Cómo utilizar el musgo en las plantas

Vamos a ver cómo podemos utilizar el musgo para conseguir que nuestras plantas estén todavía más bonitas y sanas.

El musgo en las plantas, un pequeño gran aliado

El musgo es una planta pequeña y no vascular, que encuadramos dentro del grupo de las briofitas. No tiene vasos conductores que se encarguen de transportar el agua y los nutrientes, sino que hace esa absorción directamente a través de sus células. Por eso no compite con otras plantas a la hora de acceder a los nutrientes que necesita.

Los beneficios del musgo para las plantas que están a su alrededor son muchos, pero vamos a repasar brevemente algunos de los más importantes:

Retención de humedad. Esta planta tiene una capacidad excepcional para retener agua. Es como una esponja, y esto beneficia directamente a las plantas circundantes, que aprovechan la humedad que el musgo transmite al suelo para que sus semillas germinen.

Control de la erosión. El musgo es capaz de generar una capa muy densa sobre el suelo, lo que reduce la erosión que son capaces de causar tanto la lluvia como el viento. Algo muy importante en las zonas en las que la vegetación ha sido eliminada o degradada.

Filtración del agua. Esta planta es como un filtro natural. Se encarga de atrapar las partículas de suciedad y de contaminación que están presentes en el agua, de manera que ayuda a cuidar los ecosistemas circundantes.

Hábitat para vida silvestre. Es el hogar de múltiples organismos, muchos de ellos beneficiosos para otras plantas, como los insectos o los pequeños mamíferos.

¿Cómo se puede utilizar el musgo en las plantas?

Hay diferentes usos, pero hemos recopilado algunos de los más comunes y beneficiosos:

-Cobertura de suelo

Puedes utilizar el musgo como una alternativa natural a la corteza de árbol u otros materiales que se emplean habitualmente para cubrir el suelo.

Colocado alrededor de las plantas en el jardín, o incluso de plantas que están en macetas, consigue ayudar a retener la humedad del suelo, reduce la evaporación y protege las raíces frente a las temperaturas extremas. Es decir, que nos puede servir a modo de mantillo o mulching.

-Jardines de rocalla

En los jardines de rocalla se puede utilizar esta planta para crear un aspecto natural y agregar textura. Se trata de colocar trozos de musgo entre las piedras para simular un crecimiento natural en aquellas áreas que son húmedas y sombreadas.

-Tutor de musgo

Muchas plantas necesitan un soporte en torno al que crecer. El tutor de musgo es una buena opción para aquellas que, además, requieren de una buena dosis de humedad para desarrollarse bien, como ocurre con las variedades de origen tropical.

-Decorar macetas

El musgo cubriendo la tierra de las macetas, especialmente en plantas de interior y en macetas colgantes, no solo cumple la misión de ayudar a retener la humedad, sino que también aporta valor decorativo.

-Revestimiento de terrarios

En terrarios o vivarios, el musgo se puede utilizar para cubrir el sustrato y añadir un poco más de humedad al hábitat. Así se favorece el crecimiento de plantas tropicales y de otras especies que necesitan altos niveles de humedad para un desarrollo saludable.

-Arreglos florales y decoraciones

El musgo puede ser también una parte importante en el diseño de arreglos florales y decoraciones de interior y exterior. Normalmente se coloca alrededor de las bases de las plantas para conseguir transmitir una mayor sensación de verdor.

-Propagación de esquejes

El musgo se puede utilizar para favorecer el enraizamiento de esquejes. Se trata de dejarlos en él unos días, usándolo como medio de plantación, y luego trasladarlos a su ubicación definitiva.

-¿Cómo podemos cultivar musgo?

Si quieres usar musgo en las plantas, puedes comprarlo en tiendas especializadas, pero también puedes cultivarlo.

Empieza seleccionando el lugar adecuado, que debe ser una zona sombreada y húmeda en el exterior. A ser posible, escoge una zona en la que veas que ya ha crecido musgo de manera natural.

Después tienes que preparar el suelo, eliminando cualquier maleza o resto que pueda haber en el mismo y que pueda competir con el musgo por los nutrientes y la humedad. Además, supervisa el pH del suelo para asegurarte de que es ligeramente ácido (entre 5.0 y 6.0), y asegúrate de que cuenta con una buena capacidad de drenaje.

Ahora llega el momento de recolectar musgo de otras áreas donde esté creciendo, pero hazlo de forma sostenible, sin dañar el entorno. A continuación, prepáralo. Corta el musgo en trozos más pequeños que incluyan parte del sustrato en el que estaba creciendo, así facilitas el enraizamiento.

Si ves que presenta un aspecto seco, remojalo en agua limpia durante unos minutos. Cuando veas que se ha rehidratado, estará listo para la plantación.

Coloca los trozos de musgo seleccionados sobre el suelo que has preparado, presionando ligeramente para que su sustrato entre en contacto con el sustrato donde estás plantando.

Riega de forma regular para que el musgo pueda acceder a la humedad que necesita para crecer, pero no llegues a encharcar el suelo, o estarás favoreciendo la proliferación de hongos y moho que podrían acabar con el musgo.

Por último, tienes que actuar con paciencia, porque el musgo crece de forma muy lenta. Si le das los cuidados adecuados, en un tiempo empezarás a ver los resultados.

Si no dispones de tanto tiempo, puedes comprar musgo directamente en una tienda de jardinería e incorporarlo a tus plantas, para que estas saquen partido de todos sus beneficios.

Ahora que conoces lo beneficioso que es el musgo en las plantas, seguro que lo ves con otros ojos, y cuando lo veas cerca de tus variedades favoritas no vas a ir corriendo a eliminarlo. Todo lo contrario, desearás que crezca más. ¿Te imaginabas que esta pequeña planta, que a menudo pasa totalmente desapercibida, pudiera ser tan positiva para tu jardín?

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