Con el tradicional recorrido de la imagen por las calles de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, culminó el septenario en honor de Nuestra Madre del Valle, en el marco de los 133 años de la Coronación Pontificia de su Sagrada Imagen y el Año de la Oración. Bajo el lema “Junto a María, permanezcamos en la oración”, las festividades congregaron a los catamarqueños y cientos de devotos y peregrinos provenientes de distintos puntos del país para renovar su Fe en María.
Además del mandatario provincial también estuvieron presentes el intendente de la Capital, Gustavo Saadi; la diputada nacional, Silvana Ginocchio; el secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez; ministros del Ejecutivo Provincial; legisladores provinciales, entre otras autoridades, que se sumaron a las imponentes manifestaciones de devoción y fe de los devotos y peregrinos.
Minutos después de las 18 y con la presencia de las imágenes peregrinas de San Nicolás de Bari -patrono de La Rioja- y del beato catamarqueño Fray Mamerto Esquiú, la sagrada imagen de la Virgen inició la emblemática peregrinación desde la intersección de avenidas Virgen del Valle y Belgrano, con destino a la Catedral Basílica Nuestra Señora de Valle. Metros más adelante de la urna procesional el Obispo de Catamarca, Luis Urbanc, encabezó la procesión, mientras que las máximas autoridades de la provincia lo escoltaban.
Luego de recorrer más de dieciséis cuadras, la urna que transportaba a la Virgen ingreso a un escenario en la explanada del Paseo de la Fe donde fue depositada en un atrio, ante una Plaza 25 de Mayo colmada de fieles que esperaban con pañuelos blancos, aplausos y al grito de “Viva la Virgen del Valle”.
Para concluir, el obispo Urbanc brindó el tradicional mensaje que puso punto final a las festividades en honor a la Patrona de Catamarca. Tras la bendición final, la imagen de la Virgen del Valle regreso a su sitial en el Camarín de la Catedral Basílica.
Cabe destacar, que diversos organismos de la provincia y del municipio desplegaron un amplio operativo sanitario, de asistencia y seguridad en el Valle Central para garantizar la estadía de los peregrinos y devotos de la Virgen del Valle en las mejores condiciones. Asimismo y como ocurre cada año, se observó nuevamente la solidaridad de los catamarqueños en materia de hospitalidad, colaboración y asistencia brindada a aquellos devotos que se acercaron a Catamarca a visitar a la Madre del Valle.