El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fiscalizó en los primeros cinco meses del año 188 establecimientos agropecuarios ubicados en Río Negro y Neuquén dedicados a la producción ovina y detectó 20 brotes de sarna.
El equipo técnico-profesional del Centro Regional Patagonia Norte del Senasa verificó la sanidad de 64.267 ovinos y detectó la presencia de enfermedades ectoparasitarias en 1.170 ejemplares, lo que refleja una tasa de infestación del 1,8 % de los animales controlados.
A partir de esta tarea sanitaria, se determinó el hallazgo de 20 brotes de sarna ovina (Psoroptes ovis) distribuidos en el territorio norpatagónico y se indicaron las medidas sanitarias que debieron implementar los productores para la erradicación de la enfermedad.
La sarna ovina es una parasitosis externa (ectoparasitosis) causada por el ácaro Psoroptes ovis, que es altamente contagiosa a través del contacto directo entre animales o indirecto por medio de alambrados de establecimientos linderos ubicados en zonas con presencia de la enfermedad.
Estos elementos actúan como vehículo del ácaro, al igual que el transporte de animales en camiones no lavados y desinfectados de forma correcta. Los signos clínicos de la enfermedad son el prurito intenso (muchas veces el animal se rasca contra los alambrados), la caída de la lana, una menor calidad del vellón, la pérdida de peso consecuente y el debilitamiento general.
La sarna ovina genera grandes pérdidas económicas a los productores, por lo cual su control y erradicación es un pilar esencial para los productos y subproductos que se obtienen de los ovinos.