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De la mano del gas de Vaca Muerta y las energías renovables, la industria energética nacional se va adaptando a la tendencia global y redujo fuertemente sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La última presentación del Quinto Informe Bienal de Actualización de la República Argentina (IBA 5) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, registró una baja de 7 puntos porcentuales en la participación del sector sobre el total nacional.
De esta manera, quedó con una responsabilidad del 45% de las emisiones totales al igual que la agricultura, ganadería y silvicultura. Ya con un porcentaje menor al 10% se ubican los procesos industriales y los residuos.
Un informe de la consultora Economía y Energía remarca que, a pesar de que el año del estudio (2020) fue muy atípico como consecuencia del aislamiento en el marco del COVID-19, la tendencia claramente declinante desde el 2016 con una caída del 3,1% anual acumulativo.
El gasoducto Néstor Kirchner potenció el desarrollo de Vaca Muerta.
Dentro del sector “energía” hay dos grandes categorías: “actividades de quema de combustibles” y “emisiones fugitivas”. Las primeras se encuentran fuertemente concentradas en la emisión de CO2 como consecuencia de la quema de combustibles, tanto para generación eléctrica como en refinación, así como también derivadas de la utilización del transporte y del uso comercial y doméstico de los servicios energéticos.
En este marco, el informe sostiene que el descenso se justifica “gracias a la mayor utilización de gas natural y una mayor penetración renovable en la matriz eléctrica”. De ahí que, desde 2015, la tasa de caída fue del 3,6% anual.
Por el contrario, el sector agropecuario registró en 2020 un importante incremento respecto de los años previos con un salto del 59%. “El sector ganadero es el que registra el mayor nivel de emisiones sobre el total. Sin embargo, debe destacarse un estancamiento en el nivel de emisiones en los últimos años, producto de la contracción del stock ganadero”, subraya el reporte.
Del mismo modo, los residuos también aumentaron en 2020, una tendencia que se observa desde el 2010 a una tasa anual acumulativa del 2,3%. “Las emisiones del sector “residuos” alcanzaron la mayor participación sobre el total en el año 2019 (5,3%) y registraron una tasa anual acumulativa de crecimiento del 2,1% desde comienzos de la década de 1990. En este sector, el metano alcanza una participación del 94% como consecuencia de la descomposición de residuos y la consecuente emisión de gases en dicho proceso”, explican.
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