En tu área verde, ya sea huerto o jardín, es probable toparse con diversos patógenos que amenazan la salud de tus cultivos, desde insectos hasta hongos y bacterias. Combatir estas amenazas es crucial para garantizar una cosecha óptima.
¿Cómo elaborar insecticidas caseros?
Estas recetas se fundamentan en ingredientes orgánicos, excluyendo el uso de químicos, lo que permite abordar las plagas de manera sostenible y respetuosa con el entorno. Sin embargo, se aconseja aplicar estos remedios caseros solo cuando la población de insectos es alta o cuando se observan daños significativos en varias hojas de la plantación. Evitar aplicaciones indiscriminadas, ya que podrían tener un efecto contrario al deseado.
Expertos en cultivos afirman que el ajo actúa como un potente repelente natural de insectos, disuadiéndolos y ahuyentándolos.
Para prepararlo, tritura una cabeza de ajo con unos clavos de olor en la licuadora y agrega dos vasos de agua. Deja reposar la mezcla durante un día y luego mézclala nuevamente con 3 litros de agua. La solución resultante se puede rociar directamente sobre las hojas de las plantas.
En condiciones propicias, como altas temperaturas y humedad en verano, los hongos pueden aparecer fácilmente en nuestras plantas. Para preparar un fungicida efectivo, mezcla 8 partes de agua (preferiblemente de lluvia o de la canilla dejada reposar por dos días) con dos partes de leche desnatada. El ácido láctico de la leche actúa como potente fungicida. Agrega 20 gramos de bicarbonato de sodio por litro de mezcla y colócala en un pulverizador. Aplica la solución durante dos días consecutivos al atardecer o después de una tormenta, y luego de manera preventiva cada 15 días. Este fungicida sirve contra el oidio, mildiu y roya.
Las hojas de tomate contienen alcaloides, excelentes repelentes para varios insectos. Llena dos tazas con hojas de tomate picado, agrega agua y deja reposar durante una noche. Diluye la mezcla en dos vasos de agua y rocía las plantas con el spray resultante. Mantén este insecticida alejado de animales domésticos, ya que puede ser tóxico para ellos. Es efectivo contra pulgones, gusanos y orugas.
Las cáscaras de huevos, además de ser un buen fertilizante, actúan como repelente. Tritúralas y esparce el polvo en la base de las plantas para crear una barrera contra caracoles y orugas, atacando principalmente a estos últimos.
Cuando los caracoles y babosas se vuelven una plaga, puedes combatirlos de varias maneras. Esparce restos de ceniza de madera, coloca cerveza en un tarro en el jardín para atraerlos y ahogarlos, y mezcla agua con un 2% de cafeína alrededor de las flores para eliminarlos. Estos métodos son efectivos contra orugas y caracoles.
Prepara un spray batiendo en una licuadora un puñado de pimienta con dos tazas de agua. Deja reposar la mezcla durante la noche, filtra al día siguiente y agrega un vaso de agua. Este insecticida es eficaz contra la arañuela roja, mosca blanca y pulgón.
Licua tres cebollas con agua, coloca la mezcla en un frasco con agua y déjala reposar durante la noche. Filtra al día siguiente y aplica el insecticida, que combate principalmente a la arañuela roja, mosca blanca y pulgón.
Mezcla tres cucharadas de jabón líquido orgánico con 30 ml de aceite de naranja y añade cuatro litros de agua. Aplica esta solución para combatir principalmente hormigas y cucarachas en tus plantas.
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