Son especialistas en sistemas, crearon una aplicación accesible para el agro y no paran de crecer: "El desafío es llegar a todos los productores"

Julia Monasterio (33) y Andrés Barrailler (41) son Licenciados en Sistemas de Información y comenzaron a brindar soluciones digitales de vanguardia para el agro a través de Beets, una empresa joven comprometida con la creación de soluciones tecnológicas innovadoras y personalizadas para empresas y organizaciones de todos los tamaños.

Beets, transformando ideas en software de calidad

A menos de un año del lanzamiento, ya tienen 12 grandes productores que administran el establecimiento con el sistema diseñado por Beets. Aunque hay que aclarar que cada solución es personalizada a las necesidades de cada cliente.

Entre los clientes a los que le diseñaron aplicaciones están La Criolla, Laukuna SRL, Traulenco, Batra, Osvaldo Marre, Matias Gambarti, Distribuidora La Estrella y otras empresas de distintos rubros también.

Julia, que ya tiene 14 años de experiencia en el rubro sistemas, se conoció con Andrés, con 18 años de experiencia, en una multinacional. Ella es de América, localidad cabecera del partido de Rivadavia en el oeste de la provincia de Buenos Aires, una zona con un fuerte vínculo con el sector rural. De hecho, es hija de productores agropecuarios.

"En Beets no solo desarrollamos software, también nos enfocamos en consultoría y capacitaciones ayudando a nuestros clientes para optimizar sus procesos y a formar a sus equipos", destaca Monasterio.

El primer cliente llegó gracias a una charla que dio en América, en donde estaba el ingeniero agrónomo de un establecimiento agropecuario. En ese momento, el agrónomo se dio cuenta que podía ser una solución para la gestión del campo. Fue así que el dueño del establecimiento los contrató y armaron un software para controlar el stock de granos e insumos.

"Buscando soluciones para problemas en la administración y toma de datos de nuestro establecimiento agropecuario me encontré con dos personas que no solo son muy capaces y capacitadas, sino que además muy agradables. Tuve la suerte de conocer a Julia y Andres, los cuales me ayudaron y me armaron un par de aplicaciones para los celulares, que son un lujo. Por ejemplo, actualmente las uso permanentemente, sobre todo una de las aplicaciones para llevar al minuto el stock de granos en los bolsones", cuenta Osvaldo Marré.

Con el software de gestión integral que armaron para el agro, el productor puede, entre otras funciones, generar órdenes de trabajo para siembra, cosecha y aplicaciones, evaluar costos de las labores, costos en insumos y controlar los stocks. "Por ejemplo, puedo poner que el operario vaya a sembrar 50 hectáreas y que luego cargue cuántas hizo".

También se puede hacer control de combustibles en cisternas y ver entradas y salidas de insumos. Hasta se pueden registrar precipitaciones y exportar datos para hacer un análisis de lo que va pasando en el campo.

Desde que comenzaron con el primer cliente del mundo agro, tuvieron un crecimiento increíble y todo fue "boca a boca". Ahora buscan dar el salto de generar más soluciones para nuevos establecimientos. Pero la clave está en lo personalizado de cada software. Si bien lograron hacer una base, pueden adaptar el sistema a la necesidad de cada productor.

Además, con cada nuevo trabajo que tomaron, el sistema se fue robusteciendo. "Hay miles de aplicaciones en el mercado pero no son adaptables o accesibles para medianos o pequeños productores", describen.

Sobre el balance de las aplicaciones que hicieron hasta ahora, coinciden en que les permitió agilizar la distribución de la carga laboral, saber el stock en un clic y también planificar las tareas a futuro. "Pueden ver los costos de cada lote", resaltan en Beets.

Monasterio agrega que hay un nivel de digitalización cada vez mayor en el sector agropecuario, que parte en varios aspectos. "Desde la maquinaria que tiene un software que ayuda al manejo, y a su vez hay empresas que se dedican a tokenizar la cosecha. Hay una transformación digital que está sucediendo".

"Creo que el desafío es llegar a todos los productores con una solución fácil y que no sea un paquete cerrado. Que realmente se pueda adaptar a la necesidad de cada productor y tenga costos de adquisición accesibles", remarca sobre el propósito de Beets.

Como parte del proceso de expansión también buscan empezar a formar personas: "Uno de los grandes desafíos es que los jóvenes del interior puedan trabajar en sistemas. Quiero capacitar chicos del interior para que puedan trabajar en tecnología. Son los trabajos del presente, ya no del futuro", comenta Monasterio y concluye como una oportunidad de desarrollo: "Hay pocas consultoras de software en el interior".

Agrofy