Producto originario de una amplia zona de Europa, en la que se lo encontraba de forma silvestre en lugares tan dispares como Dinamarca y Grecia, que aparece en zonas costeras. En la antigüedad era considerada una planta digestiva y eliminadora de la embriaguez. Actualmente, el repollo es una de las hortalizas más importantes en las zonas templadas, desarrollándose con éxito en los trópicos. Este producto es uno de los más consumidos debido a su versatilidad a la hora de realizar preparaciones. En fresco y cocinado, el repollo no sólo es delicioso, sino que es una fuente de vitamina A, vitamina C y folatos, que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos. Las variedades de repollo son dos: las tempranas, que maduran en cincuenta días y producen cogollos pequeños y se destinan al consumo inmediato, ya que no resisten el almacenamiento. Y las tardías, que maduran a los ochenta días, producen cogollos de mayor tamaño y se destinan a la provisión invernal. Los tipos de repollo son tres: blanco, morado y crespo.
Desde el Departamento de Estadística y Transparencia del Mercado Central de Buenos Aires señalaron que, en promedio, ingresan 5300 toneladas anuales de este producto para su comercialización, con partidas que llegan desde Buenos Aires, Santa Fe, Mar del Plata y Mendoza. Si bien hay repollo todo el año, la temporada fuerte es de mayo a octubre, con los ingresos de Buenos Aires. El resto del año, completan el nivel de oferta los arribos de Mendoza y Santa Fe. Como siempre, se sugiere comer de estación. Por supuesto, conseguí los mejores repollos en el área transaccional del Mercado Central de Buenos Aires. 40 años abasteciendo al país.
Mercado Central de Bs As.