Tengamos en cuenta que los calabacines es una de las verduras más fáciles para cultivar en un huerto tradicional. Al hacerlo en macetas puedes obtener muchos beneficios, pero tienes que tener en cuenta algunos consejos muy valiosos que te pueden ayudar a que puedas cultivarlos con éxito.
Elige la variedad para maceta
Dentro de las variedades de calabacines se dividen en dos categorías: los tupidos y los de enredadera. Los tipos de enredadera producen unos tallos largos y su fruto se produce cerca del final del tallo.
Requieren mucho espacio ya que pueden llegar a ser bastante largos, se cultivan en montículos con enredaderas que se mueven cuesta abajo también puedes colocarlo en jaulas, pero no son recomendables para las macetas.
Las variedades arbustivas son más compactas. Requieren menos espacio y son más fáciles de cosechar, son plantas tupidas que las puedes cultivar en macetas.
Tipos de calabacines para cultivar en maceta son:
Crookneck: son muy sabrosos, calabacines de verano que crecen muy bien en macetas y toleran gran variedad de condiciones. Son de color anaranjado, de origen anglosajón, y su sabor es dulce. Su cuello es curvo y alargado.
Calabacines de piel amarilla: tienen menos sabor, son con toque dulzón, ideales para preparar sopas. Su crecimiento es crecen erguido y producen frutos largos y dorados.
Patty Pan: es de origen francés, ideal para cultivar en macetas. son amarillos o verdes, redondeados con los bordes festoneados. son muy sabrosos para prepararlos rellenos al horno o hervidos.
Planta en una maceta del tamaño adecuado
Los calabacines tienen raíces grandes y vigorosas, por lo que es importante elegir una maceta de al menos 30 cm de profundidad y 24 cm de diámetro.
También es esencial una maceta con buen drenaje, ya que las raíces pueden pudrirse fácilmente si la tierra se encharca. Las macetas de plástico funcionan bien, pero necesita tener orificios de drenaje en el fondo, las de madera o acero corrugado también pueden funcionar.
Usa tierra y abono de calidad
Cuando cultives calabacines en maceta, es importante utilizar una mezcla de calidad. Elige una mezcla que tenga buen drenaje y sea rica en nutrientes. También puedes añadir un fertilizante de liberación lenta a la mezcla para macetas para ayudar a los calabacines a prosperar.
Puedes añadir compost o humus de lombriz a la mezcla. Ten en cuenta que los calabacines al igual que las calabazas y los melones necesitan muchos nutrientes.
Necesitan un abono rico en nitrógeno. Aplica un abono rico en nitrógeno soluble en agua cada 2 o 3 semanas para ayudar a los calabacines a crecer y producir más fruta.
Programa de riego y alimentación
Los calabacines tienen raíces profundas y deben regarse a una profundidad de al menos 15 cm. Comprueba regularmente la humedad del suelo y riega cuando empiece a secarse. Es mejor regar los calabacines por la mañana, para reducir el riesgo de hongos y otras enfermedades.
El riego debe ser regular, si lo haces de manera desigual puede causar problemas es sus raíces por lo que también puedes cultivar los calabacines en maceta con riego automático, o instalar un sistema de riego por goteo.
Recuerda que el flujo de agua debe ser hacia la base de las plantas, de esa manera se mantienen las hojas secas y libres de moho.
Pinchos y enrejados
Los calabacines pueden enrejarse para ahorrar espacio y mejorar la circulación del aire alrededor de las plantas. Se puede utilizar una espaldera sencilla de alambre o bambú, y atar los calabacines a la espaldera con hilo o cinta de jardinería.
También es importante podar los calabacines para mantenerlos sanos y productivos. Elimina las hojas muertas o dañadas, así como las que estén tocando el suelo. Poda los calabacines para mantenerlos en un tamaño manejable y fomentar la producción de más frutos.
Incorpora plantación complementaria
Los calabacines necesitan de los insectos polinizadores para dar frutos. De lo contrario, pueden terminar con muchas flores de calabacín y ningún calabacín.
Agrega plantas complementarias como capuchinas, eneldo, caléndulas cerca del calabacín es una gran opción para atraer a las abejas, y otros insectos para poder realizar la polinización.
Si plantas hierbas pequeñas aromáticas como eneldo y
cebollino, es bueno para alejar los insectos plaga que puedan visitarlo.
Vigila las plagas y enfermedades
Los calabacines son susceptibles a diversas plagas y enfermedades, por lo que es importante vigilar las plantas con regularidad.
Busca signos de chinches de la calabaza, pulgones, mosca blanca y oídio. Si observas alguna de estas plagas o enfermedades, toma las medidas oportunas para deshacerte de ellas antes de que causen demasiados daños.
Los escarabajos, pulgones y los ácaros son plagas comunes que les encanta los calabacines, para evitar que dañen a la planta puedes preparar una mezcla con: 3 litros de agua, una cucharadita de aceite de menta y una gota de jabón para platos.
Rociar la mezcla de sobre las hojas cuando estén húmedas, una vez al día. Lo ideal es hacerlo por la noche para que no se evapore tan rápido. El olor a menta aleja las plagas y puede matar a algunos insectos.
Cosecha
Los calabacines suelen tardar entre 45 y 55 días en madurar, pero es mejor vigilar las plantas para asegurarse de que no estén demasiado maduras.
Recoge los calabacines cuando midan entre 15 y 20 cm y la piel esté brillante pero no demasiado dura. Para cortar los calabacines de la planta lo mejor es utilizar un cuchillo muy afilado o unas tijeras de manera cuidadosa para no dañar los tallos.
Los calabacines son conocidos por su prolífica producción, comenzarán a hacerlo a mediados del verano y continuarán durante toda la temporada de crecimiento.
Para finalizar, cultivar calabacines en maceta es una forma estupenda de disfrutar de productos de cosecha propia, aunque no dispongas de mucho espacio en el jardín. Con los cuidados y la atención adecuados, podrás disfrutar con éxito todos los beneficios de tus propios calabacines en maceta.
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