¿Puede Milei cambiar el régimen económico?

En las Charlas Ganaderas organizadas por la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (Afic), el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) y la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Jorge Ingaramo trazó un paisaje de la macroeconomía local, un escenario de sensibles cambios en la política y la economía desde la asunción del presidente Javier Milei. Para darle carnadura eligió un título ganchero: Milei cambia el régimen económico; pero luego puso el aserto en duda por la imprevisibilidad del personaje político.

“A 80 días de comenzado un gobierno que es sorprendente, por el cumplimiento a rajatablas de lo que prometió, por su personalidad y el manejo de los conflictos. (Javier) Milei es un hombre impredecible, exagerado, que muchas veces se aleja la realidad”, describió.

La otra cuestión destacable en del diagnóstico del economista tuvo que ver con la labor de Luis Caputo en el Ministerio de Economía, y Santiago Bausili en el Banco Central que, en palabras de Ingaramo, han hecho “un trabajo excepcional”. Y para refrendarlo usó la primera persona del plural: “Tenemos superávits gemelos y una acumulación de reservas de más de 8500 millones de dólares. Desde el 2008 no se venía esto”, reconoció.

Un par de semana atrás Ingaramo describió los pasos del Gobierno Nacional como un segundo Rodrigazo para darle rótulo al 100% de devaluación, 80% de aumento del precio de las naftas y 60% en el precio de la carne, en un solo acto.

El asesor económico se detuvo en los mecanismos de licuación de circulante que se produjo en pocas semanas, y para refrendarlo se refirió a los números que publica el Banco Central sobre M2, con una marcada reducción de masa monetaria.

Allí, el consultor estableció un parangón entre el proceso que encarnó Carlos Menem y el actual, y lo evaluó  como un espejo aunque con sensibles diferencias: Menem era peronista, tenía apoyo del Congreso y contó con un equipo (Dromi, Cavallo y otros) que Milei no tiene.

Mucho en poco tiempo, pero…

Ingaramo cree que el sendero es el correcto pero el proceso acelerado no da pasos con fortaleza de quién marcha sin escollos. “Los precios relativos requieren ajuste y eso lleva tiempo; y los fallos adversos meten ruido. Hasta ahora la motosierra fue eficiente en el corte del gasto en partidas a las provincias y es muy duro en recorte de jubilaciones. Con eso y otras medidas puede presentar registros notables, pero el enigma es si logra sustentabilidad”, dudó.

En otra parte de la exposición, el analista destacó el comportamiento que tiene entre inversores el Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre, un bono que ofrece el Gobierno para enfrentar la deuda en dólares que tienen algunas empresas con el exterior por importaciones. Si bien diversos medios lo ubican como un instrumento cuya demanda cayó, tiene rendimientos diversos por los plazos y cupones, y garantía aceptable.  “El Bopreal fue un acierto con alto rendimiento y seca la plaza de modo extraordinaria. El circulante cayó el 2% mientras que la inflación aumento 40%”, comparó.

La clase media, el canuto y la dolarización

El Fondo aprueba pero pone la lupa en el impacto social del ajuste, y el papa Francisco rescata el rol del estado en la protección de los desplazados pero el programa no repara en daños colaterales. Una parte de la clase media echó manos a reservas en dólares para sostener el nivel de vida que lleva, a lo que Ingaramo refirió como “sacar dinero encanutado” y eso explica una mayor circulación de la divisa americana y la quietud que muestran los dólares Blue, Mep y otros.

Ahora, se pregunta Ingaramo, ¿se va en un camino a la dolarización?

“Milei dice que tiene el 87% de la base para pasar a la dolarización. Hoy se pueden hacer contratos privados en dólares pero no hay curso legal de esa moneda. Habría que reformar el DNU que permite los contratos en dólares para que sea  ley. La competencia de monedas es un paso intermedio y la ideología libertaria alienta esta posibilidad”, recorre el economista. De todos modos, Ingaramo puso un halo de duda sobre la posibilidad de lograr esta meta.

¡Bueno, vamos a los bifes!

Ya que es una charla ganadera surge la pregunta sobre el futuro de la actividad. “El productor va a vender porque necesita hacer frente a algunas deudas y va a deshacerse de su cosecha. No hay rentabilidad en guardar. A lo sumo puede estar atento a cómo vaya la siembra gruesa en EU (se dice que habrá más soja y menos maíz), por lo tanto eso puede influir sobre las decisiones”, asevera y afirma que la economía internacional tiene expectativas de suba de las materias primas agrícolas casi nulas.

Dijo además que la inflación va a ir convergiendo a la tasa de referencia que tienen los bancos y que el tipo de cambio va convergiendo a un dólar a $1000. “La tasa de interés medida contra el dólar es alta pero medida contra la inflación es menor y con ello se está produciendo un cambio sensible en la cartera de los ahorristas”, evaluó.

Chiste malo para el cierre

“Creo que el ajuste está orientado pero es muy rápido, la pretensión es hacer todo en 30 días. Era imposible mantener el nivel de vida ficticio sostenido por el déficit fiscal nacional de 5% y un 1% de déficit provincial”, apuntó apelando a su manual predilecto. Y para cerrar una charla sobre ganadería que no hizo referencia a la caída de consumo local de carne; a menos que tomemos como opinión esta humorada: “Salgo a caminar regularmente por la ciudad y veo que antes el transporte público iba abarrotado de pasajeros, y hoy veo más gente a pie o en bicicleta. Cuando termine el gobierno de Milei la población con sobrepeso ya no será del 52% y caerá a menos de la mitad”,  comparó.

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