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Es verdad que no son tantos como debería y que echamos en falta mucha más vegetación y más grandes pulmones verdes en nuestras urbes, pero algo es algo y lo cierto es que alegran el entorno. Si no te has percatado todavía, te animamos a que la próxima que salgas a la calle (ahora mismo incluso, si tienes un rato libre y puedes darte un pequeño paseo), te fijes en ellas. ¿Los ves? Pues esos árboles no están ahí al azar ni han salido solos. Todo obedece a un plan trazado previamente. Te mostramos en este artículo los árboles más empleados para el paisaje urbano en España.
Hay muchos aspectos que tener en cuenta para elegir los árboles urbanos, porque cada especie necesita de unas condiciones de clima y de tipo de suelo, además de adaptarse a las dimensiones del espacio en el cual se ubican. Por ejemplo, no podemos poner un cocotero en Canadá, porque allí no prosperaría este tipo de árboles.
Sin embargo, estos que vamos a mostrarte ahora sí son válidos para embellecer y llenar de vida las urbes españolas. Son árboles urbanos que, además de aportar oxígeno a nuestras ciudades, ayudan a decorar los rincones, demarcar y delimitar zonas, como barreras del viento, del sol y del ruido; como discretas barreras visuales o para regalarnos sombra durante nuestros paseos y momentos de relax en parques y zonas de recreo.
No todos los árboles son aptos para las ciudades. Primero por lo que hemos dicho antes, de que cada especie necesita unas condiciones climáticas específicas pero, además, porque están fuera de su medio natural y soportando un estrés propio de la contaminación de la ciudad en lo referente a lo ambiental, la acústica, etc.
Dicho todo esto, ahora sí, veamos cuáles son los árboles más empleados para el paisaje urbano en España.
El Cercis siliquastrum es uno de los árboles urbanos más abundantes. Es llamado también “árbol del amor”, “árbol de Judas”, “algarrobo loco” o incluso “ciclamor”. Recibe estos románticos nombres porque sus hojas parecen formar un corazón. Es un árbol caducifolio de flores rojas, aunque hay una variante de flores blancas.
Necesita climas cálidos y aguanta bien la sequía, sin embargo, no tolera bien los climas fríos. Y su tronco tiende a inclinarse a medida que va creciendo. Al cumplir los 15 años de vida, puede alcanzar hasta los 5 metros de altura.
El Acer negundo puede crecer hasta los 25 metros de altura, aunque no tiene una vida demasiado larga, pero crece muy rápido. Sus hojas son dentadas y oblongas, por lo que recuerdas a las del fresno y son caducas. Florecen en primavera y sus flores no tienen pétalos, para facilitar la polinización a través del viento, pero llama la atención su color rojizo.
Se planta en las ciudades porque aguanta bien la contaminación de la ciudad, aunque prefiere las zonas con bastante agua, es decir, las proximidades a pantanos y embalses.
Otro árbol caduco abundante en la ciudad es la Catalpa bignonioides. No es de las especies más altas, pues apenas alcanzan los 12 metros de altura, si es que no se queda en unos 9 metros. Sus hojas grandes y redondas embellecen la ciudad, junto a unas bonitas flores de color blanco. Una ventaja es que es apta para todos los suelos y ambientes, aunque prefiere los lugares cálidos, sin importarle la sequía.
Es un árbol perfecto para zonas ajardinadas y parques, porque proporcionan una buena sombra. Además, en primavera, las hojas adquieren un color intenso y luminoso.
Hablar del Gleditsia triacanthos es hacerlo de la “acacia de las tres espinas” o “algarrobo de miel”, porque produce un fruto muy dulce y que recuerda a la miel y está protegido dentro de una vaina. Es otra especie caducifolia y de gran altura, que puede crecer hasta los 20-30 metros. Ama los lugares donde hay agua, aunque no tiene impedimento en sobrevivir incluso si hay sequía. También crece mejor cuando hay mucha luz.
El árbol Koelreuteria paniculata es llamado también “árbol jabonero de la China” y “árbol de los farolillos”. En verano presenta bonitas flores de color amarillo. Y se le llama “de los farolillos” porque produce frutos en cápsulas de color rosado. Crece hasta los 10-15 metros de altura pero no vive muchos años, pese a que aguanta bien la sequía, la contaminación y las inclemencias de la ciudad.
La morera blanca no es tan común, aunque tampoco es raro verla en algunas ciudades. Pese a su nombre, puedes ver que en el árbol cuelgan moras de color morado y que están sabrosas, así que aprovecha si tienes morus alba cerca. El árbol puede crecer hasta los 18 metros. Tolera bien tanto la humedad, como la sequía, aunque si no recibe agua en mucho tiempo, termina secándose.
El Paulownia tomentosa se caracteriza por unas hojas muy grandes y llamativas. Se le llama “árbol de la princesa”, o “árbol de la emperatriz” porque es de gran belleza con sus flores en tonos lilas claros y que emiten un olor muy especial. Tiene a su favor que es resistente y sobrevive bien en las ciudades, tanto en épocas de sequía como en climas fríos, aunque prefiere los ambientes templados.
La reconocerás por sus flores lilas en forma de trompeta y su aroma a vainilla.
El Populus alba es un álamo blanco o un chopo blanco es una especie caducifolia con crecimiento de hasta 25 metros de altura. Prefiere los suelos arcillosos e incluso los calcáreos, si bien es más habitual verlo donde hay bastante agua, lo que no es un impedimento para encontrarlo también en las ciudades. Lo que no tolera son las temperaturas muy bajas, ni las heladas.
El Prunus cerasifera es un árbol bajito, que crece hasta los 6 o 7 metros nada más. Sus hojas se vuelven de color vino con la llegada del otoño. También produce flores en tonos blancos o a menudo rosados. Y unos frutos redondos de color rojizo amarilleto que salen hacia el verano.
Otro árbol de talla media baja es el Quercus ilex, con una altura media de 16 a 25 metros. También podrás aprender de él si buscas el espécimen por sus otros nombres como son encina o carrasca. Es el árbol más abundante en la Península Ibérica y produce bellotas dulces y amargas.
Robinia pseudoacacia o falsa acacia, es una leguminosa que florece en primavera con flores que nacen en racimos de color blanco numerosos y muy aromáticos. Al final de sus ramas, cuelgan unas legumbres aplanadas de tonalidad mate.
Hay que tener cuidado con sus semillas que son tóxicas, pero las flores sí son comestibles y, de hecho, los niños de las urbes suelen comerlos como golosina.
De hojas asimétricas, en forma de corazón y ligeramente aserradas en los extremos, el Tilia platyphyllos también se emplea como árbol ornamental en el paisaje urbano. Tiene algunos pelitos blancos característicos y es un árbol también de altura, pues alcanza los 30 metros. Hacia el verano produce flores blancas o en tonos cremas y unos falsos frutos dentro de los cuales están las semillas.
No es tan común pero también podemos englobarlo dentro del listado de árboles más empleados para el paisaje urbano. El Platanus hybrid gusta porque es un árbol muy grande, robusto y que proporciona un gran espacio de sombra. Alcanza hasta 40 metros de altura. Produce frutos en forma de globo que van de dos en dos.
La especie reclama suelos húmedos y resiste bien los estragos de las ciudades.
Estos son los árboles más empleados para el paisaje urbano en España y te hemos explicado los factores importantes y qué tener en cuenta para elegir los árboles urbanos.
Jardineriaon
