Para que sepas más sobre este tema, vamos a analizar con detalle las plagas que atacan a la batata.
Porque identificarlas es esencial para saber qué va mal en tu cultivo y para poder tomar medidas antes de que los insectos acaben con todas las batatas de tu huerto.
La rosquilla negra (Spodoptera littoralis Boisd) es una especie de polilla que pertenece a la familia de las Noctuidae y es bastante habitual en la zona del Mediterráneo, donde es frecuente verla a partir del mes de junio.
La polilla adulta no es una de las plagas que atacan a la batata, pero sus larvas si pueden dar problemas, porque son grandes devoradoras de hojas. Si se produce una infestación generalizada en campos cercanos en los que hay otras variedades de plantas herbáceas y arbustivas que son las favoritas de las larvas de rosquilla negra, puede acabar afectando a los cultivos de batata.
Si estos insectos están actuando, podemos observar que las hojas empiezan a mostrar signos de haber sido mordisqueadas. Puede haber desde pequeños agujeros irregulares hasta grandes huecos en las hojas.
En algunos casos, también podemos observar directamente a las larvas haciendo de las suyas. Son de color verde con marcas oscuras, y es habitual que se sitúen en el envés de las hojas, en los brotes tiernos o en los tallos de la planta. Por eso, también podemos apreciar daños en los tallos, lo que puede afectar al desarrollo y crecimiento de la planta.
Para manejar esta plaga es buena idea hacer una rotación de cultivos, controlar la maleza y, en caso de ser necesario, aplicar un insecticida que acabe con las larvas.
Entre las plagas que atacan a la batata siempre destaca especialmente el gusano de alambre (Agriotes spp.).
Es una plaga que afecta a una amplia variedad de cultivos, incluidos los de raíces y tubérculos. El gusano del alambre es la larva del escarabajo, y lo que hace es alimentarse de las raíces para poder crecer.
Si una batata está afectada por este gusano, vamos a ver algunas de estas señales:
-La planta se marchita. Este es un gusano muy voraz, por lo que deja las plantas marchitas y muy debilitadas. Al actuar directamente sobre sus raíces, afecta a la capacidad que tiene el tubérculo para absorber agua y nutrientes del suelo.
-Raíces dañadas. Si escarbas un poco, verás que las raíces de la batata muestran mordeduras y túneles. El resultado es que vas a tener una batata deformada, o incluso que se acabará pudriendo.
-Aparición de gusanos adultos. Aunque suelen estar bajo tierra, los gusanos van saliendo a la superficie a medida que crecen. Puedes observarlos cerca de tus cultivos, aunque localizarlos es complicado, porque son de color marrón oscuro o negro y se camuflan en el entorno.
-Pérdida de rendimiento. Incluso si las plantas sobreviven, es normal que su rendimiento no sea el esperado, porque han visto afectada su capacidad de crecimiento y desarrollo.
-Para tratar esta plaga es posible utilizar trampas cebo para atraer y capturar a los gusanos adultos. Suelen consistir en contenedores cerrados llenos de cebo, como patatas o zanahorias. Una vez que el gusano entra en la caja, ya no puede salir.
En caso de infestación severa no te quedará más remedio que recurrir al control químico, aplicando insecticidas específicos para acabar con los gusanos del alambre.
Los pulgones y los ácaros son dos tipos de plagas que atacan a la batata bastante frecuentes:
-Pulgones. Son insectos chupadores que se alimentan de la savia de las plantas, y es habitual verlos en las hojas, los tallos y los brotes tiernos. Los síntomas de infestación incluyen deformidades en las hojas, crecimiento retardado de la planta, y presencia de una melaza pegajosa en las hojas (son los excrementos de los pulgones).
-Ácaros. Estos pequeños artrópodos se alimentan de las hojas de las plantas y resultan difíciles de observar a simple vista, porque son diminutos. Pero su presencia deja huellas como decoloración en las hojas, manchas amarillas, y un debilitamiento general de la planta.
Para tratar los ácaros y los pulgones se puede utilizar agua a presión, pero esto podría dañar la planta. Por lo que se recomiendan otras alternativas menos lesivas como el aceite de neem o el uso de insecticidas específicos.
Los nematodos del suelo pueden llegar a ser un problema importante en los cultivos de batata. Son organismos microscópicos que viven en el suelo (de ahí su nombre) y se alimentan de las raíces de las plantas. Esto causa daños importantes en las especies afectadas, que sufren problemas para obtener agua y nutrientes del suelo.
Los síntomas de infestación por nematodos incluyen un crecimiento más lento de la planta, que llega a ser incluso raquítico. Hojas marchitas y de color amarillento y, además, el sistema radicular se ve deformado o no llega a desarrollarse bien.
Si excavas alrededor de la planta puedes observar quistes o nudos en las raíces, esto es típico de la infestación por nematodos del género Molodogyne. Los Pratylenchus no producen quistes, por lo que resultan más difíciles de detectar.
La prevención es la mejor defensa. Para ello, es importante rotar el cultivo de batata con especies no hospedantes.
Otra opción es la solarización del suelo, que implica cubrirlo con plástico transparente durante la temporada cálida, para incrementar la temperatura y matar los nematodos. Quizá no acabe con la infestación, pero sí puede reducir en volumen el número de organismos.
También se puede recurrir a nematodos entomopatógenos u hongos que parasitan a los nematodos y, en los casos más graves, hay que aplicar un tratamiento químico.
Todas las plagas que atacan a la batata son potencialmente peligrosas para la planta. En la medida de lo posible hay que intentar prevenirlas y, si no ha sido posible, entonces hay que actuar con rapidez para evitar que se extiendan más de lo que ya lo han hecho.
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