deliciosos de manera sencilla.
El origen de la pescadilla a la bordelesa se remonta a la década del 70, Arguiñano la creó en su restaurante de Zarautz. El chef, que es conocido por su pasión por la cocina tradicional vasca, quiso adaptar una receta francesa clásica, el lenguado a la bordelesa, a un pescado más asequible y popular en España, la pescadilla.
La salsa bordelesa se caracteriza por su sabor intenso y cremoso, y por su color rojo intenso, que se debe al vino tinto.
Este plato se convirtió rápidamente en un éxito, y pronto se extendió por toda España. Actualmente, es uno de los platos más populares de la cocina vasca, y se puede encontrar en restaurantes de todo el país.
La receta de la pescadilla a la bordelesa fue creada por Arguiñano para el menú de su restaurante en Zaraut (Fuente: Restaurante Karlos Arguiñano)
800 g de pescadilla (dos unidades)
1 diente de ajo
2 patatas
2 cucharadas de pan rallado
1/2 limón
25 g de mantequilla
100 ml de vino blanco
6 chalotas
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Perejil
Fundir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
Trocear las chalotas y pocharlas en la sartén. Una vez pochadas, majar el ajo y añadirlo también junto con el vino blanco. Dejar reducir y luego añadir zumo de limón.
Retirar la sartén del fuego y añadir pan rallado poco a poco, removiendo para conseguir una pasta.
Pelar y trocear las patatas en daditos. Cocerlas en una cazuela con agua y una pizca de sal.
Usar una bandeja de horno con un poco de aceite en el fondo. Colocar los lomos de pescadilla encima, salpimentar y añadir la pasta elaborada por encima.
Precalentar el horno a 230º, introducir la bandeja y hornear durante 4 minutos.
Servir todo junto con unas pocas patatas.
El Cronista