Según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, el primer dato sobre el estado de los cultivos de maíz es muy prometedor, superando incluso las expectativas.
Por otro lado, Brasil ha sido protagonista de noticias mixtas. Según Romano, la producción de soja en el sur del país sufrió una caída de 2,7 millones de toneladas debido a las inundaciones, una cifra menor a la temida pérdida de 7 millones de toneladas. Sin embargo, una reciente medida del ejecutivo para mejorar la recaudación ha generado un sobrecosto estimado del 5% para los exportadores, impacto que probablemente se trasladará a los productores. Esta situación ha paralizado los negocios en Brasil y provocó una suba en el mercado de Chicago el jueves pasado.
En el caso del trigo, las lluvias en Rusia podrían estabilizar la producción, mientras que la trilla en Estados Unidos ha comenzado, lo que anticipa una presión de cosecha en breve. La decisión de Turquía de suspender las importaciones de trigo, un movimiento para mantener altos los precios internos, ha llevado a una significativa caída en los valores del trigo, dado que Turquía es el principal comprador de trigo ruso.
A nivel local, en Argentina, la trilla de maíz se ha reactivado mientras la cosecha de soja llega a su fin, incrementando el número de camiones hacia los puertos en un momento en que la cola de buques contratados para mover el grano disminuye. Aunque las ventas a precio de soja cerraron mayo con una demora de solo 7 puntos respecto al histórico, en maíz la distancia aumentó a 12 puntos.
Medidas fiscales en Brasil
Romano también abordó las recientes medidas fiscales en Brasil. El jueves pasado se anunció que los exportadores no podrán descontar más del pago de sus impuestos lo pagado en concepto de Programa de Integración Social (PIS) y Contribución de Financiamiento de la Seguridad Social (COFINS), lo que se traduce en un impacto estimado del 5% a la baja en el precio neto para los productores.
El decreto, firmado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, busca aumentar la recaudación impositiva y afecta a ocho sectores de la economía brasileña. Aunque entró en vigencia automáticamente, el Congreso podría derogarlo. Esta medida ha frenado los negocios debido a la incertidumbre sobre cómo los exportadores recuperarán los montos por mercadería ya comprada bajo el sistema impositivo anterior.
Brasil exporta aproximadamente 100 millones de toneladas de soja y 50 millones de toneladas de maíz. Actualmente, el país está en su temporada alta de embarques, por lo que el mercado global depende de estos granos, y en el corto plazo, deberá buscarlos desde otros orígenes si la situación no se normaliza.
AGrolatam