Las hormigas son una de las plagas más comunes en la huerta, que más daños provocan y las que más dolor de cabeza trae para los agricultores.
Su aparato bucal masticador, genera un desprendimiento del área foliar de la planta, provocando que la misma sea menos eficiente a la hora de generar fotoasimilados ya que tiene menos área verde para hacer fotosíntesis.
Como consecuencia, aquellas hortalizas que generan frutos como tomates, pimientos, berenjenas y demás, serán más pequeños y en menor cantidad.
Por esto, es importante controlar esta plaga. Si se sigue un tipo de producción sustentable y orgánica, Infocampo trae los siguientes plaguicidas con insumos naturales para controlarlas de una manera que no afecte al cultivo ni al ecosistema.
Las hormigas negras constituyen, sin duda, una de las presencias más comunes y, a menudo, indeseadas en nuestra huerta. Entre las especies más reconocidas se encuentran la hormiga roja, la carpintera y la Argentina.
Es esencial reconocer que no todas las especies de hormigas reaccionan de la misma manera frente a distintos tipos de plantas. Algunas de ellas pueden ser las primeras en ser objeto de sus ataques, especialmente aquellas pertenecientes a la familia de las leguminosas, como las habas y arvejas. Por otro lado, existen plantas que pueden resistir o incluso repeler a las hormigas. Entre los repelentes efectivos se incluyen la menta, ajo, cebolla, ajenjo, lavanda, ruda y sésamo.
En el caso específico de enfrentarse a las hormigas negras en la huerta, se recomienda implementar estrategias que incorporen plantas repelentes mencionadas anteriormente, así como prácticas orgánicas para mantener un equilibrio natural y reducir su presencia de manera efectiva.”
En el caso en que no se siga una producción orgánica, se puede acceder a la compra de un producto químico que, si se utiliza correctamente respetando las dosis, podría acabar con la plaga perfectamente sin dañar el ambiente.
El español experto en huertas Toni Jardón, brindó los siguientes trucos con productos naturales al alcance de todos.
Jugo de limón: exprimir un limón y aplicarlo, ya sea con un pulverizador o con algodón, por la zona donde pasan comúnmente las hormigas.
Vinagre: como con el limón, se puede rociar con un pulverizador. No conviene aplicarlo directamente en tierra ya que el vinagre acidifica el suelo.
Canela: espolvorear canela por todos los sitios por donde pasan las hormigas, incluso en la entrada del hormiguero. Es un método ecológico muy eficaz pero hay que ser constantes, aplicar durante bastante tiempo hasta que las hormigas se dignen a marcharse.
Levadura: añadir la levadura en polvo a un poco de agua y mezclar con azúcar. La levadura se fermentará y morirán por los gases que se emiten.
Infusión de Ajo: dejar los ajos en remojo durante 24-48 horas. Hervir durante 20 minutos y aplicar con pulverizador.
Arroz cocido con azúcar: sabrá dulce y se lo llevarán. Al fermentar se mueren.
Método del carpeto: poner un semillero de corcho boca-abajo. Mojar algunas veces a la semana. Las hormigas mudarán allí su hormiguero. Eliminarlas con cualquier método anterior.
Atar alambre con algodón: sirve para que no suban a los árboles. La superficie del algodón no les gusta nada, con lo que al tener todo el tronco rodeado con algodón conseguimos que den la vuelta sin llegar a subir. Eso si, después de llover deberemos reemplazarlo.
Repollo morado: para las hormigas cortadoras de hojas, poner repollo morado o cualquier col cerca del nido. El repollo fermenta en el interior y se mueren.
Otra alternativa otorgada por el INTA, consiste en colocar en la huerta cultivos aromáticos y flores. Un ejemplo puede ser la menta, ya que por sus propiedades resulta un repelente ideal no solo para las hormigas sino también para ratones, moscas y polillas.
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