Ver a científicos en un tambo no es algo habitual. Pero la pasión y la dedicación frente a una idea hace que la imagen sea una realidad. Esto tiene que ver con Carla Borini, biotecnóloga y científica de profesión, que generó el contacto en el establecimiento La Canducha, en el sur de Santa Fe, como parte de una investigación que ya derivó en un innovador producto. "Somos los únicos a nivel global", señala sobre el desarrollo que lograron junto a sus socios.
Qué hacen en Kresko RNATech
Borini es una de las fundadoras de Kresko RNATech, una startup con sede en Rosario que desarrolló un producto mínimo viable (MVP) que tiene como base la leche. Junto a Silvana Virginia Spinelli y Uciel Chorostecki levantaron tres rondas de inversión y esperan salir comercialmente este año. El primer paso lo dieron con GridX, la primera Company Builder biotecnológica de LATAM, y luego levantaron financiamiento de capitales de riesgo de Silicon Valley. En total hay US$ 800 mil invertidos, entre fondos nacionales e internacionales.
ARN dietarios en alimentos frescos
En una recorrida junto a la Bolsa de Comercio de Rosario, en la visita al tambo La Canducha, Borini repasó todo el proceso de la investigación. "Descubrimos una nueva categoría de nutrientes, son los ARN dietarios, que están presentes en los alimentos frescos".
Silvana Virginia Spinelli estudió durante unos 20 años la leche materna, caracterizando moléculas, hasta que dio con el descubrimiento. En este sentido, como no podían crear un producto en base a la leche materna, buscaron hacerlo con el análogo bovino.
Y en el proceso apareció el establecimiento La Canducha, que abrió el tambo. Borini se metió de lleno en el proceso y encontraron las moléculas en la leche recién ordeñada: "Ordeñé con guantes porque quería hacerlo con un proceso súper controlado, para poder encontrar estas moléculas. Son de ARN cortito que son súper inestables, entonces por eso se degradan", contó. Cabe señalar que estas moléculas están en la leche de tambo, fresca, y no están en la leche de supermercado que se consume habitualmente.
En Kresko RNATech desarrollamos un proceso para estabilizar estas moléculas y extraerlas. Las concentramos y generamos un polvo, lo que hacemos es encapsularlo y generamos nuestro primer producto mínimo viable a escala de laboratorio", destaca ahora.
"Lo estamos probando en voluntarios para trastornos del sueño", añade. Pero, ¿por qué? "Porque hicimos muchos ensayos a nivel de laboratorio con células y vimos que estas moléculas extraídas de la leche tienen la particularidad de reducir los niveles de cortisol y aumentar la producción de serotonina. El cortisol está asociado al estrés y la serotonina está asociada a la felicidad. La combinación de estas dos moléculas podría llevar a que cuando uno consuma este producto se regule más el ciclo del sueño y tengamos un mejor descanso", responde.
Además, estas moléculas tienen otras funciones además de mejorar el sueño, como la capacidad de recuperación de tejido a nivel de la piel y de la barrera intestinal. "Tienen la capacidad de programar y educar el metabolismo de las células. Por eso se cree que el efecto de estas moléculas puede ser a largo plazo, y eso nos vuelve a nuestros antepasados que comían de la naturaleza. Ahora comemos todo más procesado y perdimos ese contacto con la naturaleza", comenta Borini.
El primer producto de Kresko RNATech está basado en la leche bovina, pero el objetivo es expandir la tecnología: "Tenemos una plataforma en la que usamos inteligencia artificial". Esto tiene que ver con que Uciel Chorostecki, que vive en Barcelona, es un destacado especialista en Data Science. "Estamos desarrollando una plataforma que combina ciencia de datos con experimentos de laboratorio para predecir estas moléculas de distintos alimentos, extraerlos y generar suplementos. Incluso a partir de vegetales, para el caso de los que no quieren consumir productos de origen animal", añade Borini.
"Volver a la naturaleza": el plan de Kresko RNATech
En tanto, sobre el primer producto, si bien está a escala de laboratorio, se encuentran cerrando un acuerdo con un socio estratégico de suplementos nutracéuticos para salir en Argentina este año.
El plan comercial tiene un camino similar el mercado de probióticos, que hace 10 años no estaban tan instalados. Es decir, nadie iba a elegir un yogurt porque tenía probióticos, porque no se sabía. "Con el ARN dietario pasa eso, necesitamos educar al consumidor. La estrategia es salir a mercado nosotros, con todo el equipo científico que avala a esto. Y después ir a un intermediario y vender el ingrediente porque puede servir para suplementar la leche de supermercado o la leche de fórmula que se le da a los bebés", señalan.
"Todos los alimentos tienen ARN. Estamos trabajando con plantas medicinales, tenemos unos primeros ensayos con caléndula y los ARN de caléndula andan muy bien en la cicatrización de heridas. Extraemos las moléculas, las mandamos a secuenciar (protocolo científico que dice qué letra tiene cada uno de los ARN, es el código). Y con esos códigos pueden predecir qué función van a tener, usando también bibliografía respaldatoria de esos alimentos funcionales o plantas medicinales", explica.
Esto tiene que ver con que la investigación científica muestra que muchos alimentos, como la leche materna, contienen información que reprograma el funcionamiento del cuerpo para adaptarse mejor a condiciones estresantes y cambiantes, dejando marcas epigenéticas persistentes. Por ello apuntan a la necesidad de enfoques innovadores para aprovechar lo mejor de la naturaleza y lograr un salto cualitativo en nutrición.
En conclusión, el proyecto y la idea de Kresko RNATech pone en juego "volver a la naturaleza y todas las propiedades de los alimentos frescos", define Borini como una puerta de entrada a un concepto completamente nuevo. "Nuestro objetivo es democratizar estas tecnologías para todos. Estamos diseñando suplementos para personas con diferentes necesidades y que atraviesan diferentes fases de su vida, para ayudarles a alcanzar una vitalidad y un bienestar óptimos", cierran como lema.
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