Raleras de quebrachos colorado, monte fuerte, sabanas con palmera caranday, selva en galería y los esteros son algunos de los ambientes típicos presentes en el Parque Nacional característicos de la ecorregión del Chaco Húmedo.
Subtropical húmedo, con estación seca. La temperatura media anual es de 22° C con máximas superiores a los 40°C en verano y, ocasionalmente, mínimas bajo cero en invierno. Hay 900 a 1.400 mm anuales de lluvia, concentrados entre noviembre y marzo.
El área posee bosques puro de quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae), que fue uno de los principales motivos de creación del área protegida.
Los madrejones que se forman el en el antiguo cauce del río Negro, las cañadas y los bañados del Panza de Cabra suman diversidad a los ricos ambientes acuáticos, y son el hábitat a peces, anfibios y otros pequeños animales deleite de aves como cigüeñas, garzas y espátulas rosadas.
Al centro, este y sur del área se encuentra el monte fuerte donde predominan los quebrachos colorados chaqueños, que pueden alcanzar los 15 m de altura y que en algunos sectores forman bosques puros o quebrachales. En el noroeste, confluyen los quebrachos colorados chaqueño y santiagueño. El primero tiene hojas simples, el segundo, compuestas.
Otras especies arbóreas que se destacan en el monte son el espina corona, de púas, el guayacán de colorida corteza, el algarrobo y el guayaibí, además del lapacho rosado o amarillo, árbol nativo que embellece el entorno invernal con sus copas colmadas de flores.
Hacia el oeste, en las zonas más bajas con anegamiento en la época lluviosa, se forma la sabana de palmeras, constituida por palmares de palma blanca o caranday, junto a los pastizales naturales.
Entre el monte fuerte y la sabana de palmeras se presenta un área de transición: un bosque bajo y abierto de palmeras caranday, árboles menores y arbustos.
En el estrato inferior el bosque se cubre de chaguares, bromeliáceas de vistosas inflorescencias y fuertes espinas alrededor de sus hojas
La gran diversidad de ambientes del área protegida brindan refugio a una gran diversidad de fauna, muchos de los cuales son fácilmente visibles, como el bullicioso mono carayá, zorro de monte, guasuncho, pecaríes y especies amenazadas como el oso hormiguero, el lobito de río, el aguará guazú y el tapir, entre otras.
Para dar una idea de la elevada diversidad del Parque, por ejemplo, en el caso de las aves, se han contabilizado 353 especies diferentes que representan más de la tercera parte de las especies Argentinas. Algunos ejemplos son la pollona negra, el gallito de agua, varias garzas como el hocó colorado, el chajá y los biguaes. Además, es sitio de nidificación y dormidero del loro hablador.
En los montes cercanos, habitan guazunchos y carayás o monos aulladores, que se hacen escuchar desde el interior del monte por sus fuertes gritos. Los gatos monteses, el coatí, el aguará popé y la corzuela parda, que habitan las zonas boscosas, también forman parte de la fauna típica.
Las áreas descampadas concentran manadas de ñandúes y chuñas.
En los palmares se ecuentran el carpintero blanco y el aguilucho colorado. En los pastizales, una multitud de insectos, entre ellos varias langostas y algún mamboretá, se mimetizan con facilidad.
A la sombra de los árboles, las urracas paraguayas y moradas merodean el área de acampe. Las secundan el confiado ipacaá, el carpintero lomo blanco, de cabeza y copete rojos y, por las noches, las lechuzas, el atajacaminos y el urutaú, vigilan desde lo alto.
Las lagunas Panza de Cabra y Yacaré albergan al roedor más grande del mundo: el carpincho, que también habita la laguna que lleva su nombre.
En el verano, las lagunas congregan una increíble variedad de ranas, destacándose las especies trepadoras, que cuentan con extensiones circulares en las yemas de sus dedos a modo de ventosas.
Administración de Parques Nacionales