Desde el año 2016, Juan Ignacio Severo se puso al hombro el programa de mejoramiento genético en trigo de DonMario, y junto a todo su equipo de trabajo fundaron los lineamientos para empezar a pensar en grande sobre el cultivo.
Al poco tiempo de su desembarco, notó que la genética era una de las mejores del país, aunque llamativamente, ese potencial no se cristalizaba en la práctica. No obstante, reconoce que puertas adentro, el equipo estaba convencido de lo que llegaría para la empresa en el corto plazo.
Hoy, luego de 8 años de investigación, resiliencia y compromiso, DonMario es la marca líder en el cultivo de trigo, destacándose por su excelente calidad, su confiabilidad y por su manejo especifico.
“Estando en la cocina del mejoramiento éramos conscientes que teníamos un potencial enorme en aquellos años. Hoy nos dimos cuenta que teníamos razón, ya que somos el semillero número uno en trigo del país”, cuenta con algo de orgullo el ingeniero agrónomo.
Severo reconoce que en los primeros años “el programa no daba respuestas”, y desde el equipo de mejoramiento genético no entendían el porqué.
“Hubo una etapa en donde nuestros aliados estratégicos licenciaban variedades, que empezaron a hacer más participativo a DonMario, y fue allí cuando se generó un programa de inversión que fortaleció nuestro trabajo”, recuerda a Infocampo el entrevistado.
En ese sentido, dice que estaba todo listo para comenzar a ganar terreno, pero faltaba que llegue el primero gran logro.
Y llegó. “Faltaba responder con productos que cierren el círculo del mejoramiento genético que habíamos comenzado por 2016 y empezaron a surgir variedades que nos llenaron de felicidad”, cuenta con profunda convicción Severo.
Fue allí que aparecieron trigos de gran potencial como Pehuén, Catalpa y Aromo que llevaron a la marca a transformar sus promesas en certezas. “La llegada de estos materiales no nos sorprendió, porque sabíamos que el potencial estaba. Pero sin dudas, trajo sorpresa en el mercado, y a la vez, nos llenó de responsabilidad”, aseguró.
Tomando esto, contó que no es fácil llegar a resultados concretos en la obtención de una variedad. “Hay mucho camino por recorrer antes de llegar a cada lanzamiento y no siempre se llega al lugar que deseamos. Anualmente hacemos cerca de 1.200 cruzamientos, y muchas veces debemos comenzar de nuevo, pero en lo personal, sabiendo que la genética que tiene GDM nos ayuda a tener siempre altas expectativas”, mencionó.
La llegada de DM Araucaria, le permitió a GDM completar los ciclos productivos en trigo y explorar un nicho que no tenían.
“Con esta nueva variedad, nos permitimos recomendar siembras más tempranas en regiones donde hay que aprovechar el llenado de los perfiles que tuvo el suelo en el verano”, manifestó.
Se trata de un trigo de ciclo largo, que es perfecto para esos primeros pulsos de siembra. Está posicionado principalmente para el Centro Sur y Norte de Buenos Aires, Sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos.
“Este lanzamiento es un gran orgullo para todo el equipo de trabajo de GDM, debido a que es una variedad que presenta un excelente potencial de rendimiento y muy buena estabilidad adaptándose a todo tipo de ambientes”, rescató.
Además, tiene un excelente perfil sanitario, aspecto que Severo tiene muy en cuenta a la hora de analizar una posible variedad. “Como breeder, el potencial de rendimiento es fundamental, pero si la potencial variedad no reúne una cierta estabilidad respecto a las enfermedades predisponentes en las regiones productoras de argentina, las descartamos”, confirmó Severo.
Según el entrevistado, el objetivo del equipo que lidera es seleccionar productos de alta performance productiva con características agronómicas deseables, que sean acompañados de un óptimo posicionamiento para explorar al máximo su productividad.
Para ello, desarrollan estrategias que le permiten ir cumpliendo etapas en la obtención de variedades. “Las estrategias de breeding son aquellas que nos permiten acortar los tiempos de obtención, donde vamos conduciendo a las poblaciones segregantes, dándole forma a la futura variedad”, comentó.
Entre las estrategias puntuales, destacó los cruzamientos dirigidos, los programas de contraestación USA-Argentina, fenotipado con drones, marcadores moleculares, entre otras.
“Esto nos permite ser más eficientes en nuestro trabajo, que se traduce en un incremento de la ganancia genética por dólar invertido”, indicó.
Al mismo tiempo, expuso: “Si ponemos todas estas técnicas en juego, avanzamos de manera acelerada asistiendo a la selección del breeding”.
Por otra parte, con la adquisición reciente de Biotrigo, GDM consiguió una sinergia muy fuerte que impulsa a seguir apuntando a más en el cultivo. “Somos líderes en trigo y queremos ser la mejor opción y propuesta para aquellos productores a la hora de elegir las variedades a sembrar en cada uno de sus ambientes productivos”, concluyó.
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