Ecosistemas Agrícolas / Arveja / Política Mercados Márgenes

La aventura de exportar arvejas a China

En los primeros días de mayo partió desde el puerto de Rosario rumbo a China el primer embarque de arvejas argentinas

La aventura de exportar arvejas a China
lunes 21 de septiembre de 2020
L

a noticia estuvo lejos de correr como un reguero de pólvora. En el país de la soja y las vacas, otrora granero del mundo, la exportación de legumbres es claramente un asunto secundario.

Pero esas 24 toneladas de arvejas verdes son una señal clara en una economía con fuerte perfil agroexportador que necesita, y lo necesitará mucho más tras reestructurar la deuda y salir de la pandemia, generar un ingreso de dólares en forma genuina.

Como en otras tantas actividades vinculadas al agro, cultivar, comercializar y emprender la aventura de vender arvejas allende las fronteras tiene sus bemoles en la Argentina. Por lo pronto, el enorme potencial de producción encuentra su contrapeso en las retenciones que distorsionan los precios y desincentivan al productor, y en la falta de una ley de semillas que multiplica la incertidumbre en una economía que lo que menos ofrece son garantías.

La noticia entonces, en líneas generales, destacaba que la General Administration of Customs of The Peoples of China (GACC), la autoridad competente, había autorizado a siete empresas y cooperativas argentinas para avanzar en la exportación de arvejas hacia el Gigante Asiático. Las beneficiadas son Asociación de Cooperativas Argentinas SCL, Desdelsur SA, Southern Seeds Production SA., Agricultores Federados Argentinos SCL., Ronalb SA., Don Elio SA. y Uranga Trading SA.

Si a partir de esto se abre un nuevo canal de comercialización para este producto, es un albur. Lo cierto es que la cadena productiva de las legumbres, y de la arveja en particular, tiene características propias que obligan a consultar a los especialistas. El ingeniero agrónomo Gabriel Prieto, experto en legumbres del INTA Arroyo Seco, es la voz indicada para explicar el fenómeno.

 

¿Qué significa para el productor argentino que China abra las puertas a la importación de arvejas?

En principio el mercado es potencial, es realmente muy grande. Si tuviéramos que abastecerlo nosotros nos vuela la cabeza. Tendríamos que multiplicar por 10 el área de siembra de arvejas. Lo ocurrido es bárbaro y ya se hizo la primera exportación de una de las empresas habilitadas. Ellos mismos lo consideran como una prueba piloto real y concreta para aceitar el mecanismo de exportación. La foto actual nos dice que aunque China nos diga mandá 1 millón de toneladas, no hay semillas suficientes para sembrar la cantidad de hectáreas que hacen falta.

 

¿Cuáles son las exigencias de las autoridades chinas?

Las autoridades son sumamente exigentes, hasta que te conocen. Todos los lotes van a ser trazados. Es decir que habrá una trazabilidad del producto que va a llevar adelante el Senasa. No quieren sorpresas con la mercadería que entra a China. Es fundamental que toda la cadena de las legumbres se ponga a trabajar para lograr un protocolo de buenas prácticas de manejo desde antes de la siembra, elección de variedades fiscalizadas y demás. Para esto es fundamental una ley de semillas, que no tenemos. China exige el uso de fitosanitarios autorizados por Senasa, respetando los tiempos de carencia. Están atentos a ciertas plagas que ellos controlan y que nosotros no tenemos, pero que no quieren que ingresen en su territorio.

 

Operativamente, ¿cómo se exportan las arvejas?

En contenedores. Lo interesante y más económico sería a granel en bodega. Habrá que ver porque los volúmenes que se necesitan para bodega son altos y la calidad uniforme. El mercado de exportación 2019 fue de 50.000 toneladas de arveja verde. Pero China compra básicamente arveja amarilla. Aquí hay un tema: la arveja verde vale el doble que la amarilla, con lo cual no todos acá van a querer producir esa variedad. Es decir, la verde es mercado de precio y la amarilla es de volumen. Históricamente cotizó mejor la verde que la amarilla, pero la amarilla mueve la rueda en el  mundo porque se usa para consumo humano y también como forraje. India restringió las importaciones y distorsionó mucho el mercado. Ahora en Canadá están subiendo los precios internacionales.

 

¿Se aplica una estrategia de venta de contraestación?

No precisamente. Acá se produce en invierno y primavera, y el principal proveedor es Canadá, un país previsible y serio, que lo produce en la misma época nuestra, lo que sería el verano y el otoño de ellos. Entra primero Canadá en el mercado porque ellos cosechan en octubre y nosotros en noviembre. Ellos venden arvejas producidas con variedades certificadas, de alta calidad. Lo que se exporta desde Argentina también es de alta calidad, pero lo que entra en las plantas no lo es. Esto conlleva un costo excesivo de purificación de esa mercadería. Sin ley de semillas los criaderos no traen variedades nuevas porque las pierden.

 

¿Cuánto mueve el consumo interno?

El consumo interno es pobre. Consumimos 10 veces más latitas de cerveza que latas de arvejas. Tenemos un consumo per cápita de 160 gramos de arvejas, contra 45.000 granos de cerveza.

 

¿Cuántos son los jugadores de peso en el mercado local?

Hay muchos. Habilitados para exportar a China son pocos, pero para el comercio con otros países hay decenas de empresas exportadores de primera línea.

 

¿Qué tipo de suelo es el ideal para el cultivo de arvejas?

Suelo y clima son los condicionantes. Deben estar bien drenados, no susceptibles de anegamiento. Prácticamente toda la región pampeana es apta para este cultivo. Por clima se puede adecuar a fechas de siembra, es sensible heladas en las etapas reproductivas. Hemos hecho ensayos desde Tucumán y Salta hasta Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz. Un dato importante es que Argentina puede hacer dos cultivos por año. Canadá, en cambio, hace arveja o trigo, arveja o colza. Nosotros podemos hacer arveja-soja o arveja-maíz. Eso es una ventaja competitiva que no la tienen todos los países del mundo.

 

¿Cuál es la superficie mínima de siembra estimada para que el cultivo sea rentable?

Es como cualquier otro commoditie, es una cuestión de escala. Es variable en función de los costos productivos. Los márgenes hoy se han reducido enormemente fruto de los altos costos y de la distorsión del tipo de cambio. Las arvejas bajaron las retenciones del 10 al 6%. La retención se aplica sobre precio FOB que fija el Ministerio. Tenemos un solo precio de arveja y que corresponde a arveja verde, es decir el valor más alto, arriba de los 400 dólares. Ese es el precio FOB y sobre eso se pagan retenciones del 6%. El tema es que también lo paga la amarilla, que vale mucho menos. Tenemos que lograr todas las mesas, las cámaras de legumbres provinciales, trabajar para tener dos posiciones arancelarias diferentes para evitar esta distorsión.

 

¿Cómo es la relación con respecto a la generación de empleo?

Es un cultivo extensivo, no muy diferente al trigo, pero la mano de obra involucrada en siembra, protección, labores e insumos es importante. Donde más hay es en el acondicionamiento y procesamiento para la exportación. Hay también maquinaria de última tecnología que separa por color. Después está el proceso de envasado, transporte, flete.

 

¿Cuánto valor agregado se puede generar sobre la arveja?

El hecho de traer un producto, en este caso la arveja, del campo al plato requiere de un procesamiento de clasificación complejo, es un agregado de valor importante. También está el proceso de partido, la elaboración de harinas y a partir de ahí lo más fino es la extracción de almidones y proteínas para la industria de la alimentación, lo cual requiere de una alta inversión. Hay un rubro que daría vuelta la estrategia productiva que es el uso como forraje de la arveja amarilla. Las experiencias son sumamente alentadoras en bovinos, cerdos y aves. Es superior al maíz porque es un grano con alto nivel energético. El 45% en la arveja son almidones. Además tiene un alto nivel de proteínas, del 24% contra el 8% en el maíz. No se usa porque no hay volumen. Hay 100 mil toneladas en todo el país. El productor lo acepta como alternativa, pero luego no tiene dónde conseguirla en cantidad.

 

¿Es un cultivo que aporta nutrientes al suelo?

Como es leguminosa fija nitrógeno. En el caso de la soja, alfalfa, maní, legumbres, porotos, garbanzo, gran parte lo toma del aire. Para eso hay que inocular la semilla, una técnica muy económica. Si se hace por fertilizante, el costo se multiplica por diez. El aire tiene 78% de nitrógeno, las plantas no lo toman salvo las leguminosas. Es decir, no deja un balance positivo, pero saca menos recursos del suelo.

 

Hablamos de arvejas, pero ¿cómo estamos posicionados en general en el rubro legumbres?

Estamos muy bien posicionados. Tenemos capacidades productivas muy importantes. El doble cultivo es clave, la complementariedad con trigo o soja. En lo que es legumbres involucramos a todos los porotos, arveja, lenteja, garbanzo. Eso tiene un potencial enorme que habría que aprovecharlo con reglas de juego estables a lo largo del tiempo que permitan tener previsibilidad en la producción y la comercialización.

 

La Prensa



¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!














¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!