Las severas heladas de este invierno, que ahora transcurre con temperaturas más benignas, dejó su secuela en la producción de frutillas en la región base por excelencia, que tiene como epicentro los campos arenosos de Coronda, departamento San Jerónimo, 45 kilómetros al sur de esta capital. Casi diez días consecutivos de temperaturas bajo cero, en ambiente seco, provocaron pérdidas en la producción que va entre los 40 a 70% de lo que se sembró a comienzo de año.
La primera consecuencia, teniendo en cuenta oferta y demanda, será un ajuste de precio, hoy prácticamente impredecible, aunque se especula que el kilogramo del producto comenzaría a comercializarse a $4500/5000 promedio.
La merma también será evidente en la calidad del producto, al menos en el inicio de la cosecha. Según informes oficiales, en la zona de Coronda y Desvío Arijón, se destinan 320 hectáreas a la producción de frutilla. En esa región, además, se encuentran instaladas las industrias procesadoras de la fruta (enfriadoras) para la exportación.
Pero también se mantienen cultivos en la denominada zona de la Costa, desde Santa Rosa de Calchines hasta Cayastá, a la vera del río, donde este año se destinaron 81 hectáreas a este cultivo. “Las heladas quemaron parte de la floración, por lo que la planta va a retrasar su ciclo reproductivo, y sus consecuencias las vamos a ver en unos quince días”, confirmó María Belén Sierra, subsecretaria de Producción de la Municipalidad de Coronda.
“Este tipo de heladas, de esta magnitud, es una situación impredecible y más que eso, imparable. Por más que tapen con los microtúneles, se daña la floración”, agregó la profesional, quien estimó que “de arranque se comprobó un 10% de la superficie sembrada con severos daños”
Según comentaron productores frutilleros a este diario, la primera frutilla que se cosecha es derivada, para su comercialización, en los mercados concentradores de Rosario y Santa Fe, por cuestiones de fletes. En una segunda etapa, cuando haya más kilos retirados de los campos, recién se enviará a Buenos Aires.
“Estamos en plena época de la variedad denominada ´primicia´ que es, precisamente, la fruta que primero surge para la venta en el mercado regional. A partir de ese precio estacional que se fije, los productores tienen mejor competitividad en los mercados de Rosario y Buenos Aires, y cada uno resolverá su estrategia de producción y venta”, se explicó.
Ricardo Ramírez (Juntos por el Cambio) es el intendente de Coronda pero también uno de los principales productores de frutillas de la región. En diálogo con LA NACION explicó que “todas las dificultades llegaron con las fuertes heladas. Hasta el fin de semana pasado tuvimos temperaturas bajo cero. La anterior fue una semana muy fuerte, que nos provocó importantes daños y nos generó una situación complicada. Los frutilleros estamos acostumbrados a los fenómenos climáticos, porque si no es el granizo es la helada o la sequía. Esta vez nos perjudicó porque las mayores heladas se produjeron cuando faltan dos semanas para el corte de la fruta”, explicó.
Primero la producción se ubica en mercados regionales y luego llega a Buenos Aires
Mencionó que todas las variedades sembradas fueron afectadas, lo que inicialmente significará un serio problema para los productores.
Otro damnificado fue el grupo familiar García. Alertaron: “Aunque la tecnología avanzó y permite ciertos niveles de protección, las heladas de esta magnitud siguen siendo devastadoras. Tenemos mucha tecnología que nos ha ayudado a protegerla, pero contra la naturaleza no se puede ir”.
No obstante, debe indicarse que la producción frutillera de esta provincia se destaca por la utilización de micro y macrotúneles, tecnologías de desinfección del suelo y actualmente se está incorporando el cultivo sin suelo. Técnicos del INTA Coronda, investigan la producción de frutillas semihidropónicas, junto a productores y proveedores de insumos en pos de buscar alternativas tecnológicas que optimicen el uso del espacio físico y reducir la aplicación de agroquímicos.
LN Campo