La victoria en las urnas de Javier Milei abrió un nuevo escenario de expectativas para el sector agropecuario. Entre ellos, se cuenta el mercado inmobiliario rural, que después de atravesar un 2023 con vaivenes, espera un año con una mejora en las operaciones. En este sentido, la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) analizó el escenario a futuro para este sector.
“Durante el 2023, aun siendo un año electoral, pudo verse más actividad que en otros años electorales”, señalaron desde la cámara presidida por José María Bauzá.
Y agregaron: “Las causas pueden deberse a distintos factores, pero en términos generales, hubo una apuesta de los inversores a mirar y optar por poner su dinero en Argentina sin saber quién sería el próximo presidente”.
Desde la entidad remarcaron que si bien hay mucha incertidumbre, existen motivos para ser optimistas. “Hasta ahora, las primeras e incipientes señales que manda el mercado han sido positivas”, consideraron.
Por el momento y más allá de este optimismo, identificaron dos problemas que pueden repercutir de manera negativa en los negocios: la elevada inflación que sufre la economía y la inseguridad.
Como atenuante, remarcaron que la suba en la cotización internacional de los commodities y las expectativas de que se mantengan estos valores con buena demanda es una muy buena noticia para los campos agrícolas.
“La mala noticia es que nuevamente se aumentaron las retenciones a muchos productos del agro”, advirtieron. Con respecto a la ganadería, destacaron que se encuentra un peldaño por debajo en materia de expectativas en comparación al agro, pero se mantiene la demanda china y mejoraron los precios a nivel local”, sostuvieron.
De este modo, el mercado inmobiliario rural estuvo más activo para campos agrícolas, y con una menor demanda para campos mixtos y ganaderos.
Para la entidad que nuclea a las inmobiliarias rurales, es clave que la Ley de Tierras haya sido incluida en el DNU que en estos días se está tratando a nivel legislativo.
“Pero no por la mera derogación vendrán inversores, vendrán cuando la Argentina entre en la mira de los mismos por su seguridad jurídica, seguridad económica, estabilidad y un sistema cambiario libre. Es decir, esto sucederá recién cuando Argentina sea un país que reúna las condiciones para invertir”, argumentaron.
Con respecto a la situación del mercado inmobiliario vinculado a la compra y venta de campos, existieron dos escenario bien definidos. Por un lado, un primer semestre con mayores movimientos y consultas y con ofertas que en muchos casos no llegaron a concretarse.
Durante el segundo semestre, afirmaron que las ofertas se acercaron más a lo pretendido y se concretaron más operaciones. “Continuaron las consultas y revisaciones, con lo que debemos esperar que luego del período de vacaciones el mercado esté más activo”, señalaron.
Al momento de analizar el rubro alquileres, estimaron que las operaciones durante el segundo semestre fueron menores. “Lo poco que se realizó siguió con la tendencia del primer semestre con campos agrícolas muy buenos o buenos muy demandados y con precios firmes”, argumentaron.
Ante este escenario, se registró un aumento del valor de los alquileres agrícolas,que en el segundo semestre de 2023 osciló entre el 5% y 10%.
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