as llamas son animales que miden de 1,20 a 1,75 m y alcanzan una altura de 1,10 a 1,30 m. Llegan a pesar 150 Kg. Y se obtiene en la esquila (que se realiza cada dos años) de 2 a 5 Kg de fibra por animal.
En Argentina son las comunidades puneñas (Jujuy, Catamarca, Salta) las que se dedican a la ganadería y esquila de esta especie, por lo general son pequeños productores con menos de 80 animales. Fuera de la Puna, encontramos grandes productores en San Luis, Buenos Aires y La Pampa, emprendimientos privados que trabajan en investigación y mejoramiento genético de la especie.
Existen diferentes criterios para clasificar las llamas y las distintas calidades de fibra: por el eco-tipo, por el tipo de mecha, por color, o por finura y longitud.
Clasificación por eco-tipo: Se pueden reconocer la existencia de dos variedades fenotípicas de llamas, aunque es muy probable que existan aún otras desconocidas:
T’amphulli o lanuda: se caracteriza por tener un vellón denso y uniforme a lo largo de todo el cuerpo, rizado y suave al tacto. En esquila el vellón varia de 1500 a 1800 g y una proporción mucho menor de fibras meduladas.
K’ara o doble capa: se diferencia por su vellón, distribuido en dos capas y menor calidad de fibra. Asociada con los campos de pastoreo de escasos recursos forrajeros. A nivel textil su eficiencia productiva es baja, produce entre 800 g y 1100 g por animal al año.
Según las conclusiones obtenidas en el informe “Calidad de las fibras de camélidos sudamericanos en Argentina” de Mueller, casi la mitad de llamas en Argentina son de simple capa, tipo T’amphulli o lanuda, y menos de un cuarto de las llamas son de doble capa, tipo K’ara.
Doble capa, capa intermedia, capa simple, hemilustre y lustre.
Argentina no cuenta con una denominación estandarizada de calidad de top o hilados con fibra de llama, la siguiente clasificación de diferentes calidades en top de llama descerdada se toma de los estándares analizados por Bolivia.
Llama descerdada: 20.5-21.1 μm y longitud 55-57mm
Baby Llama descerdada: 21.5-22.5 μm y longitud 55-57mm
Baby Llama: 22.6-23.5 μm y longitud 53-55mm
Llama gruesa descerdada: 25.0-26.0 μm longitud 53-55mm
Actualmente la producción de fibra de llama se realiza como actividad de subsistencia, con un escaso desarrollo tecnológico, en un sector industrial concentrado en el que se presentan problemas de aspecto tecnológico y productivo.
Se están incorporando a la cadena de valor nuevos productores de fibra, cooperativas, empresas industriales y emprendimientos de diseño y artesanías, para la generación de productos de alto valor e innovación con fibra de llama, realizados íntegramente en nuestro país. Al mismo tiempo se observa un incremento del volumen de producción de fibra, lo que favorece al desarrollo y crecimiento de las economías locales y genera mayores puestos de trabajo. El aumento de la demanda de fibra de llama, los requerimientos de calidad, la valorización de la fibra de llama y la diversidad de la trama productiva, llevan a que se desarrolle una mano de obra y recursos humano cada vez más especializados para producir productos de alto valor, con innovación y tecnología, y buscando a través del diseño nuevos usos y aplicaciones de la fibra para lograr un mayor posicionamiento internacional.
Aprovechando las oportunidades que plantea el mercado en tendencias de consumo, que buscan cada vez más, procesos sustentables, innovación y variedad de fibras. Deberíamos trabajar en la comunicación de los productos dándole valor al proceso productivo, comunicando a través del etiquetado, visibilizando su trazabilidad. Promover la calidad de los productos, el desarrollo de hilados y tejidos. Generar marcas de fibras argentinas, trabajando de la mano del diseño de autor y las artesanías.
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