El RIGI y la ley 25.080: impulsores del crecimiento en el sector foresto-industrial

Durante la Exposición Rural de Palermo, especialistas afirmaron que los incentivos fiscales y aduaneros atraerán nuevas inversiones, duplicando la capacidad productiva

El RIGI y la ley 25.080: impulsores del crecimiento en el sector foresto-industrial

Por Agroempresario.com

En la Exposición Rural de Palermo, expertos del sector foresto-industrial discutieron las perspectivas de crecimiento, subrayando el impacto del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). Sabina Vetter, directora nacional de Desarrollo Foresto-Industrial, y Pedro Botta Olaciregui, ingeniero agrónomo especializado en el sector forestal, presentaron datos y análisis en un evento organizado por el Consejo Foresto-Industrial Argentino (CONFIAR).

Argentina cuenta con 114 viveros y una capacidad de producción de más de 100.000 millones de árboles, generando 100.000 empleos rurales. No obstante, solo se utiliza el 50% de esta capacidad, limitando la superficie de plantación a 1.300.000 hectáreas. El potencial de crecimiento es de 3.500.000 hectáreas, principalmente en Misiones, Corrientes y Entre Ríos.

Pedro Botta Olaciregui enfatizó que el RIGI será crucial para atraer inversiones, destacando que duplicar la superficie plantada podría generar 200.000 empleos directos. La región de Mesopotamia es ideal para el cultivo forestal, aunque otras regiones, como Neuquén, también presentan oportunidades.

El experto subrayó la necesidad de mejorar la infraestructura logística, como puertos y camiones forestales, para manejar el aumento de producción. También sugirió atraer inversiones de países con industrias forestales maduras, como Austria y Canadá, interesados en tierras argentinas para abastecer mercados en crecimiento como China y Estados Unidos.

Sabina Vetter destacó la importancia del RIGI, la seguridad jurídica y la ley 25.080, que ofrece beneficios fiscales. Estas herramientas son esenciales para fortalecer el sector y atraer inversiones. El RIGI tiene nueve objetivos: atraer inversiones, promover el desarrollo económico, aumentar exportaciones, crear empleo, asegurar estabilidad, ofrecer certidumbre jurídica, coordinar desarrollo entre el Estado Nacional y las provincias, y fomentar el desarrollo local de cadenas asociadas.

En conclusión, los especialistas coincidieron en que el sector foresto-industrial argentino está en una posición favorable para atraer inversiones gracias al RIGI, lo que permitirá un crecimiento sostenido y el desarrollo de nuevas oportunidades de empleo y producción.

 



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