El calor de la última semana de enero y principio de febrero impactó en el rendimiento de la soja. En la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que hay pérdidas de hasta un 30 %.
En este sentido, señaló que a pesar de llegar a máximas que superaron los 40 °C, el peor escenario fue la gran cantidad de horas con valores por encima de los 30 °C.
“El grado de insolación fue cercano a las 13 horas de sol diarias y en los máximos cenitales se superó los 1100 W/m2. Para los 10 millones de hectáreas que conforman la región núcleo esta ola de calor significa una pérdida aproximada de agua en el suelo de ocho milímetros diarios”, detalló el informe.
La pérdida alcanzó los 80 milímetros en diez días. Sin embargo, en las mejores zonas también se reportó estrés térmico en los cultivos. “El golpe de calor en período crítico afecta el rendimiento aún con buen estado hídrico en los suelos”, explicaron los técnicos de la zona de Pergamino.
En esta región, el 20 % de los lotes pasó a regular y el resto en condiciones buenas. “En soja de segunda hay un 20 % malo y 30 % regular cuando dos semanas atrás también estaba el 100 % en condiciones muy buenas”, plantea la BCR.
En este punto, se resaltó que, si la situación no se revierte, las pérdidas van a ser muy importantes. La soja de segunda está en malas condiciones un 20 %, regular un 60% y 15 % perdido.
En cuanto al cultivo de primera, el 50 % los lotes están regulares, el resto bueno. “Es difícil estimar las pérdidas que pudo causar la ola de calor. Si llueve bien esta semana, estimamos que será de un 20 a 30 por ciento en promedio. En ambientes más restrictivos pueden llegar al 50 %, fácilmente”, indicó el informe.
De esta manera, las pérdidas serían de un 20 a 30 por ciento del rendimiento potencial. Solo en las áreas con mejores reservas hídricas, esa pérdida mostraría un rango más amplio del 10 % a 30 %. El futuro del cultivo depende de cuándo y cuánto llueva.
Agrofy