as 717.261 hectáreas que componen su territorio hacen de esta área protegida un lugar con características únicas y difícilmente repetibles. Su diversidad social y cultural se refleja en las formas de habitar, usar el territorio y relacionarse con la naturaleza. Resultando un lugar de encuentro de pobladores criollos, comunidades mapuches, vecinos, instituciones, organizaciones, así como también de turistas de nuestro país y extranjeros que lo visitan año tras año.
El Parque se emplaza en dos provincias: Neuquén y Río Negro y convive con ciudades como San Carlos de Bariloche, Dina Huapi y Villa La Angostura. Existen villas turísticas y más de 700 loteos privados, lo que resulta en un gran desafío para la integración de la conservación ambiental y el desarrollo humano. Representa, con su riqueza ecológica y paisajística, toda la región andina del norte patagónico, preservando el bosque y la estepa de la Patagonia y los altos Andes.
En la Patagonia, la presencia humana se registra desde hace por lo menos 13.000 años. Semejante profundidad histórica nos da la certeza de que distintos grupos humanos se han trasladado por estos ambientes, adaptándose tanto a la diversidad de recursos presentes en la región como a los cambios climáticos ocurridos durante tan largo período.
A partir del siglo XVI la compleja trama de la colonización europea y la conformación de los Estados nacionales de Chile y Argentina (hacia fines del siglo XIX) en la región de Nahuel Huapi, dio como resultado una matriz en la que hoy conviven comunidades del pueblo mapuche y pobladores criollos de orígenes diversos: mayoritariamente de Europa, Chile y también de otras provincias argentinas.
Es un objetivo del Parque Nacional, dar a conocer su diversidad cultural y trabajar desde un enfoque intercultural en pos de integrar el bienestar humano con la conservación de la naturaleza.
Las cumbres del cerro Tronador (3.554 metros sobre el nivel del mar), Crespo y Cuyín Manzano demarcan el límite con Chile. Cerros como Santa Elena, Bastión, López y Catedral, cuyas alturas varían entre los 1.800 y 2.400 metros, marcan profundos valles y quebradas, donde se encuentran los conocidos pasos Puyehue, Pérez Rosales y el de los Vuriloches, muy utilizado por los indígenas. Hacia el este, en la zona pre-andina, se alzan los cerros Otto, Ventana y el cordón del Ñirihuau, que ofrecen espectaculares vistas panorámicas desde sus cimas.
El lago Nahuel Huapi, con 560 kilómetros cuadrados y 454 metros de profundidad, tiene el doble de extensión que la ciudad de Buenos Aires. En el centro emergen la isla Victoria, de 31 kilómetros cuadrados, y otras islas menores, como Fray Menéndez, Huemul y el islote Centinela. Lejos, le siguen lagos como el Traful, Gutiérrez, Mascardi y Guillermo, además de las lagunas Negra, Schmoll, Touchek, Frías y Jacob que, junto a otros cauces, desaguan en el Atlántico o el Pacífico.
Al alejarse de los lagos, hacia el este de los bosques andino-patagónicos, se extiende un área de transición con la estepa patagónica que se distingue por un bosque abierto de cipreses, radales, ñires y maitenes. Presenta una mayor variedad de fauna porque conviven ejemplares propios del bosque con los característicos de los pastizales esteparios. El ciprés cubre las laderas rocosas de Valle Encantado, uno de los rincones más exquisitos del parque.
En la misma orientación, empiezan a disminuir las precipitaciones, marcando una zona de cañadones y mesetas semiáridas. En plena estepa patagónica, los pastos de tonos amarillos y anaranjados albergan a zorros, pumas y guanacos, junto a aves rapaces como el gavilán ceniciento y el halconcito colorado, entre otros ejemplares característicos.
Los mapuches dieron a la cuenca más importante el nombre Nahuel Huapi, que significa "isla del tigre" y que hace referencia a la isla Victoria, la más grande del lago. Se presume que este nombre alude al tótem de una familia puelche que pobló la zona o quizás a la comparación de aquellos indígenas con los tigres por su audacia y valentía.
Más allá de las leyendas e historias que inspiró el Nahuel Huapi, lo cierto es que a su alrededor se asentaron diferentes grupos étnicos: los tehuelches (cazadores y recolectores), los puelches (adaptados a la vida lacustre) y los araucanos (de actividad agrícola). Estas poblaciones indígenas superaron las expediciones esclavistas que provenían de la región de Chile, las misiones jesuíticas y los distintos exploradores, hasta quedar finalmente desarticuladas por la Conquista del Desierto, en 1883.
Casi inaccesibles, hoy en día el Parque Nacional Nahuel Huapi preserva rincones con numerosos sitios arqueológicos que tienen más de 10.000 años, donde se encuentran petroglifos y pinturas rupestres.
Los colonizadores y pioneros europeos introdujeron especies exóticas como el ciervo colorado, el ciervo dama, el jabalí y la liebre, con el fin de embellecer lo que consideraban una empobrecida fauna de estos ambientes. En los bosques que no estaban adaptados causaron un gran impacto, al igual que en las especies nativas. Del mismo modo, la introducción de la trucha para la pesca hizo retroceder al puyen y al pejerrey patagónico. Por estas razones, se permite la caza y la pesca reglamentada y autorizada en distintas temporadas por la intendencia del Parque Nacional.
Asimismo, fueron introducidas la rosa mosqueta, el lupino, la retama y la margarita que, entre otras plantas, se aclimataron perfectamente. Y gracias a la falta de controles naturales, comenzaron a dispersarse ya sin ayuda del hombre.
La extracción maderera ilegal y los incendios forestales amenazan la conservación de esta área protegida. La lenta recuperación de las especies arbóreas facilita que las lluvias y el viento laven el suelo causando erosión.
El Parque Nacional Nahuel Huapi es uno de los destinos turísticos de la Patagonia en el que siempre exiten propuestas para todo tipo de visitantes y en cualquier época del año. Tanto en invierno como en verano es posible realizar paseos y actividades deportivas por bosques, lagos y montañas.
Algunos de los atractivos turísticos del Parque:
Bosque de Arrayanes en la Península de Quetrihué, Río Limay y Valle Encantado, Puerto Blest
Isla Victoria Valle del Challhuaco, Lago Mascardi, Cerro Tronador. Horarios del camino a partir de mayo 2018: Ingreso de 10:30 a 14hs, egreso de 16 a 18hs; doble mano de 19:30 a 9hs, Cascada Los Alerces, Río Manso, Lago Steffen.
Las excursiones lacustres tradicionales del Parque son los paseos a la Isla Victoria, al Parque Nacional Arrayanes, a Puerto Blest y al Lago Mascardi. Este servicio se puede contratar en las agencias de turismo locales.
Son más de 500 km de camino los que surcan el Parque Nacional y que se pueden recorrer en auto para disfrutar y conocer sus atractivos. En la zona norte se destaca el circuito que conduce a la confluencia de los ríos Limay y Traful y llega al Valle Encantado con sus espectaculares formaciones geológicas. Otra propuesta es tomar el camino de los lagos y transitar también por sectores del Parque Nacional Lanín.
Dentro del área protegida hay 15 establecimientos hoteleros (hoteles, cabañas, estancias y hosterías), 5 refugios de montaña, 20 campamentos organizados, 22 campamentos agrestes, 23 establecimientos gastronómicos y varias proveedurías.
Las ciudades de Bariloche y Villa La Angostura cuentan con todos los servicios turísticos.
Administración de Parques Nacionales//Welcome Argentina