Cae el consumo de carne vacuna y frena la suba de los precios

La carne vacuna cerró el año con un aumento interanual de precio por encima de la inflación. El INDEC reflejó que el incremento fue de 345 %, mientras que el Índice de Precios al Consumidor fue de 211 %.

Este incremento hizo que la carne arranque el año una inercia que luego vio un freno por el menor consumo. El informe de Rosgan destacó que la suba de precios de la carne fue del 4,2 % en febrero, mientras que la inflación fue de 13,2 %.

Esta brecha se debe a la merma en el consumo. La población no convalida los precios y el menor poder adquisitivo obligó a modificar sus dietas.

Por otra parte, marzo es un mes en el cual los precios de la carne vacuna tienden a aumentar, acompañado por el aumento del consumo en los hogares. “Se trata del inicio de la temporada escolar donde las familias retoman hábitos de consumo más estables, ya fuera del período de verano donde las dietas suelen ser más ligeras y menos elaboradas”, comentó Rosgan.

Al mismo tiempo, es un mes de mayores gastos para las familias por el inicio de clases sumado al ajuste de cuotas y servicios que suelen permanecer estables en los primeros meses del año y corrigen a partir del segundo bimestre. Por lo tanto, se deberá seguir de cerca qué factores influyen más en el consumo.

Hasta el momento, los datos de 2023 arrojaron que la demanda se mantuvo a pesar de las subas. El consumo de carne vacuna alcanzó los 52,4 kilos anuales registrando un aumento del 7 % respecto de los 49 kilos per cápita resultantes en 2022. 

Hacia el final del año comenzó una curva decreciente. Esta caída en el consumo per cápita se agudizó más en los dos primeros meses de este año, donde las estadísticas de producción y exportación sugieren un consumo aparente de 44 kilos per cápita contra 48,5 kilos resultantes durante el bimestre anterior.

A este escenario se suma una reducción de oferta de carne vacuna. Además, el consumidor dispone de otras carnes, que son más económicas como el pollo o el cerdo.
 

Agrofy