Las capturas desde el inicio de la zafra en el mes de junio han sido variadas, con presencia de ejemplares juveniles y temperaturas ambientales inusualmente elevadas para esta época del año.
Esta situación ha favorecido la aparición de bagres, fenómeno conocido por los pescadores durante el «veranito de San Juan».
Las capturas han sido abundantes en zonas como El Salado y Punta Piedras, con una gran presencia de «trackers» que compiten de manera desleal con la flota pesquera tradicional de Mar del Plata e incluso de General Lavalle.
Este problema, que ha ido en aumento en los últimos años, ha proliferado de manera exponencial durante la última temporada al margen de las reglas de la navegación y la preservación de la vida en el mar, en muchas ocasiones sin permisos, alejándose más de lo que le permite su carnet habilitante a bordo y sin las condiciones de seguridad que se exige a embarcaciones históricas y que han superado más de 70 años de verdadera navegación en todo tipo de mar y condición, como escuela de hoy, grandes capitanes, profesionales y actualmente armadores.
Cuando PESCARE consultó a las autoridades locales del puerto de Gral.Lavalle, se encontró con reticencia en las respuestas.
Sin embargo, se ha revelado que más de 300 permisos de pesca se han otorgado en los últimos años. Estos permisos, enmascarados bajo las categorías M o REY, permiten realizar una pesca que poco tiene de artesanal. Los volúmenes de las descargas no están destinados al sustento personal, y algunos habitantes de la zona de General Lavalle reportan capturas superiores a los 170 cajones diarios, especialmente cuando el recurso se acerca a la costa.
En lo que va del mes de julio, las capturas han mejorado sustancialmente en cuanto a la talla adulta de corvina rubia y pescadilla grande, especialmente en la zona de Punta Piedras y bordeando el Banco del Cabo.
Por otro lado, los buques que operan desde La Plata y Berisso han logrado capturas de muy buena talla al sur de Punta del Este, en la boca del Río de la Plata, donde también coexiste la presencia y competencia de buques fresqueros cuyo puerto de asiento es Mar del PLata.
Por el momento, la zafra de corvina rubia es buena. En comunicación con Leandro Vuoso, cuarta generación de pescadores, embarcado en el BP Don Mario, con una tripulación que en algunos casos supera los 20 años de experiencia en la pesca costera, comentó: “Ahora, con un poco de frío, las capturas son buenas. La talla es excelente, la estábamos esperando, y a veces, bordeando los bancos, también encontramos pescadilla grande. La temporada de corvina rubia, aunque no es destacable, se mantiene constante. Hay días en los que el trabajo es muy productivo y otros en los que se reduce, pero en general nos va bien. Para las pocas parejas que estamos, el sacrificio de venir al menos tiene recompensa”.
En resumen, la temporada actual presenta desafíos y oportunidades. Las condiciones climáticas y la competencia desleal de trackers complican la situación, pero las mejoras en las capturas y la dedicación de los pescadores experimentados ofrecen un panorama optimista para la pesca en la región.
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