Un claro ejemplo en este sentido es la firma Soychú, que es el segundo productor y vendedor de pollos del país, a un ritmo de 430.000 diarios. La firma nació en 1962, de la mano de dos inmigrantes italianos que decidieron diversificar sus negocios a partir de una carnicería.
“Primero fue un matadero de pollos, luego añadió la crianza propia y la producción de alimentos balanceados, después las reproductoras y más tarde los galpones de producción”, señaló Franco Santángelo, presidente de la firma y segunda generación del emprendimiento. Además, destacó, sumaron recientemente el negocio de la genética,
Franco Santángelo comentando la experiencia de Soychú, en maizar 2024
El desafío, señaló Santángelo, es crecer en eficiencia y productividad para exportar, porque el mercado interno “ya no puede crecer mucho más”.
Una de las necesidades es incorporar galpones de producción en forma integrada. “Para un productor de 500 hectáreas es una alternativa porque le brinda un ingreso extra cada dos meses y la posibilidad de usar capacidad ociosa, además de que puede utilizar la cama como fertilizante”, indicó.
Actualmente la firma comercializa principalmente sus productos en Argentina, directamente para preparar o prefritos y en diversos formatos. Posee sucursales en Tucumán, Chaco, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Además, está exportando garras de pollo a China.
Junto a Santángelo, Matías Turturro, jefe comercial de Bioetanol Río Cuarto, y Santiago Negri, director de Capelle Hnos. – Porcap, contaron también en el marco del congreso la experiencia de estas dos empresas en Buenos Aires y Córdoba.
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