La propuesta, aprobada como proyecto del Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María en la convocatoria 2023, tiene como destinatarios a estudiantes de segundo grado de los colegios Mariano Moreno, Instituto del Rosario y José Ingenieros, y es coordinada por integrantes de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables (LAER).
Según destacaron desde el equipo, el objetivo de las actividades planteadas giró en torno a poder resolver la problemática actual que, según diversos abordajes científicos, está vinculada al distanciamiento de concepciones entre la naturaleza, los seres vivos y los ecosistemas.
“La propuesta del proyecto surgió a partir de poder pensar las formas en las que nos estamos conectando con la naturaleza y cómo podemos aportar en la educación primaria en experiencias alternativas a la formación tradicional”, comentó al respecto la directora de la propuesta y docente de Básicas, Ana Guzmán, y añadió: “En ese sentido, partimos desde uno de los contenidos mínimos, que es la dispersión de semillas y distintas actividades articuladas con las docentes del instituto Mariano Moreno, Instituto del Rosario y el Colegio José Ingenieros”.
Dentro de las actividades planteadas, el equipo programó una serie de intervenciones mediante juegos e instancias didácticas para promover el reconocimiento sensorial de diversas semillas con la idea de “revitalizar el vínculo de las infancias con la naturaleza de una manera más desestructurada”.
Al ser consultada al respecto, una de las docentes a cargo del segundo grado del Mariano Moreno remarcó que las actividades permitieron que “surgieran cosas espectaculares”.
“Salieron términos como la semilla muerta, la semilla viva, entonces ahí pudimos empezar a trabajar con si son seres vivos o no vivos, como llegaron ahí. Si pueden crecer o no, una vez que caen”, relató Sofía Nizetich.
Por su parte, el director del mismo colegio Juan Mercado destacó la apertura de la UNVM para promover estas instancias en donde “los chicos pudieron explorar, observar, investigar y preguntar acerca de la semilla y su transformación en la naturaleza”.
Además, desde el equipo aseguraron que el intercambio generado en estos espacios les permitió también incorporar estrategias pedagógicas para el abordaje de instancias educativas sobre esta temática.
“El poder articular la forma en que se abordan las infancias y la forma en la que se construye una secuencia didáctica fue sumamente enriquecedor, porque nosotros aportamos lo que en la universidad trabajamos como educación ambiental y ellos nos contaron de qué forma esos contenidos se podían llevar a niños de segundo grado”, agregó Guzmán.
En relación al cierre de la actividad, la estudiante de la LAER y coordinadora del proyecto, Paula Mercado, comentó: “Este intercambio también nos permitió realizar una bitácora de los sentidos como material para las docentes de grado para que quede reforzada la actividad luego de realizarla. También colaboramos en el armado de una secuencia didáctica que consistió en la planificación de los contenidos del grado, vinculados a la temática tratada”.
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