Granizo en Río Colorado: pérdidas alcanzan los $4.500 millones

Desastre. Esa es la palabra que define hoy la situación de la fruticultura de Río Colorado tras el paso de la tormenta de granizo que arrasó, el jueves pasado, con gran parte de la producción de la zona.

Aproximadamente unas 700 hectáreas de frutales, entre pepita y carozo, fueron dañadas producto de la tormenta de piedra mencionada. Esto representa casi el 70% del total de la superficie de la localidad que, según datos del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), se ubica en poco más de 1.050 hectáreas entre todas las especies frutícolas allí plantadas.

“Fue tremendo. Hoy (por ayer lunes) estuvieron funcionarios de Río Negro haciendo la primera evaluación de daños y quedaron verdaderamente impactados con lo que vieron. La destrucción es casi total en muchas chacras”, confesó el vicepresidente de la Cámara de Productores de Río Colorado, Marcos Rodríguez Barbini.

Teniendo en cuenta los niveles de producción por hectárea que presenta la zona, las primeras estimaciones proyectan perdidas en torno a los 20 millones de kilos de fruta que no podrán ser comercializadas en el mercado en fresco. El número no es menor, ya que se habla de pérdidas para los productores en torno a los 4.500 millones de pesos.

El ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy, junto con el secretario de Fruticultura, Facundo Fernández, recorrieron ayer varias de las chacras afectadas por el granizo. Los acompañaron el intendente de la localidad, Duilio Minieri, y el legislador provincial Gustavo San Román.

“El principal problema lo tenemos con el carozo donde las pérdidas alcanzan al 80% y no hay forma de colocar la fruta dañada en ninguna parte ya que no hay industria para ello. Es decir, directamente se pierde. Con la pepita la situación es algo mejor; las pérdidas llegan al 70% pero tenemos la salida de la industria donde podemos llegar a recuperar algo de lo perdido”, confió el productor Rodríguez Barbini.

Sin embargo, con los elevados costos que presenta la actividad, los productores deberán evaluar si el precio que paga la industria por esa fruta que no se puede comercializar en fresco, compensa el gasto de cosecha y traslado. Un número muy finito que todavía no está cerrado.

Hoy por la mañana los funcionarios de la Provincia se reunirán con los productores de Río Colorado para analizar las herramientas con las que cuenta el sector público para poder ayudar en este complejo escenario. Si bien no trascendieron medidas, seguramente el Gobierno sacará una batería de créditos que sirvan para poder continuar con la temporada. Por ahora, nada se habla de subsidios directos al productor.

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