l experto Juan Uccelli puso blanco sobre negro como es la captura de valor en la cadena porcina. Se ha puesto de moda comparar los precios de los productos en origen, con el que pagan los consumidores. En algunos casos puede servir de comparación para ver la evolución a lo largo del tiempo, pero también puede generar falsas expectativas, en contra de toda la cadena de elaboración, transformación, transporte y comercialización, provocando la separación de lo poco que se le paga al productor y lo mucho que paga el consumidor. No todos los productos son iguales y la idea es desarrollar de forma particular el sector porcino.
En este trabajo se propone la creación de un nuevo índice de precios al consumidor en lo que respecta a la carne de cerdo, más real con lo que sucede, en base a los cortes comercializados y comparamos lo sucedido con otras carnes y con el poder adquisitivo de la población.
Como ejemplo adjuntamos el siguiente gráfico:
Relación de los cortes de la media res:
Finalmente están los supermercados que tienen un costo de ingreso también del 20% para empezar y a veces bastante superior. Es importante marcar que tan solo el 20% de la carne de cerdo fresca se vende por este medio, justamente por los altos precios. Solo hay una cadena que maneja la carne de cerdo independiente y le permite hacer ofertas muy competitivas.
Todos los eslabones están interdependientes unos de otros y cada uno de ellos tiene costos particulares, que en la mayoría de los casos provienen del eslabón anterior, como principal insumo. Salvo el caso de las carnicerías vacunas que venden cerdo o los supermercados, que pueden tomar la decisión de no vender la carne de cerdo si no les da un determinado retorno, todo el resto tiene implicancias de costos fijos que debe asumir y por eso la necesidad de seguir trabajando, incluso a pérdida. Hubo diferencias históricas donde el canal de la comercialización final se llevaba un porcentaje altísimo de lo abonado por el consumidor y el resto muy poco y todo repartido. Hoy en día ha cambiado, por el aumento de la oferta y porque la carne de cerdo es una opción real “económica” para el consumidor. Varían los porcentajes, pero ninguno de los eslabones se puede escapar con márgenes altos, ya que lo que sucede es el freno a las ventas.
En la comparación con otros rubros agroindustriales, los márgenes de los distintos eslabones, son más que lógicos.
Queda como acciones a desarrollar:
Normalmente de comparan los cortes tradicionales como el pechito o el carré para ver la evolución a lo largo del tiempo. Presentamos un índice que contempla el peso de cada uno de los 7 cortes que mencionamos en el punto anterior, por el valor al público en un período determinado, generando un promedio ponderado de todos. Como ejemplo damos los datos del mes de diciembre 2020.
El valor del índice del precio al público del mes de diciembre fue $244.36. Podemos observar que cortes caros como la Bondiola, el Solomillo o el Churrasco/Matambrito de precios altos, tienen poca incidencia en los kilos. Situación inversa pasa con el Jamón y la Paleta, hoy cada vez más presentes en las carnicerías.
Con este método lo trasladamos a los valores históricos que se tienen desde 2012 y los resultados fueron los siguientes, tanto en pesos como en dólares.
A continuación, graficamos los dos resultados:
Si bien en precios existió un alza en los 9 años, en dólares se produjo una baja muy importante de los precios al público.
Quisimos también relacionarlo con el poder adquisitivo y para tal fin comparamos los kilos que se podrían comprar con un salario mínimo fijado por el Estado Nacional. Observamos el siguiente gráfico, detallando que salvo el año pasado (por la situación del COVID) se ha aumentado la capacidad de compra de carne de cerdo en relación al sueldo. La carne de cerdo es accesible a los bolsillos.
Por último, quisimos comparar cómo fueron las relaciones entre el índice de la carne de cerdo y las otras carnes complementarias, en este caso la comparación fue con el precio al público del asado y del pollo entero.
Podemos observar cómo en estos 9 años la carne de cerdo se hizo muy competitiva con el vacuno (con un kilo de carne de cerdo, se compran 540 grs. de asado) y disminuyó la brecha con el pollo (con un kilo de carne de cerdo, se compran 1.70 kg de pollo entero), siendo los valores de diciembre de 2020 más interesantes y competitivos aún para la carne de cerdo.
Poder contar con un índice que refleje más correctamente la realidad del promedio de los precios abonados por el consumidor de la carne de cerdo, permitirá entender mucho más correctamente el peso que cada corte tiene en el propio sector. Ya no dependemos del carre y el pechito como hace 20 años y la participación de la bondiola solamente representa el 10% del valor (3.5 veces menos que el jamón y 1.7 veces menos que la paleta).
A lo largo de los 9 años que pasaron, la carne de cerdo se hizo más barata en dólares al público y también permitió que aumentara el poder adquisitivo en kilos, de los propios consumidores.
Por último, la carne de cerdo se está ubicando en Argentina en el lugar que tiene en el mundo, como una carne accesible, alejándose de la carne vacuna y acercándose a la carne de pollo.
Creemos que sería oportuno realizar alguna de las acciones que sugerimos:
TodoAgro